El impulso vital

 

Venimos a esta vida para estar Ahí en el amor y en la paz, para aprender a confiar en el amor y así que crezca nuestro espíritu en esa confianza, para después que nuestras almas puedan pasar a dimensiones más altas, a planos más elevados, después de esta vida. 

Y por eso lo más importante es estar Ahí en el amor, en la paz, en el impulso vital. 

Eso es lo primero, eso es lo que recompone todas las averías que hayamos podido tener. 

Esa es la primera acción que se debe de tomar siempre: el estar Ahí. 

El estar Ahí no depende de nada, de haber alcanzado la cima de la creación o no, de haber alcanzado las metas o no. 

Pues estar Ahí siempre se puede hacer, aparte de todos los ciclos en los que estamos, en los que subimos y bajamos. 

Estar Ahí es la única posibilidad que siempre se puede realizar. 

Siempre podemos estar Ahí, estemos en la parte alta de un ciclo o en la parte baja. 

Los ciclos van girando, las esencias van girando en nuestras vidas, pero lo más importante siempre es estar Ahí, en el centro del giro de las esencias, y el centro de los giros es el amor central, el impulso vital de la vida de cada uno. 

Esa es la primera capa que hay que solucionar, que hay que reparar, el primer asunto, la primera cuestión. 

Y si no estamos Ahí, si no se resuelve primero esa cuestión de estar Ahí en el amor y en el impulso, en el impulso vital, entonces todas las demás cuestiones siempre estarán defectuosas, porque siempre faltará la primera, que es el estar Ahí, estar en el amor vital, en el impulso vital, en la vida de cada momento, de cada instante del presente, en el amor que hay que confiar para crecer en él, para que nuestro ser, nuestro espíritu, crezca en la confianza hacia el amor que está siempre en el presente de cada momento de nuestra vida. 

Para que así todas las demás partes de nuestra vida también funcionen bien y, si se han estropeado, se reparen y, si están bien, que se mantengan bien y no se vuelvan a estropear. 

Para lo cual siempre hay que estar Ahí. 

Ese es el gran propósito de siempre, pues el estar Ahí no depende de nada. 

Siempre se puede estar Ahí, en cualquier momento del ciclo, ya sea alto o ya sea bajo. 

Las esencias giran en torno al estar Ahí, suben y bajan en sus distintos ciclos, pero eso no afecta al estar Ahí. 

Hay que estar Ahí siempre, para que las esencias funcionen bien. 

Pero si salimos del Ahí, si perseguimos una esencia y, por perseguirla, salimos del Ahí, entonces eso hace que todo el entorno del Ahí, todas las esencias y todos los ciclos se desequilibren. 

Para lo cual hay que regresar al Ahí, al amor de siempre, al amor central, al presente, a la paz del presente, a la posibilidad de estar en paz, de estar Ahí siempre, en todo momento presente y en todo lugar. 

En cualquier momento de cualquier ciclo, estar Ahí siempre es lo más importante, lo primero, la piedra angular. 

Lo cual, si se soluciona y se está Ahí, entonces todo lo demás también se soluciona, porque todo depende del Ahí, pero el Ahí no depende de nada. 

Estar Ahí es una posibilidad en la que siempre se puede estar. 

Después, el estar Ahí nos conduce a solucionar cosas en la vida que se habían estropeado por nuestro no estar Ahí, como por ejemplo, relaciones con personas o trabajos que debíamos de realizar, cosas que se han quedado atrás por el abandono de nuestro estar Ahí. 

Pero cuando recuperamos el estar Ahí personal de cada uno, de cada momento del presente de cada uno, entonces todas esas otras cosas que se habían estropeado por abandonarlas se recuperan y, al recuperarlas, el estar Ahí vuelve a encender todas esas cosas, a situarlas bajo su dirección, en torno al momento presente, y todas esas cosas vuelven a llenarse de luz y todas esas averías se vuelven a reparar y vuelve a brillar la luz en la verdad y en el amor, como el centro de toda una creación dirigida por él amor y que brilla con su luz, con una total plenitud y salud para toda la eternidad, en la cual podemos seguir estando Ahí, como siempre Ahí.

El estar Ahí conduce siempre a Dios y al projimo.

Pues el estar Ahi es seguir el impulso vital, seguir la vos del propio cirazón adulto, y esta es Dios.

Al estar Ahi y asi seguir a Dios con ello tambien al mismo tiempo amanos al projimo.

Pues el plan de la creación de Dios es que todos los seres creados se intercambien sus respectivos frutos de igual a igual para que asi todos ellos tengan salud y con ello se realice la creación.

Por eso al estar ahí , al seguir el impulso vital con ello ya se va de un modo directo automatico y natural al amor hacia Dios y hacia el projimo para que se realice la creación de Dios lo cual es su deseo.

Lo cual significa que cuando un ser vivo simplemente es libre, es decir que sigue su propio impulso vital y determinismo con ello ya esta amando a Dios y al projimo, porque la libertad de todo ser se compone de esos dos elementos y si no los tuviese no viviria, pues esos dos elementos de Dios y el projimo son los que sostienen la vida y la libertad de todo ser viviente, ya que son el unico proposito de la existencia de todo ser.

Por eso esos dos elementos  de Dios y del projimo no se pueden manipular, no se pueden dar, revelar, recibir u ofrecer, ya que Dios y el projimo son dos elementos intrinsecos de la vida de todo ser, ya están dentro de todo ser pues son la misma vida que le sostiene.

Dios y el projimo son los dos elementos basicos y fundamentales  de la libertad de todo ser.

Por eso para que cualquier ser vivo tenga a Dios y al projimo simplemente hay que dejarle ser libre, actuar por si mismo, pues su misma libertad ya contiene y activa en él esos dos elementos vitales de la vida de todo ser.

Por eso si alguien del mundo viene diciendo que nos va a conectar con Dios y con el projimo, es como si nos dijese que nos va a dar la vida y la libertad, lo cual ya tenemos, por lo que en vez de darnos la vida y la libertad en realidad no quita la vida y la libetad porque nos condiciona ambas cosas.

Cualquier persona por si misma ya es libre y para que siga siemdo libre no hay que condicionarle porque si se le condiciona deja de ser libre.

Una forma de que alguien condicione y quite la libertad de un individuo es ir yendo hacia él y diciendole que le vas a dar la libertad pues eso significa que le va a decir como el otro tiene que ser libre, con lo cual le saca de la propia libertad que ese otro individuo ya tiene y le va a dar una nueva libertad que segun el que se la da es una libertad mejor que la que ese otro individuo tiene, pero la realidadad es que la autentica libertad es solo la que cada individuo ya tiene en su propia vida y si se le anula esa libertad para darle otro en realidad no se le esta haciendo libre sino que se le esta quitando la libertad que ese individuo ya tenia en él mismo, que es la misma libertad que todo ser viviente ya tiene en si mismo por el simple jecho de ser y de existir, pues la libertad es la vida de vada ser y si no se tiene no se vive.

No se le puede decir a alquien que no es libre porque tiene algunos obstaculos en su vida, pues no hay nadie que en su vida no tenga algun obstaculo que deba de superar, y tampoco hay nadie que por tener obstaculos no tenga libertad, pues por grandes que esos obstaculos sean siempre hay una posibilidad de ser libre, de ser uno mismo, para asi poder vencer esos obstaculos. Una vida sin obstaculos y pruebas a superar tampoco estimula la libertad de esa persona que supuestamente no  tiene problemas, pues la libertad para poder funcionar necesita una dirección para poder seguir, unos obstaculos para poder vencer, unas pruebas para poder superar siendo uno mismo, con libertad y siguiendo el propio determinismo.

Si queremos que alguien sea libre no hay que decirle nunca algo asi como: "... Te voy a dar la libertad..." pues eso seria anularle su propia libertad cambiandosela por otra que no le corresponde,... para ayudar a que alguien sea libre simplemente hay que dejarle que siga siemdolo, no hay que querer manipularle, hay que dejarle libre, y avercarse a él no como un ser superior y "salvador" o "unico dador de la libertad" sino acercarse a él como un igual, aceptandole de igual a igual, dandole ayuda  en lo que necesite, pero tambien pidiendole ayuda, dejandole ser como es, intercambiando los frutos con él de igual a igual, con amor y aceptacion mutua, para asi crecer ambos en el amor y realizacion de este maravilloso mundo y universo en el que nos encontramos.

Por la aceptacion mutua e igualitaria de todos hacia todos, por el amor, la libertad y la paz de todos, para que siempre se disfrute, respete y mantenga durante toda la eternidad.

Un abrazo

Fernando Ortolá