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sábado, 9 de noviembre de 2024

La espiritualidad de la emancipación

Dos líneas que se cruzan establacen un centro de cruce que es el punto central en el que ambas se cruzan.

Ese punto se halla en el centro de la imagen que forman las dos líneas cruzadas es decir en su interior.

 Dos cruces que se cruzan entre  si forman un cruce mayor, el cual ya no se halla en el centro de la imagen que forman ambas cruces cruzadas sino que se halla en el exterior entre el eje de giro de una cruz y el eje de giro de la otra cruz.

Esa abertura exterior entre ambas astas de dos cruces cruzadas forma un ojo dibujado por el giro del eje de una cruz sobre el eje de la otra.

El cruce de dos líneas forma una cruz y representa un sacrificio pero el cruce de dos cruces es un cruce mayor que representa un sacrificio mayor aunque ambos sacrificios si se afrontan de un modo correcto aportan un beneficio por lo que el beneficio que aporta el cruce de dos líneas es menor que el beneficio que aporta el cruce de los cruces.

El cuerpo humano representa el cruce de dos líneas y el tercer ojo o percepción extrasensorial humana representa el cruce de dos cruces.

Es decir que una cruz representa a la primera esencia C y por lo tanto refleja la segunda esencia F. Es decir que es el espíritu reflejando a la materia al cuerpo humano.

Dos cruces cruzadas representan a la segunda esencia F y por lo tanto refleja a la primera esencia C. Es decir que es la materia reflejando al espíritu a la percepción extrasensorial humana al tercer ojo.


El joven alcanza el final de la etapa infantil de un individuo y llega a la emancipación tras la cual ese individuo  ya es  un ser adulto.

El joven en su proceso de formación se imagina que él es él todo es decir el mismo creador, lo único, lo exclusivo.

Pues imita a su tutor físico y buena jerarca el cual es todo para él y la única fuente del alimento vital que le da la subsistencia.

Esa presunción del joven en la que se siente ser todo no es negativa pues le estimula a imitar a su tutor físico del cual aprende y forma su personalidad asimilando las virtudes que su tutor refleja y que luego formarán parte integrante de su personalidad y formación adulta.

En el momento en el que el joven se emancipa y pasa hacer adulto atraviesa el centro de un cruce en el cual pasa de su estado infantil a su estado adulto.

En ese paso de la emancipación suceden distintos cambios en el individuo:

1- El individuo descubre la realidad en la que ya no es el todo sino una parte del todo.

2- Se encuentra con otros individuos adultos que igual que él son otras partes de ese todo y a los cuales debe de aceptar de igual a igual.

3- Se da cuenta de que su tutor físico deja de guiarle y ahora es el mismo individuo adulto el que se debe de guiar a sí mismo siguiendo la voz de su propio corazón y propio determinismo.

4- Se da cuenta de que el todo que antes estaba en su exterior y representado por su tutor físico y buen jerarca ahora al ser adulto se halla en su interior en la voz de su corazón. 

5- El alimento vital que antes recibía única y exclusivamente de su tutor físico y buen jerarca ahora lo recibe de los demás seres adultos a través del intercambio de frutos con ellos por lo que se ve ante la necesidad de tener que aceptar ese intercambio es decir el compartir con los demás de igual a igual.

6- El paso de la jerarquia a la igualdad.

Todo eso supone en cambios en los cuales el individuo alemanciparse y pasar de su periodo infantil a su periodo adulto sufre esas transformaciones a las que se debe de adaptar.

El dolor sólo se produce cuando el individuo no acepta esas transformaciones sin embargo si las acepta entonces en vez de haber sufrimiento existe el placer de nacer a una nueva vida y crecer.

La mujer experimenta ese cambio de la emancipación de un modo intenso, ya que como docente y persona más próxima al individuo en su periodo infantil se halla más próxima a él, a su hijo, como madre que le acompaña hasta el último momento de su infancia, hasta el final de su juventud y

las puertas de su emancipación, en las cuales la madre igual que él sufrirá el dolor igual en cada transformación oor la que  el hijo pasa en el momento en el  que se emancipe y abandone el hogar volando afuera de su nido, lo cual es sufrido por la madre  más que  por el padre por ser por estar la figura materna más próxima a la docencia del hijo y acompañarle mas de cerca en el proceso de su formación desde su nacimiento hasta su emancipación.

Una imagen que refleja de un modo pleno y simbólico el momento de emancipación de un individuo es el de la tipica estampa de la Virgen a los pies de la cruz.

La mujer sufre ese proceso de emancipacion del hijo en los dolores del parto y de la menstruación.

Si ese proceso del parto y la menstruación son dolorosos en la mujer es porque en realidad la emancipación del Hijo no se está realizando de un modo positivo sino que hay algo que la bloquea transformando así en dolor lo que podría ser un placer.

Ese bloqueo procede el sentimiento de rechazo generalizado de unos hacia otros que se haya presente en la sociedad humana es decir la falta de aceptación hacia los demás.

En el nacimiento un nuevo ser nace de las entrañas de una mujer.

Cuando ese ser estuvo dentro del vientre de su madre él era para ella su discípulo perfecto, hecho totalmente por ella, dirigido y alimentado única y exclusivamente por ella, por su madre, su única guía y sostén.

El dolor que la mujer experimenta en el momento en el que su hijo nace y durante el parto simboliza el dolor interior de ella al perder a ese discípulo perfecto, esa fase de soltarlo y dejarle en libertad que es a su vez perderlo de sus entrañas en donde ella tenía un pleno control sobre él.

El hijo en el momento de nacer experimenta también fisicamente el dolor de ese cambio, el cual simboliza el sufrimiento interno de sentir que pierde la guía única y absoluta de su madre, pasando a un mundo en el cual deberá de realizar algunas funciones por él mismo, sin la misma guía y protección materna.

Los dolores de parto aunque distintos son tanto de la madre como del hijo, por ese cambio de situación de la dependencia a la independencia, de la jerarquía a la igualdad, de la unión a la separación.

El momento de la emancipación y el nacer son similares y en ambas situaciones hay que pasar por el ojo de la aguja, dicho simbólicamente, es decir por un agujero estrecho que conduce a una nueva vida.

 Atrás se deja una situación jerárquica e infantil y se pasa a una situación adulta e igualitaria.

El dolor del cambio se produce cuando no se acepta ese paso de la jerarquía a la igualdad.

Es decir cuando la personalidad jerárquica es demasiado gruesa y no está preparada para pasar por ese agujero estrecho, por el "ojo de la aguja", no está preparada para nacer, para emanciparse, pero se halla ante el inexorable momento en el que debe de nacer y pasar por las puertas para entrar en ese nuevo mundo al que se dirige y al que va a empujado por el ciclo natural de su evolución el cual le presiona a dar ese paso, y en el caso de que el individuo no esté preparado y sea demasiado grueso para pasar por ese agujero estrecho entonces sufrirá ese daño y ese dolor por caber y al arrancarse de su cuerpo ese lastre en el momoento de pasar por esa puerta estrecha.

En el caso de que el individuo esté preparado y se haya desprendido de esa situación jerárquica de antes y allá aceptado la situación igualitaria que vendrá después... en ese caso el individuo no sufrirá dolor al pasar por ese agujero estrecho pues no tendrá lastre del que se deba de desprender, no se producirá dolor en su cuerpo ni en su espíritu, pasará de la jerarquía a la igualdad con plena aceptación del nuevo paradigma, de la nueva vida a la que llega, es decir con plena aceptación hacia los demás con los que en ese nuevo lugares se va a encontrar, pasando así hacer un poco menos el Todo y un poco más una parte del Todo.

La muerte de Jesús en la cruz representa simbólicamente el momento de la emancipación del hijo.

Por eso los cristianos en realidad no tienen nada que ver con Jesucristo, pues son simplemente gente que se preparan para el cambio de la emancipación para que esta resulte positiva y menos dolorosa.

La corriente espiritual que se manifiesta a través de los cristianos y que es la espiritualidad de la emancipación se puede manifestar a través de distintos contextos históricos que representan un cambio emancipativo en el colectivo de la humanidad.

En el caso de los cristianos ese contexto eran los pueblos relevantes y protagonistas del momento histórico en el que vivieron y que en ese caso eran el pueblo y hebreo, los romanos, etc

Aunque la misma corriente espiritual de la emancipación se puede presentar en el contexto de otros países y en otros momentos históricos y sus símbolos continuarán siendo los mismos, la cruz., la madre y el hijo, el padre que empuja al hijo a emanciparse, axpasar por el aguejero estrecho, a la crucifixion, ante los llantos de la madre que le cuesta mas ver al hijo volar del nido y alejarse del hogar.  

La cruz representa el vruce de caminos, el de la infancia y el de la adultez, el cruce de paso entre el joven y el adulto, el cual puede ser un paso positivo si se acepta la igualdad que llega en la adultez o un cambio negativo y doloroso si antes no ha habido una previa depuración de la jerarquía para que ésta no sea demasiado gruesa haciendo que el individuo sufra al pasar por el agujero estrecho que le conduce a la emancipación y al ambiente más igualitario que se presenta en el nuevo lugar al que se dirige.

La emancipación es uno de los momentos más importantes de los ciclos evolutivos de la naturaleza.

Es decir que es un momento que viene al igual que llegan las estaciones del año cada cual en su tiempo la primavera verano otoño e invierno.

Por eso los momentos de los ciclos evolutivos de la naturaleza vienen desde el individuo preparado o no lo esté para experimentar ese cambio.

Así llega también el momento de la emancipación este el individuo preparado para ese cambio o no lo esté.

La espiritualidad de la emancipación prepara a los individuos para ese cambio aportando las enseñanzas necesarias a través del respectivo contexto en el que cada individuo se encuentra situado tanto en el espacio como en el tiempo.

Esas enseñanzas tienen siempre unos símbolos básicos como es el símbolo de la cruz.

Los planetas con sus giros en sus órbitas representan gráficamente esos ciclos de la naturaleza y momentos clave en los que se presentan.

Es notable el hecho de que la luna con sus 13 meses de 28 días cada uno tienen una relación estrecha con la menstruación de la mujer.

Lo cual vuelve a mostrar que esos momentos de cambio como el de la menstruación están traídos por ciclos naturales como el que representa el mes lunar de 2i8 días.

Sabiendo que eso es así se sabe también que existe una preparación espiritual para que la mujer no sienta dolor en sus menstruaciones.

Esa preparación espiritual se basa en el hecho de que hay que estar preparados para pasar de una jerarquía a una igualdad es decir que nuestro lastre jerárquico no sea demasiado grueso en el momento en el que el ciclo evolutivo nos empuja a dar ese cambio pasando de un período jerárquico a un período igualitario.

Es decir que las enseñanzas de la espiritualidad de la emancipación son una holística perfecta y profunda para poder aliviar los dolores tanto de la menstruación como del parto.

Una espiritualidad de la emancipación que a su vez nace de la cenuítica que es el estudio de los ciclos evolutivos naturales en los que se ve envuelto el ser humano y los cuales requieren de cierta preparación espiritual para que esos cambios no se presenten negativos por falta de preparación sino positivos y gratificantes.

Ese enlace de la Luna con la menstruación y nacimiento de los seres humanos muestra la profunda vinculación de esta con la vida en la Tierra y su evolución.


Fernando Ortolá 





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