El número 11 se refiere al prójimo, al semejante, al otro uno, y por eso para canalizar el 11 hace falta amor hacia el prójimo, y si no lo hay se descanaliza el 11 y produce desgracias sobre todo si la energía cenuitica está muy activa por un gran desarrollo tecnológico y ético consciente de la igualdad con el prójimo y representado tanto en ciencia como en la construcción de edificios como por ejemplo las Torres gemelas, las cuales juntas eran lo más parecido a un 11, al símbolo de la necesidad de amar al projimo, al otro uno, lo mismo que representaban los dos cuernos de toro del minotauro de la cultura minoica la cual desapareció con un volcán debido, a eso, a la manifestación intensa del 11, de los cuernos del toro, de la igualdad con el.prójimo, y valerse de toda la ciencia ética y tecnología que el contacto igualitario (democracia) ofrece, pero sin embargo violar este una y otra vez, no cumplirlo, prometer igualdad solo para ganar votos y robar el pan a otros, al prójimo, lo cual hace que la gran energía del 11, de la relación con el prójimo, con el otro uno, se descanalice, produciéndose desgracias traídas por la naturaleza para evitar que se siga descanalizando la energía del 11, y que eso siga produciendo males aún mayores.
Eso explica también lo que ha pasado con la pandemia naciendo en China (comunismo, igualdad) y lo que ha pasado en Ucrania, ante el pasado y a la vez reciente comunismo e igualdad de Rusia igualmente anunciada y luego violada por el sistema capitalista de Putin.
La naturaleza actúa de ese modo, para evitar males mayores y más profundos en la genética del ser humano, lo evita con esos otros males que aunque parezcan males enormes y grandes catástrofes sin embargo habrían sido mayores si la humanidad hubiese continuado violando la igualdad con el prójimo tal como venía haciendo antes de la llegada de esas catástrofes que en realidad son menores en comparación y vienen para evitar con urgencia un mal mayor.
De lo cual se aprende que si tu ser evoluciona hacia la adultez y la igualdad propia del ser adulto debes de ser muy fiel a esta, a la igualdad, para que sus grandes energías propias de la flor de la creación, se canalicen bien produciendo grandes beneficios y no grandes desgracias. Pues son poderosas las energías de la flor de la creación en donde toda la creación, todo el universo está presente, contenido, concentrado y contraído, para el alcance de la flor de su realización con la llegada de la sociedad humana equilibrada, feliz, igualitaria, dichosa y realizada.
El uno con el otro uno:
El 11 es el individuo ante el otro individuo..es la reconciliación con el prójimo..el signo de igual que une el cielo con la tierra igualando ambos.
Intercambio interior exterior
La mujer está más asociada al interior, a trabajar dentro de casa y el hombre al exterior a trabajar afuera de casa, por eso el amor verdadero entre un hombre y una mujer da a la mujer la faceta que le falta de salida al exterior y al hombre la faceta que le falta de entrada en el interior.
Por eso no hay que malentender a la mujer que a más amor se le de mas saldrá al exterior y más conectada estará con el mundo de alrededor, y eso nos podrá dar la sensación de que se dispersa demasiado y se aleja del amor que le damos, aunque no es así sino al contrario ya que eso lo provocamos nosotros en ellas, los hombres, aportándoles con nuestro amor la facultad de salir. exterior que es una facultad masculina. Lo mismo se puede decir al revés si el amor de una mujer hace que un hombre vaya hacia su interior no indica que el amor de la mujer no esté funcionando sino todo lo contrario funciona bien pues la mujer está aportando al hombre su cualidad de ir hacia el interior, hacia el hogar.
Así es el intercambio de frutos que se produce en la verdadera igualdad que el amor aporta a la pareja hombre-mujer.
Violencia de género
La violencia siempre es mala ya venga del género masculino o del femenino.
Desde la cenuítica y sus fórmulas de esencias puedo decir que ese problema se debe a la interferencia de la jerarquía en el terreno de la igualdad como es también este el origen de tantas otras contrariedades que actualmente sufre la humanidad.
La violencia entre ambas partes de la pareja se produce cuando no los une un espíritu igualitario sino un espíritu jerárquico.
Es decir que cada cual piensa que es la salvación, el camino, la luz y la vida para el otro.
Lo cual produce que ambos miembros terminen por enfrentarse entre sí de un modo violento, por el dominio jerárquico del otro.
En el interior de una humanidad adulta en la que estamos ya no es la jerarquía la que rige sino la igualdad.
Por eso la vibración jerárquica siempre conduce a la gente al enfrentamiento y la vibración igualitaria conduce a las buenas relaciones y armonía entre todos y entre los miembros de una pareja.
Sabiendo eso hay que evitar entrar en contacto con lugares que están cargados de una vibración jerárquica de salvadores exclusivos de la humanidad.
Pues eso hará que los miembros de la pareja acaben por enfrentarse entre sí.
Algunas creencias que se consideran a sí mismas como las salvadoras únicas y exclusivas de la humanidad están cargadas de una buena dosis de vibración jerárquica.
Esas creencias se anuncian como la única práctica espiritual verdadera y cuando consiguen inculcar su verdad en alguien con ello hacen que el individuo captado abandone la espiritualidad natural y humana que él ya tenía de por sí y que manifestaba ante su pareja realizando con esta un intercambio entre ambos de espiritualidad humana, de igual a igual, como hermanos, lo cual era lo que producía el amor que les unía. un amor natural y humano que desaparece justamente cuando uno de los miembros de la pareja es captado por una de esas creencias jerárquicas, e intenta imponer esa creencia en su pareja, y ese es el principio de la separación, la infelicidad y la violencia de género entre ambos, pues han perdido el amor y la espiritualidad humana que es lo que de verdad une a las parejas de una forma natural, verdadera, auténtica y pacífica.
Esas mismas creencias que enfrentan a las parejas al bloquearles la espiritualidad humana son las que ofrecen unir a las parejas bajo la vibración jerárquica y el Dios de esa creencia, para que asi segun dicen el Dios jerárquico de ellos proteja la paz de esa relación de pareja, cuando la realidad y el hecho es que con esa ceremonia les han quitado la espiritualidad y amor humano que unía a ambos miembros de la pareja y en vez de unirlos en la paz tal como esa creencia dice en realidad los han separado en la discordia y bajo el “amparo” de un “Dios” jerárquico que se asegurará altamente de prohibir severamente la espiritualidad humana que unía a ambos miembros de la pareja, para que así no se vuelvan a juntar en armonía e igualdad y así poder disponer de ambos, al hombre para el trabajo abusivo y la guerra y la mujer para las manos y abusos sexuales de los sacerdotes de esa creencia y de los jerarcas que la protegen (los más pudientes o ricos)
Si la espiritualidad natural y humana de la gente no se prohibiese por la imposición de las espiritualidades o creencias únicas, exclusivas y salvadoras de imposición jerárquica… este mundo seria una “balsa de aceite” pues todos estarían unidos en la espiritualidad igualitaria y natural del ser humano, existiría un perfecto y natural intercambio de frutos entre todos, no existiría nunca más el dolor, ni las enfermedades, ni las guerras, ni la violencia de género, pues solo habría, amor, bienestar y un verdadero disfrute de la vida.
Las creencias no son verdad pues si lo fuesen no serían creencias
Una creencia nunca es verdad porque es algo en lo que se cree que puede ser verdad pero que no se sabe con seguridad si es verdad o no. La misma palabra lo dice: creencia, algo en lo que se cree y se tiene fé, aún sin verlo, es decir aún sin saber si es verdad o no.
El Doki no es una creencia, es un instrumento, una verdad, un hecho, una realidad.
La gente con el tiempo van acaparando, monopolizando, comercializando los hechos y las verdades, los instrumentos, como pueden ser unos zapatos, la política o la práctica espiritual, transformándolos así en creencias, en algo que ya no es verdad sino una creencia, una doctrina, pues cada cual dice que su producto es mejor, uno grita :¡Mis tijeras son las mejores! y otro dice no mi marca de tijeras es la mejor y así los compradores de tijeras ya no compran unas tijeras viéndolas como un hecho e instrumento y verdad inamovible sino que las ven como algo que no saben si será bueno o no ya que siempre hay otros fabricantes de tijeras que le harán dudar si las suyas son en realidad buenas por lo que tendrá que creer en que si que lo son, y para eso tendrá que poner fe y confianza en la marca de tijeras que ha comprado y en quien se las ha vendido asegurándole que son las mejores.
Así las tijeras habrán dejado de ser una verdad, un instrumento, para pasar a ser una creencia, una doctrina, en la que hay que creer por fe aunque en realidad no se sepa si es verdad o no lo que esa creencia dice.
Lo mismo pasa con los demás productos, con la ciencia, la religión y la política.
Hasta que un día regresemos a la norma natural y básica que con tanto tiempo de comerciar con ella se había perdido y veamos de nuevo la norma e instrumento básico que todos los humanos necesitamos, y que no es una doctrina ni una creencia, es la verdad, no es lo que se cree que vendrá sino que es lo que está, que no se cree en ello porque esta y se ve, es la norma, la evidencia, la llave, el Doki, la cenuitica.
Después deberemos de no volver a comerciar con la cenuítica para que no vuelva a desaparecer y ha transformarse en las miles de creencias inciertas, sufridas y reprimidas por quienes comercian con la verdad humana intentando monopolizar lo inmonopolizable.
Fernando Ortolá