El yugo ligero es la carga que el espiritu tiene que soportar y el yugo grueso es la carga que soporta el cuerpo fisico.
El yugo grueso es el aparentemente mas pesado pero cuesta menos de soportar que el yugo ligero el cual aunque es el mas pequeño es tambien el mas costoso de soportar.
Esto es asi porque los seres humanos somos seres espirituales y por eso nuestro mayor placer y nuestro mayor sufrimiento se produce en el espiritu y no en la materia.
El yugo grueso es el que se refiere a la carga que el cuerpo debe de soportar y al esfuerzo fisico que debe de realizar para soportar esa carga.
El yugo ligero es el que se refiere a la carga que el espiritu debe de soportar y al esfuerzo espiritual que debe de soportar para soportar esa carga,
El esfuerzo fisico del yugo grueso es por ejemplo el de quien se esfuerza fisicamente para construir su vivienda, cargando los materiales que va colocando para construir sus muros, el tejado y demas componentes.
El esfuerzo espiritual del yugo ligero es el de quien se esfuerza interiormente para poder aceptar la igualdad con sus semejantes, venciendo su propio ego de sentirse superior a los demás.
Cuesta mas vencer el propio ego que levantar un saco de piedras.
Por eso cuesta mas el yugo pequeño que el yugo grande.
Cuesta mas vencer el problema espiritual que vencer el problema material.
Cuesta mas el espíritu que la materia y por eso da mas placer vencer el problema del espiritu que vencer el problema de la materia.
De lo cual se deduce que el espíritu es la base de la materia y que si se soluciona primero el problema del espíritu despues el problema de la materia tambien se resolverá por si solo, por añadidura, pero si el problema del espiritu se queda sin resolver entonces el problema de la materia continuara existiendo, pues seguirá siendo proyectado por el problema del espiritu que aún está por resolver, pues lo primero es el espiritu y despues la materia, ya que el espiritu es el origen de la materia pero no al reves, es decir que la materia no es el origen del espiritu sino que es el espiritu el origen de la materia.
Por eso el yugo ligero es lo primero que hay que ir a resolver y no el yugo grande sino el yugo ligero, y asi si se resuelve primero el yugo ligero entonces ese será el acceso para poder resolver primero el yugo grande, recibiendo asi del espiritu las energia necesarias para poder cargar con el yugo grande de un modo productivo y no doloroso, como pueda ser por ejemplo realizando un trabajo fisico vocacional con alegria y positividad, es decir, disfrutando del trabajo, del esfuerza fisico que se realiza, es decir venciendo el yugo grande con animo y alegria lo cual solo se consigue si antes se ha vencido el yugo pequeño, como lo es por ejemplo el propio ego que nos separa de nuestros semejantes.
Para vencer el yugo ligero no hay mas que seguir el propio impulso vital, es decir seguir la voz del propio corazón, ser uno mismo, a lo cual la cenuitica denomina el estar Ahí.
Pues siguiendo el impulso vital el mismo impulso vital ya conduce al individuo a aceptar interiormente a todos sus semejantes de igual a igual, y ya conduce al individuo a permanecer abierto al intercambio continuo de esencias, de frutos que se produce entre todos los seres, y si ese intercambio interno automático y natural sigue abierto entonces el individuo sigue manteniendo su salud interna y externa de su cuerpo fisico pues sigue recibiendo las esencias, alimentos, frutos, vitaminas de todos, las cuales necesita para mantenerse sano, pues de ese modo el cerebro del individuo como gran antena biologica que abierto a seguir recibiendo los frutos de todos y distribuyendolos a las distintas partes del cuerpo del individuo para seguir manteniendo su salud, al igual que el cerebro del individuo continua enviando su propio fruto via interna y telepatica a los demás individuos, a los semejantes, para que sus respectivos cerebros como grandes antenas emisoras y receptoras reciban su fruto y lo distribuyan en sus respectivos cuerpos humanos de los demas individuos para que estos tambien tengan y mantengan su salud e integridad necesaria a la que todo ser viviente tiene derecho.
Todo lo dicho ya se realiza por si solo con el simple hecho de seguir el propio impulso vital.
El impulso vital es el mismo Dios invisible que habita en el corazón del ser adulto y que el ser adulto sigue simplemente siguiendo en cada momento la voz de su corazón, es decir, siguiendo su propio impulso vital.
Es decir que para que un ser adulto ame a Dios sobre todas las cosas y al projimo como a si mismo tan solo tiene que seguir su propio corazón, ser él mismo, actuar con libertad y propio determinismo, pues ese sera su propio impulso vital que le mueva en cada momento y en este, en su impulso vital, ya está contenido el amar a Dios y al projimo, pues a eso es a lo que le conduce su impulso vital en cada momento, y si rechaza a Dios y al prójimo entonces el individuo rechaza tambien a su impulso vital y pierde su salud, pues por no aceptar internamente a unos o a otros bloquea el intercambio interno de frutos con ellos, y a causa de ello el individuo pierde su salud, pues a él ya no llegan internamente los frutos de los demas que necesita para seguir manteniendo su salud normal y habitual.
Por eso vencer el yugo ligero es seguir el propio impulso vital, estar Ahí, y estando Ahí, siguiendo el propio impulso vital el individuo adulto por si mismo ya ama a Dios y al projimo, y no es necesario que nadie se lo inculque.
Por eso con ello tambien se deduce que todo el que venga a transmitirnos el amor a Dios y al projimo sin alentarnos a seguir nuestro propio corazón, es decir que viene dandonos ordenes para que le sigamos a él... esa acción suya significa que lo que nos está transmitiendo es falso, pues por un lado nos quiere transmitir el amor hacia Dios y hacia el projimo pero por el otro lado nos deja ser nosotros mismos y el amor a Dios y el projimo únicamente se despierta en el individuo que sigue su propio corazón, es decir que está Ahí.
Pero el que viene hablandonos del amor a Dios y al projimo y a la vez reconoce su igualdad con nosotros, y pide nuestra ayuda ademas de darnos su ayuda, y nos permite seguir siendo nosotros mismos, es decir, seguir siendo libres, si que lo podemos considerar como a alguien sincero que dice la verdad, y cuyos actos no son falsos sino verdaderos.
Pues en los tiempos adultos en los que estamos en una humanidad que ya es adulta el amor a Dios y al projimo no llega via externa a traves de alguien que enciende su llama en nosotros sino que Dios lo pone directamente en el corazón de todo ser adulto haciendo que esa llama se despierte por si sola dentro del corazón de todo ser adulto haciendo que cada ser adulto en algun momento comprenda y sienta totalmente por si m mismo y por propia decisión que quiere y desea amar a Dios y al projimo, lo cual llega y se enciende unicamente a traves de una relación personal e intima de cada individuo con el Creador, con Dios, con el Dios invisible que aparece en el corazón de todo ser adulto.
Por eso en los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos Dios ya no es una creencia, es una ciencia, necesaria para mantener la salud, es el impulso vital que todo ser adulto quiere y debe de seguir para ser él mismo y mantenerse sano.
En los tiempos pasados de la humanidad cuando esta era todavia un ser infantil era distinto pues los individuos aun no estaban formados ni preparados para ser ellos mismos, sino que debian de ser guiados por tutores que cuidaban de ellos, cuidaban de una humanidad infantil para la cual los tutores que la guiaban eran sus dioses jerarcas, sus buenos jerarcas, ya que todo niño necesita de una jerarquia, una buena jerarquia que le conduzca, mantenga y le ayude a crecer, pero cuando ese niño de la pasada humanidad llega a su adultez entonces ya no necesita de la jerarquia que le conduzca, pues ya esta formada, ya es adulta, y lo que necesita es unicamente actuar como un ser adulto, como una humanidad adulta compuesta por individuos adultos, que quieren y necesitan seguir la voz de sus propios y respectivos corazones adultos, ser ellos mismos, con propio determinismo, actuar de un modo libre, y trabajar juntos con respeto mutuo e igualdad, con paz y sentido común, para formar y construir una buena sociedad humana con igualdad de derechos y privilegios, cada vez mas proxima, para así de camino hacia ella sentirse bien entre seres iguales, felices y sanos, por estar cumpliendo con la norma natural del ser adulto de la humanidad adulta actual que es simplemente seguir el impulso vital, estar Ahí.
Por el estar Ahí de todos.
Un abrazo
Fernando Ortolá.
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