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El electrón, el grado, y el día... sueltos... producen la electricidad de la vida.
En la esquina sopla un aire fuerte una comunicación fuerte, ante la que muchas veces es mejor no asomarse a la esquina para que ese viento fuerte, ese alarido de comunicación fuerte no nos de en la cara u nos obligue a cerrar los ojos y los sentidos por ser un aire demasiado intempestivo, que hasta nos puede dañar cuando ese viento que sopla tras la esquina es traído por una tormenta con lluvia, nieve, granizo, muy bajas temperaturas y rayos.
En ese caso mejor no asomarse tras la esquina, sino permanecer en el lado de la esquina en la que se está, guarnecido de las inclemencias del tiempo y de la comunicación, quedarnos solo en el camino en el que estamos, entre las paredes que marcan y delimitan sus sos lados, sin asomarnos de frente tras la esquina para ver ese otro camino que se cruza con un violento vendaval.
A veces es incluso mejor detenerse en el propio camino para no tener que atravesar la intersección que se forma con el cruce de ese otro camino por el que corre ese gran vendaval comunicativo, sino esperar un poco a que se calme la tormenta para después poder seguir caminando por nuestra calle, sin el riesgo de que al cruzar esa otra calle el viento que sopla por ella nos lleve volando sacandonos así de nuestra calle, de nuestros principios.
Es decir que para mantenernos en nuestros propios principios y camino a veces hay que detener nuestro paso ante las esquinas que se forman con el cruce de otros caminos, calles, ideas, principios, modos de ser, para que los fuertes vendavales de esas otras tendencias no destrocen la nuestra al cruzarse con esta, y para así después más tarde poder seguir con nuestra tendencia, principios y camino.
A veces el vendaval que sopla por la calle que se cruza no es tan fuerte y no nos amenaza con llevarnos volando y sacarnos de nuestro camino.
En ese caso podemos seguir caminando por nuestra calle cruzando la otra calle, pero sin mirarla, sin asomarnos a ella en el momento de cruzarla, para que no nos afecte el frío del vendaval que sopla por ella que aunque no nos lleve volando sin embargo es frío, y nos produce atropello, dolor, lágrimas y oscuridad sobre todo si el fuerte aire lleva consigo partículas de polvo, restos de plantas, ramas, hojas, piedrecitas, arena que nos obliga a cerrar los ojos, haciendo que la situación se empeore por mirar a esa calle en el momento de cruzarla, por lo que en ese caso es mejor no mirar sino seguir andando de frente por nuestro camino y calle, manteniéndonos en ella, en nuestros principios y tendencia por la que circulamos, pues en ese momento no hay otra posibilidad más que la de seguir caminando e incluso protegiéndonos del cruce con un sombrero de ala ancha y chaqueta de altas solapas, o con incluso velo y turbante si el vendaval de la calle que cruzamos contiene arena.
No hay otra.
A todo esto es bueno preguntarse la causa de las calles que se cruzan con fuertes vendavales que golpean a otras calles en las esquinas de los cruces.
Pues si sabemos la causa tal vez podamos evitar ese mal tan irritante y doloroso.
La causa no es difícil contemplarla y conocerla y basta solo con el deseo de hacerlo.
Pues es lógico que si una pared contiene el aire que sopla tras ella y tras esa pared estamos guarnecidos del viento hasta llegar a sentirnos afortunados diciendo algo así como:
¡Mira, aquí no hace ni pizca de aire, podemos parar a hacer un picnic en el camino y bajo el Sol, la pared nos protege del aire frio!
Ese será ciertamente un momento agradable.
Pero hay que pensar que al mismo tiempo que esa pared nos protege notaremos la embestida del aire cuando después de haber reanudado la marcha se termine el tramo del camino que estaba protegido por la pared y nos veamos de nuevo expuestos al aire.
La contención del aire ha hecho que este sople con más fuerza por los lados del muro y por los pequeños huecos y conductos de acceso.
Es decir que la construcción de principios y caminos demasiado sólidos y dogmáticos con grandes paredes y muros obturan las suaves brisas de aire que anuncian otros principios, tendencias y caminos y detienen a esos otros aires obligandoles a pasar por pequeños orificios y conductos por los que se ven obligados a soplar con más fuerza y potencia, produciendo tormentas y destrozos.
Lo cual no hubiese sucedido si no se hubieran obstaculizado los aires de esas otras tendencias que en un principio eran solo suaves brisas benéficas, alegres y comunicativas, pero que al obstaculizarlas las hemos transformado en destructivos vendavales comunicativos y destructivos, que han explotado destrozando nuestro propio camino y principios por haber sido estos demasiado impositores, dogmáticos y cerrados al dialigo, con poca confianza en la vida, en los demas y por ende en uno mismo y los propios principios que en sus comienzos siempre están alentados por un sentido humano de paz, armonia y fé en la vida y el Padre universal, tal como cada cual lo concibe.
Pero una vez se ha hecho mal, habiendo obturado el aire, la comunicación con otros, y el vendaval en el cruce con la calle de otros principios suena fuerte entonces es mejor no asomarse a la esquina por si acaso y detenerse un momento hasta que la tormenta amaine.
Síntesis y análisis cenuitico:
Quedarse tras la esquina en momentos de tormenta es quedarse en la octava parte la totalidad.
Pues una solo esquina es ya la cuarta parte por ser una de las 4 esquinas que se forman con un cruce de calles.
Si ante una esquina nos detenemos quedándonos solo a un lado de esta para evitar así el vendaval entonces nos hallamos en la mitad de la esquina la cual es la octava parte de la totalidad.
La actava parte de la circunferencia son los 45 grados de la precesion de los equinoccios que da la inclinación del eje de la tierra a su mitad variable y aprox. De 23,5 grados que permite la vida en la Tierra.
Es decir que la vida en la Tierra en la que estamos nos detiene ante la esquina del universo protegiéndonos de los grandes vendavales tanto físicos como comunicativos con otros seres hacia lis que que es mejor aún no asomar la mirada tras la esquina para verlos por el fuerte impacto de la tormenta y aire que recibiríamos en la cara para lo cual aún no estamos preparados, por lo que es mejor no armarnos tras la esquina y quedarnos enbel nido Tierra hasta estar lo suficuentemente evolucionados para poder asonarnisxal universo y viajar por el.
Aunque tampoco hay que dejar de estar Ahí cuando llega el momento de salir del nido y por miedo retrasamos la salida, lo cual es lo que sucede en los tiempos adultos de la humanidad en los que actualmente nos encontramos.
La esquina es la cuarta parte de la totalidad, es decir que es 90°.
En cada esquina se presenta la posibilidad de estar a un lado o a otro de la esquina dividendo así los 90° en 2 partes de 45° que se refleja en precesion de los equinoccios y la inclinación especifica del eje de la Tierra que permite la vida en esta.
Lo cual nos sugiere que la Tierra es un nido protegido.
Aunque en realidad cada esquina de un cruze de vías se divide también en 4 partes.
Pues cada esquina se compone de :
1- El lado de una calle.
2- El lado de la otra calle.
3- El espacio cerrado y oculto que queda detrás de las paredes de ambas calles
4- El espacio abierto y exterior que se forma con el cruce de ambas calles.
Así que si una esquina son 90° entonces la cuarta parte 90° son 22,5° lo cual nos acerca solo con un grado de diferencia a la inclunacion del eje de la Tierra a 23,5°
Es decir que el detenernos ante una esquina para guatecernos del venabal de la calle que se cruza es precisamente la posición de la Tierra con su inclinacionvde 23,5° que le protegen de los vendavales del universo para poder producir la vida en ella.
La inclunacion del eje de la Tierra no es exactamente de 22,5° grados lo cual indica que los habitantes de la Tierra tienen una pequeña apertura al cosmos para ir adaptándose gradualmente el universo enbel que estamos.
Esa pequeña apertura variable de un grado puede crear trastornos en la percepción de la realidad a los habitantes de la Tierra en su proceso evolutivo hacia el universo.
Ese pequeño trastorno de encaje mental de las esquinas produce el estímulo al debate, a la comunicación, a la inquietud a mejorarse, comunicar con otros, a dialogar en busca de la esquina perfecta sin vendaval, con paz, es decir en busca de los 22,5°grados de inclinación del eje de la Tieera, de lis 45 grados perfectos de la cuarta parte fé los 90 grados perfectos de la esquina o cruce de calles perfecto con armonia es decir sin vebabales y tempestades comunicativas.
Ese grado de diferencia que separa al 22,5 del 23,5, y nos separa de la medida real del espacio del universo.... es un grado suelto afuera del espacio el cual nos dinamiza impulsandonos a la búsqueda de la realidad de la dimensión en.la que estamos, de la verdad.
Ese grado suelto inquieto y saltarin es como el electrón suelto e inestable de los atomos que viajan de un átomo a otro, de un lado a otro, de polo a polo, produciendo la electricidad y magnetismo que enciende, motiva e impulsa la acción y vida de cualquier organismo viviente.
E l grado suelto es como ese día suelto del antiguo calendario ttadicional. Ese día del que se de una que estaba afuera del tiempo.
Ese electrón, grado o día suelto y afuera de los patrones tiempo-espaciales de nuestro mundo es el que dinamiza la Tierra y sus habitantes llevándoles por el camino de la evolucion por el camino del perfeccionamiento hacia la plena apertura y realización del universo en el que estamos.
Aún podemos seguir dividiendo más la esquina si pensamos en la cuarta parte del interior de la esquina en la que se produce un espacio compartido entre la tendencia del camino de un individuo y la tendencia del camino del otro i dividuo que en ese momento se cruza ante el.
Pues en el caso de que ambos invidiuos se esfuercen educuadamente en armonizarse el uno con el otro uniendo sus tendencias y principios... entonces las tendencias de cada uno ocupatan 11,25° que es la cuarta parte del los 45° de una esquina.
Aunque con ese grado suelto de diferencia y dinamización , ese espacio interno compartido de ambos individuos será de 11.75° pues esa es la mitad de 23.5° que es la inclunacion del eje de la Tierra..
Es curioso el hecho de que el grado suelto que se sale de los patrones espacio temporales de la dimensión en la que estamos... es también el que acerca al ser humano a la perfección de una dimensión más profunda reflejada por el numeto 12 al cual se acerca más el 11,75 de la división a partir de la inclinación del eje de la Tierra que el 11,25 de la división incluyendo el grado suelto, el cual parece que aleja al ser humano de una dimensión externa e imperfecta centrada en la materia y sus divisiones duales de 90° , 45° , 22.5° etc y le lleva más a la realidad de una dimensión interna más espiritual y a si vez más perfentaxquexesta centrada más en el nunero 12 y en la multiplicación por 3, por un numetp impar, en vez de por 2 y por los números pares.
Es decir refiriéndose de nuevo al espieitu, ya que lo par está asociado a la materia y lo impar al espiritu.
Lo cual inidica que la perfección y realidad de las cosas se encuentra más presente en el interior, en el espiritu que en el exterior y la materia.
También es curioso el hecho de que al acercarnos a la perfección interior del 12 a tras del 11.25 y luego del 11,75 con ello nos alejamos del 11 quedando así este asociado al mundo material externo, menos consistente y perfecto del que hay que alejarse para evolucionar al 12 del mundo interior y espiritual más perfecto.
Pues en numerología el número 11 está asociado a catástrofes como lo fue la destrucción del Torres gemelas del 11 septiembre 2001.
Aunque siempre queda la polémica en torno a si el 11 el ejecutor o el ejecutado, o el auto ejecitado, ... pues las dos Torres gemelas parecen dos números uno formando juntos un numero 11.
Es evidente que no hay mas misteroos que el del hecho de que una mala sociedad se ejecuta a si misma.
La conclusión de todo ello es la de siempre, la de que en este mundo hace falta menos materialismo y nas espiritu y amor, y que este es la solución de todos los problemas.
Fernando Ortola
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