Páginas

lunes, 6 de marzo de 2023

El camino del ser adulto

 El niño todavía no camina por la senda del ser adulto.

Sus 2 pies adultos aún no están formados pues se encuentran en proceso de formación. 

Debe dejar los zapatos adultos en reposo, quietos, juntos, en actitud de espera, para ser usados más tarde, al llegar a la adultez.

Si los usa e intenta caminar con ellos puede tropezar pues son demasiado grandes y si intenta correr se  puede  caer.

Esos son los zapatos de su tutor, de su padre, de ese gran ser adulto que para el niño es su rey, es Dios en la tierra con forma física.  Pero  cuando ese ser adorado sale a la calle  es un igual con sus semejantes, con los demas seres adultos, y solo desea vivir en igualdad con ellos en una buena sociedad.

El niño a veces abre la puerta del armario del balcón para ver las herramientas que su padre usa para la labranza de la tierra.

Coje la hazada y la intenta levantar. Uf...! Que pesada! Apenas puede con ella.

Haciendo un esfuerzo la carga en su hombro y al girarse para ver el vuelo repentino de una paloma golpea sin querer el trasero de su madre que ha salido a tender la ropa.

¡Ay..  que niño más travieso.! ¡Deja la hazada de tu padre en el armario!

Una interpretación más profunda y simbokica de las formas que intervienen en ese relato es la siguiente:

Los zapatos son el Yin yang.

El niño aún no lo debe de usar, sino dejar que sea su tutor, el ser adulto quien lo maneje.

La hazada, las herramientas de la huerta y el trabajo de labrador de su padre representan el vértice superior del triángulo del ser adulto, la meta a alcanzar en cada momento, a la cual se dirige caminando con sus zapatos los cuales representan los 2 vértices de la base del triangulo y el Yin yang.

La base del triangulo del ser adulto son sus dos pies con los que camina, combinando los pasos a derecha e izquierda y también son las esencias que el ser adulto al igual que sus pasos ya deben de estar activas tras su meta, son la mente, su cuerpo, las emocuones y su propia voluntad, esencias que el ser adulto debe de activar por sí mismo para caminar hacia la meta y realización de sus proyectos

En el vértice superior del triángulo se encuentra la meta que el ser humano persigue.

Los 2 vértices de la base del triangulo son los puntos 1 y 2 que representan a los pies del ser adulto y el punto 3 es el  vértice superior que representa a su consciencia y a la meta hacia la que se dirije con su caminar.

Esa es una primera pincelada del contexto del relato y de su interpretación simbólica.

A continuación uso la información obtenida para comprender un granito de arena más el mundo en el que estamos.

La evolución de la hunanidad se compone en dos grandes fases, la primera es la infantil y la segunda la adulta.

En la prinera la humanidad  es un niño y en ella los individuos que la componen aún no están preparados para caminar por si mismos tras el alcance de una mata, sino que deben de dejar en resposo las esencias que componen su ser, su cuerpo, su mente, sus emociones y su propia voluntad, y ponerlas en manos del tutor físico, para que sea este quien las cultive y quien proteja a los individuos.

Durante esta fase los individuos deben de ver a sus pies como el niño del relato veía a los dos zapatos de su padre, es decir, como las dos esencias basicas, el blanco y el negro (el Yin yang) las cuales aún no debe de usar, sino dejarlas tal como están, en reposo y equilibrio, para que sea el tutor físico quien las cultive y use, para que esas esencias se manifiesten solas, creciendo desarrollándose, con la naturaleza, la cual deben de dejar fluir dejándose llevar por ella con las esencias pausadas, en reposo, para que sea esa naturaleza quien las lleve y cultive, un tutor (el maestro fisico) a quien deben de obedecer y seguir en todo, pues es como Dios en la tierra en presencia física y tiene un dominio pleno da la naturaleza, el cual los individuos de la hunanidad infantil también quieren alcanzar algún día.

En la humanidad adulta es diferente.

Pues los individuos que la forman ya: son adultos con sus esencias formadas, su cuerpo, mente, emociones, e identidad ya están formadas y por lo tanto deben de activar estas, activar sus esencias adultas ya formadas, activar sus pies, los vertices 1 y 2 de la base del triangulo, y ponerse a caminar, para alcanzar la meta de sus proyectos, la cual es el punto 3 en el vértice superior del triángulo.

La humanidad infantil se refleja en Oriente y la humanidad adulta se refleja en Occidente.

Los símbolos y respectivas culturas de Oriente y de Occidente reflejan que así es.

En Oriente existió la moda de mantener pequeños los pies de las esposas fabricando pequeños zapatos en donde debían de poner los pies para mantenerlos pequeños.

Este es un símbolo oriental que refleja al niño que aún no debe de usar los zapatos grandes paternos.

El Yin yang al cual ya me he referido es otro signo que muestra lo mismo.

Las piramides invertidas de la China y la India muestran lo mismo, dando a conocer a su vez a la presencia del cenu cenuitico sobre la superficie de la tierra, en el cual se representa la evolución de la humanidad girando hacia la derecha, es decir que en Oriente se dirige hacia abajo, hacia el interior, y por eso allí están las piramides invertidas señalando la dirección hacia el interior. Mientras que en Occidente en donde la evolución de la humanidad que el cenu indica se dirige hacia arriba... las piramides que se construyen también son con el vértice superior hacia arriba.

Todos estos esquemas cenuiticos que se reflejan en el mundo a nivel global también se reflejan a nivel personal en las personas.

Es decir, por ejemplo observando el triángulo referido con sus puntos 1 ,2 y 3, pues los puntos 1 y 2 tambien representan  a los dos hemisferios cerebrales y el punto 3 a la consciencia del ser adulto (glándula pineal) su objetivo, y meta, a la que se dirige caminando con sus 2 pies, con su vehículo y herramienta, sus 2 hemisferios cerebrales, pensando, razonando el modo de ir superando los obstaculos con la activación de las esencias adultas, de su propia mente, su propio cuerpo, sus propias emociones, su propia voluntad e iniciativa.

Por eso para el ser adulto de la hunanidad adulta es importante tener despierto en su consciencia el punto 3 hacia el que se dirije, el cual como proyecto común de todo ser adulto se resume con el alcance pacifico de una buena sociedad.  Pues ese es el proyecto base que se halla inscrito en la naturaleza de lo más hondo de todo ser adulto, como deseo propio y personal de todo adulto.

Pues si no se es consciente del punto 3 y no se camina hacia él entonces se desestabilizan los puntos 1 y 2, el caminar, el balance entre los dos hemisferios cerebrales, entre las dos partes derecha e izquierda, por bloquearse la energía del ser adulto que con su caminar quiere dirigirse hacia arriba, hacia el punto 3, hacia la realización de su proyecto.

Cuando eso sucede y se bloquea a la energía adulta que se dirige al punto 3 y con ello se desestabiliza el equilibrio entre los puntos 1 y 2... entonces la energía bloqueada en su camino hacia 3 empieza a saltar de 1 a 2 de un modo desequilibrado, es decir que empieza a saltar de un lado a otro del cuerpo, del  derecho al izquierdo, una y otra vez produciendo enfermedad, daño y dolor a un lado y a otro (caracteristica del cáncer..  ), con esos saltos dimensionales abruptos que de un modo caótico realiza a través de un punto 3 (puente dimensional) bloqueado.

Por eso hay que tener el punto 3 despierto, para poder dirigir hacia él los pasos del caminar sin desequilibrios hacia los extremos (Sire, enfermedades...) sino de un modo armónico (el Adi) que aporte el beneficio y la salud propia de todo ser adulto .

El punto 3 es también el Ojo hermano que en las visiones de las Enas hace de puente dimensional para que un Ojo visite a otro.

En las relaciones entre la gente el punto 3 es el tercer individuo que hace de puente para que 2 entren en contacto.

Es también el espiritu santo de la teología cristiana.

Es la mente en las esencias cenuiticas.

La mente que hay que activar para que la herramienta mental, el Fes, pueda apartar de nosotros la oscuridad.

Dar al niño la norma de reposar su mente es bueno, porque así se le ayuda a no tener sentido de culpa cuando sin querer por su poca experiencia comete un error, pues siempre podrá decir que ha sido a causa de su mente inexperta, dando a esta la culpa de su mala acción, y tendrá razón en lo que dice.

Pero dar al adulto la misma norma  de reposar la mente no es bueno porque lleva a este a justificar sus malas acciones hechas intencionadamente diciendo que ha sido la mente, y echando la culpa a esta.

Son dos contextos distintos en los que la mente se debe de activar o desactivar.

En el contexto del niño es bueno si se desactiva y malo si se activa.

En el contexto del adulto es bueno si se activa y malo si se desactiva.


Fernando Ortolá













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Conclusiones y opiniones de los lectores: