El exceso de las miserias que produce la guerra lleva a un exceso del deseo de placer.
El exceso de placer lleva a apartar el esfuerzo de la vida de la gente, es decir a vivir una vida sin esfuerzo.
Una vida sin esfuerzo y con solo placer lleva a que la gente a veces tenga que hacer un poco de esfuerzo para poder seguir manteniendo la salud, por ejemplo el esfuerzo de hacer deporte.
De este modo el esfuerzo ya no se presenta integrado en la vida en pequeñas y llevaderas porciones de un esfuerzo leve que se debe realizar de vez en cuando mezclado con los quehaceres cotidianos de la vida, en los cuales incluso esos pequeños esfuerzos están excluidos, desterrados, eliminados de la vida, pues cuando alguien debe de limpiar los platos de la comida el labavajillas lo hace, el esfuerzo de labar la ropa la lavadore lo hace, el esfuerzo de andar el coche lo hace etc
Asi el esfuerzo queda excluido de una vida que solo quiere placer.
Pero el cuerpo humano no está hecho solo para tener placer sino también para realizar esfuerzos, y por eso si esos esfuerzos no se realizan entonces el cuerpo humano se enferma.
Asi que para evitar que el cuerpo humano se enferme hay que darle de vez en cuando la dosis de esfuerzo que necesita para tener salud, y esa dosis de esfuerzo que se le da al cuerpo para mantenerse sano es el deporte, son esas sesiones de deporte a las que se suele asistir una vez por semana para recibir la intensa dosis de esfuerzo que el cuerpo necesita.
Los lugares que ofrecen esa dosis de esfuerzo intenso suelen ser los gimnasios, las sesiones gimnasticas.
¿Es buena esa dosis extra de esfuerzo o seria mejor integrar el esfuerzo en la vida a pequeñas y leves dosis cotidianas?
Pues si se integrase en la vida a pequeñas dosis el cuerpo también se mantendría sano y el esfuerzo a realizar no seria excesivo sino llevadero, no seria y yugo pesado como una dolorosa inyección, sino que seria pequeños tragos suaves y cotidianos, efímeros y llevaderos como yugos ligeros.
Pero el aceptar el esfuerzo como yugos ligeros es decir, integrar el esfuerzo de ese modo seria el romper con la idea de placer, lujo y comodidad en el que mucha gente desea vivir sin tener que realizar ni el mas minimo esfuerzo, ni el mas pequeño yugo, ni siquiera el mas ligero.
Una idea de comodidad exagerada que excluye el esfuerzo de la vida haciendo que de vez en cuando se tenga que ir al gimnasio a recibir esa dosis de esfuerzo excesiva, a levantar varias veces esas grandes pesas que son ese simbólico yugo pesado que se debe de tragar simbólicamente para poder mantener la salud.
Cuando en realidad seria mas fácil integrar el esfuerzo en la vida para que así el esfuerzo de la vida sea yugo ligero, llevadero y suficiente para mantener la salud.
Las dosis de esfuerzo intenso, los yugos pesados, se pueden ver en los jugadores de un importante encuentro futbolístico.
Los fans que están viendo el partido beben cerveza, lo cual es un símbolo del placer de la vida.
Con ello se vuelve a ver claramente la relación entre el exceso de comodidad y el exceso de esfuerzo, y cómo esas dos tendencias desequilibradas se estimulan la una a la otra.
El futbolista está en el gran esfuerzo, el sudor, el riesgo dando todo de si para conseguir meter un gol mientras que el fan está bebiendo su cerveza mientras observa sufrir a su ídolo.
Es decir decir que por lado está el extra esfuerzo del ídolo futbolístico y por otro lado está la extra comodidad del fan que le observa bebiendo alcohol.
Yendo a la esencia de este fenómeno social:
El exceso de esfuerzo de uno produce el exceso de placer del otro.
Lo mismo sucedía en el coliseo del antiguo Imperio Romano.
El exceso de esfuerzo y sufrimiento del gladiador que moría en la arena por dar un espectáculo placentero al publico que lo "disfrutaba" comiendo sus exagerados racimos de uva y demás placeres.
Aunque eso era aun mas extremo que en el futbol.
Lo mismo se puede observar en las corridas de toros.
Mientras el torero arriesga su vida y el toro muere el publico en un estado de excitado placer "disfrutan" el tortuoso y sangriento espectáculo
Esto estaría entre los gladiadores y el futbolista.
Mejor es interar el esfuerzo para evitar todos esos desequilibrios y atropellos.
Para lo cual hay que comprender que el unico placer en la vida no es la comodidad material de la cual se deba de excluir todo esfuerzo material.
Al igual de que el esfuerzo material tampoco es el ml del mundo que se deba de excluir para siempre.
El placer que produce bienestar no es solo el material sino tambien el interior y espiritual.
Si se tiene el placer interior entonces ya no se persigue el placer material excesivo en el exterior.
Ai que ese es un modo de no perseguir solo la comodidad exterior material. Ese modo es teniendo un placer interior o espiritual.
Pero en muchos casos el placer interior y espiritual está excluido de la vida de la gente.
Eso se debe a la imposicion de creencias religiosas las cuales impiden que la gente pueda vivir con paz la propia felicidad y placer interior, ya que la imposicion sobre ellos de una creencia religiosa les impide vivir en la propio espiritu y placer interior, en la propia felicidad interna, ya que esa creencia prohibe la propia vida interior de cada persona condenandola de pagana y obliga esa religion o creencia oficial haciendo creer que es la unica y verdadera, exclusiva y salvadora.
Lo cual hace que la gente sin experiencia propia de placer interior deseen solo el placer y comodidad externo y material excluyendo toda forma de esfuerzo, lo cual les lleva a realizar de vez en cuando esos esfuerzos excesivos para asi poder recibir la dosis de esfuerzo necesaria para poder mantener la salud, un dosis grande de esfuerzo que no siempre se presenta en el gimnasio de los domingos, sino que tambien puede venir traida por la vida con una enfermedad, con una desgracia natural o con una guerra, etc.
Mejor evitar que se presenten esos excesos y liberar esas esencias del placer y del esfuerzo haciendo que estas tambien sean cotidianas, externas e internas, para que todas ellas se presenten como yugos ligeros y equilibrados y no como yugos excesivos, desequilibrados y dolorosos.
La esencia del placer es la esencia E, la esencia del esfuerzo es la esencia F, y lo mismo se debe de hacer con las demas esencias, con la esencia S que es la mente y con la esencia C que es la identidad y la propia voluntad.
Tambien se huye del tener que pensar y razonar.
Pues el pensar tambien es una especie de esfuerzo igual que el esfuerzo fisico.
Asi que el pensar tambien se destieraa igual que el esfuerzo fisico.
Al evitar el tener que pensar la necesidad de pensar se va acumulando, hasta que llega un momento que se debe de realizar un gran esfuerzo mental, pensar mucho, para poder recibir una gran dosis que contiene todo el esfuerzo mental que durante un largo periodo de tiempo se ha rechazado.
El ser humano tambien esta hecho para pensar, y tambien necesita pensar para poder mantener la salud, asi que cuando el pensar se rechaza llega un momento que se necesita y se debe de pensar todo lo que antes no se ha pensado.
Esa gran dosis de pensar es tambien un yugo pesado que pesa y duele tener que cargarlo, al igual que duele una gran dosis de esfuerzo fisico.
Las grandes dosis de esfuerzo fisico se pueden recibir en el gimnasio del fin de semana y esas grandes dosis de esfuerzo mental tambien tienen sus lugares en los que que se reciben con el dolor y esfuerzo mental que eso requiere.
Uno de esos lugares de esfuerzo mental son las escuelas y centros de estudios.
A poca gente le gusta tener que estudiar mucho para prepararse ante un examen escolar importante por obtener una cualificación necesaria para la posibilidad de sobrevivir en la vida.
Esas grandes dosis dolorosas de esfuerzo mental se podrian evitar si se incorporase la esencia de pensar en la vida cotidiana, es decir a pequeñás dosis no dolorosas y llevaderas como pueda ser el pensar en como lavar la ropa con una pastilla de jabón o pensar cual seria el mejor lugar y forma de colgar la ropa para que se seque.
Pero de nuevo la busqueda de una excesiva comodidad en la vida es la que hace que se use la lavadora para no tener que pensar mas, pues tan solo hay que apretar un boton y ya está, como el boton de la maquina secadora en la que se introduce la ropa mojada y tan solo hay que apretar otro botón.
Asi que en esas cuestiones hay que pensar menos y la necesidad de pensar empieza a acumularse.
La violencia de unos sobre otros bloquea la facultad de pensar
pues cuando un individuo es violento hacia otro le impone su voluntad y le fuerza a ser obedecido . Eso anula la facultad de pensar del atacado, pues el atacando le incomoda diciendole que que la victima no sabe pensar que es tonto, que no debe de pensar y hacer solo lo que el atacante le dice. Eso hace que la facultad de pensar de un modo integral y cotidiano se vaya perdiendo y que asustados por el atacante que anula la capacidad de pensar de los atacados por acusarla de inutil, lo cual conduce a que a los atacados se les vaya acumulando la necesidad de pensar hasta un punto en el que necesitan activar la mente con urgencia, necesitan una gran dosis de pensar, y entonces es cuando vienen los grandes y dolorosos esfuerzos mentales como son los duros examenes de las escuelas o los momentos en los que la mente de cualquiera se acelera por no comprender las cuestiones importantes de su propia vida y todo se oscurece, viendose la persona obligad a tener que realizar un gran esfuerzo mental para porder comprender y superar la situacion, es decir, recibir de golpe toda la dosis de esfuerzo mental que antes no quiso aceptar, en pequeñas y cotidianas dosis que despues se le han ido acumulando hasta ser grandes dosis de un doloroso esfuerzo mental que se podrian haber evitado de haber incluido antes antes el esfuerzo mental en la vida cotidiana, a pequeñas dosis de un modo integral es decir integrados a las demas acciones de la vida La manera de solucionar el problema es desbloqueando es facultad de pensar por uno mismo, una facultad por quienes de un modo violento imponen sus creencias a los demas. El aceptar el pensar activa el pensamiento interior y autodidacta en las cosas trascendentales y espirituales de la vida lo cual produce una gran paz y placer interior, descubriendo asi que el pensar no se activa solo en la materia externa, sino tambien en las cosas internas y espirituales, y que activando el pensar en esos temas internos la necesidad de pensar se acumula menos en el exterior, en la materia y no se deben de recibir esas dosis externas y materiales de tener que pensar urgentemente y de un modo doloroso para poder solucionar una dificil situacion que se ha formado por haber estado un tiempo rechazando el tener que pensar en las pequeñas cosas de la vida, un rechazo cotidiano y continuado al pensar que se produce por la imposición del ego violento de alguien que nos impone continuamente su manera de pensar, anulando así la mente de su victima, y haciendo que esta recce el pensar en todo monumento, por no atreverse, por miedo a quien le reprime de modo cotidiano, que puede ser un machista por ejemplo. Lo mismo que sucede con la esencia del pensar, de la mente sucede tambien con la identidad, pues la necesidad de activar la propia voluntad y determinismo se va acumulando hasta un punto en el que reivindicar nuestra propia voluntad se torna doloroso y violento. Es decir, un yugo pesado para el individuo que manifesta la violencia y para los individuos que reciben su violencia.
Para evitarlo hay que incluir la propia voluntad en las tareas cotidianas para que la necesidad de la esencia de la propia voluntad no se vaya acumulando y despues necesitemos una gran dosis de ella para poder sobrevivir, pues el ser humano tambien esta hecho para vivir con la esencia de la propia voluntad y si esta falta el ser humano enferma.
La acumulacion de la propia voluntad se produce por lo mismo que se produce la acumulacion de las demas esencias, por el enfrentamiento y guerra de poder entre unos y otros, intentandose vencer y dominar los unos a los otros en vez de vivir en armonia compartiendo en igualdad, es decir realizando el proposito para lo que el ser humano y este universo esta hecho que es para la armonia, la igualdad, el compartir, el bienestar de todos los seres por igual.
Por eso cuando debido a la violencia de los enfrentamientos se pierde ese propsito basico de al armonia y unos empiezan a atacar a otros, con ello unos a otros se van anulando sus esencias, el cuerpo, las emociones, la mente y la voluntad, y haciendo que en un gran desequilibrio producido por el enfrentamiento todos vivan en una gran carencia de algunas esencias y un gran exceso de otras, y todo el sufrimiento que eso conlleva, el cual se podria evitar viviendo en armonia.
La esencia de la identidad a la cual denomino la esencia C tambien se ve mermada en la gente por la accion de quienes imponen su voluntad sobre los demas anulando asi la voluntad de sus sometidos. Lo cual hace que sus victimas vayan excluyendo la esencia de la propia voluntad y apartandola de sus vidas cotidianas en las cuales ya no se siguen a si mismo sino tan solo la vos de quien les ha hecho creer que es superior a ellos, y eso hace que la esencia de la voluntad se vaya acumulando hasta llegar un punto en el que se necesita con urgencia para poder seguir manteniendo la salud del individuo, y en ese momento se necesita una gran dosis de propia voluntad, de manifestacion de la propia voluntad, que por ser una gran dosis resulta violenta para uno mismo y para los demas, y se transforma en agresion y ataque, en guerra y destruccion.
Para evitar a que eso suceda hay que incluir la esencia de la voluntad tambien en la vida cotidiana, en donde la propia voluntad no se acumula, no se atora, no es violenta sino feliz y benéfica, y ayuda a resolver los pequeños problemas cotidianos sin esfuerzo extra, sino tan solo poniendo un poso de propia voluntad y determinismo en las acciones que se realizan, de modo que esas acciones son llevadera, son un yugo ligero, que hay que evitar que se acumule y se transforme en un yugo grande y doloroso, al igual que hay que evitar que se acumulen tambien las demas esencias, la esencia F del esfuerzo fisico, la esencia S del esfuerzo mental, y la esencia E del placer.
Fernando Ortolá
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