Venimos de Marte

 

En el terreno de la violencia los animales siempre vencen, tanto material como mentalmente.

Pues la violemcia desciende al ser humano al nivel animal, perdiendo así  su herramienta y natural cualidad del raciocinio, y por lo tanto quedando totalmente desprovisto  de defensas ante los animales que le pueden vencer fácilmente.

La cosa se soluciona si el ser humano asciende de nuevo e si nivel natural emocional, en donde su emoción de amor y armonía que se encuentra ennel nivel superior de las emociones ponga de nuevo en sus manos la herramienta del dominio er la mente y la razón que se encuentra en un nivel más bajo que el de las emociones... y que adi el ser humano  desde el nivel de las emociones y con la herramienta del dominio mental de nuevo en sus manos pueda defenderse pacíficamente de los animales tanto por el bien de estos como por el propio bien, y así prevalezca la paz y armonía en su mundo.

Pues el ser humano ya se halla en el nivel emocional arriba del nivel mental, se encuentra aprendiendo emociones, aprendiendo a amar a confiar en el amor, y el nivel mental anterior ya lo tiene realizado por naturaleza, ya tiene el dominio mental en sus manos, y por eso el ser humano es un animal racional.

Pero la violencia desciende al ser humano al nivel mental poniéndole en la situación pasada de ser un aprendiz mental.

La cual es una situación de haber caído  al mundo animal y en la cual los animales le vencen, pues estos earan preparados para la vida en el nivel mental en el que se encuentran pero el ser humano no lo eata.

En este mundo material de la Tierrs en donde estamoscnos hallamos en esa condición caída de nuestro nivel emocional... comparable al paraisi... al nivel mental comparable con la tierra a la cual se desciende del paraíso.

Una prueba de ello es el hecho de que el ser humano escel único animal que necesita ropa, abrigo, casa, y extra protecciones para protegerse del clima de este planeta y los animales no lo necesitan.

Ese principio de observación cenuitica nos lleva a su vez a recibir más información al respecto.

Pues asociando laxevolucion del ser humano al orden de esencias cenuitico... si en la Tierra estamos en el planeta de los animales acdonde hemos caído o retrogradado... entonces eso significa que si el nivel mental corresponde a la tierra entonces el nivel emocional superior corresponde a Marte, y los dos niveles anteriores el material y el de identidad corresponden el primero a Venus y el siguiente a mercurio.

De ese modo encajan los planetas con las primeras esencias  correspondiendo  la tercera esencia S a la Tierra.

Así que si en la tierra estamos caídos en lactercera esencaxS decla mente y de los animales entonces eso indica que provenimos de Marte escdecir de la cuarta cesenca E asociada a Marte, el cual será en este caso el paraso del que descendemos en el pasado lejano, viniendo a vivir aquí a la tierra, al planeta c de los animales.

La violencia ejercida en guerras centre nosotros es lo que nos hizo descender al nivel anterior, al animal, a la Tierra.

Por eso el planeta Marte es considerado el planeta de la guerra y tiene esa vibracion violenta corroborado por la estadística astrológica.

Lo cual volvería a demostrar lo mismo.

Si la violencia degrada al ser humano, y la violencia de guerra, y marte es el planeta de la guerra, y los humanos desgraciadamente hacemos guerras., desde hace mucho tiempo, entonces eso significa que ya hace tiempo que hemos degradado del planeta Marte al planeta anterior de nivel inferior, a la Tierra, es decir, descendido del paraíso a la Tierra.

Segun los estudios de lo rovers en suelo marciano antes debió de haber existido allí un verdadero paraíso habitado.

La activa caratomia que se puede encontrar en el suelo marciano también habla se lo mismo, de que las marcianos, es decir, nuestro posibles antepasados abusaron tanto de su tecnología dimensional de los vórtices de giro usandola en la guerra que sumieron al planeta en un gran desbalance  que lo desertizo haciéndolo inhabitable y teniéndose que or a vivir a la Tierra.

Otra muestra del abuso de la tecnológica a dimensional (cenuitica) en suelo marciano es el hecho de que en Marte se han encontrado distintos pequeños vórtices de giró, producto de haber dado en el pasado un mal uso violento al vprtice principal del  de rotación principal del planeta Marte, quedando así destrozado, es decir dividido en varios pequeños grupos o vórtices de giro, inqtmonicos, artificiales, producto de la violencia de las guerras... y los cuales ya no son capaces de mantener el equilibrio del clima en el planeta y su atmósfera habitable, quedando ese desierto marciano inhabitable de armosfera pobre para poder respirar, y un desequilibrio enorme de temperaturas.

Es curiosa la relación del rojo de Marte llamado el planeta rojo por verse rojo desde la tierra... con el rojo de la bandera comunista de China y de la que fue comunista la Unión Soviética.

Ambas en el cuadrante S del cenu el cual también está asociado al paraíso del cual se descendió en el pasado remoto... y por lo tanto que también queda asociado a Marte.

La cenuitica tiene esa ventaja de poder asociar los distintos atributos de la determinadas esencias y así descubrir cosas, ir recibiendo nueva información, pues los s atributos se van asociando entre sí y llevándonos a otras áreas que descubrimos con sorpresa pues nos damos cuenta que esas mismas ateas, temas o asuntos antes eran desconocidos, y al conocerse ofrecen muchas respuestas a preguntas que antes permanecían sin respuestas, lo cual alegra mucho.

Pues conociendo los errores de nuestro pasado podemos hacerlo mejor en nuestro presente.

Ese sector o cuadrante S cenuitico lleno del rojo del comunismo, chino y ruso tiene una nueva asociación con Marte si pensamos que China tiene un gran contraste entre el desierto  de Goby y su zona habitada, lo cual divide s China en 2 partes. Al igual que Rusia también está divida da en 2 climas muy contrastados de calor en verano y frío en invierno.

Además de otros detalles que también establecen esa relación como el de los ojos inclinados de los Chinos y los posibles ojos inclinados de los antiguos habitantes de marte por estar asociados tambie al cuadrante S que es también el área del anciano, el cual por la edad también tiene los ojos inclinados.

Todo está conectado, y todas esas conexiones cenuiticas apuntan hacia las mismas conclusiones, coincidiendo con los hechos que lo corroboran como el de que en alguna de las fotos de los rovers marcianos he podido ver algunas caratomias con ojos inclinados en actitud de protesta como en una manifestacion,  aún Marte también debieron de haber habitado las mismas otras razas que también existen en la Tierra actualmente.... y que posiblemente provinieron de marte en el pasado, es decir que el mismo cenu geográfico terrestre con las distintas razas que lo componen debió de haber existido también en Marte, ya que venimos de allí, pero durante el  último periodo de vida de Marte tal vez dominó esa raza de ojos inclinados la cual es la que corresponde con el cuadrante E que en el tiempo corresponde  con el último estadio  evolutivo de un ciclo de vida de una humanidad que llega a su fin con el dominio de esa raza de ojos inclinados, la cual en el caso de que hallan ido todos al terreno de la violencia vencerá la batalla y eliminara a la gente del planeta... en este caso enviandoles a la tierra.. nosotros... y quedándose ellos en marte... en el único lugar habitable en su subsuelo y habitando allí como únicos poseedores de un planeta rojo y destrozado por por la guerra que ellos provocaron (la serpiente que da a comer de la fruta prohibida) con una alta tecnología... pero por su violencia en continua lucha con razas inferiores y animales grandes y pequeñas como las bacterias y virus que por la violencia en la que viven les vencen continuamente.

El resultado es que nosotros ahora los expulsados de marte a la Tierra y en el caso de que nos mantengamos en oazvseguiremis siendo más evolucionados que ellos aún viviendo en un estadio anterior al nuestro en la tierra.

Por lo que hay que seguir estando hay en la paz. Ahí.

Fernando Ortolà