Somos hijos de los seres pensamiento, que son seres de una dimensión más alta que la nuestra.
Ellos crean este mundo con su pensamiento.
Todos los objetos materiales y cuanto hay en este mundo son pensamientos suyos. Ellos nos engendran en sus pensamientos, como almas que crecen dentro de nuestro cuerpo físico y que son nuestros cuerpos más evolucionados con los que viviremos en una dimension más alta, en la dimensión en donde están nuestros padres la cual esta dirigida por las emociones y el amor. Una dimensión más alta que ahora no podemos ver porque aún no tenemos los sentidos para poder verla pero que los tendremos con el curso de nuestra evolucion a la que nacemos de un modo natural, y viviremos junto a nuestros padres que ahora se encuentran allí, y seremos seres pensamiento. Con nuestro pensamiento podremos crear mundos en la dimension más bajos, como la dimensión en la que ahora estamos, y en esos mundos, en nuestros pensamientos materializados en seres vivos engendraremos sus almas, que serán nuestros hijos, y que nacerán de nuestros cuerpos pensamiento, y con propios cuerpos pensamientos como los nuestros, pasando a ser seres pensamiento como nosotros que vivirán junto a nosotros como hijos nuestros en la dimension más alta de las emociones y el amor que podrán ver, sentir y vivir plenamente, por ya tener los sentidos para ello.
ORACION DE ACEPTACIÓN DE LA CRUZ DEL SER ADULTO
Aceptación y respeto hacia tu propio trabajo, mente, pensamiento y cenuitica, que son la herramienta de trabajo,... y hacia el propio tabajo, mente, pensamiento y cenuitica del Padre y del projimo.
Para que tu propio trabajo, mente, pensamiento y cenuitica, junto con la del Padre y la del projimo sigan haciendo la luz de la creación, con todo su esplendor y magnificencia de igualdad, paz, amor y bienestar eterno.
Sigue tu i.mpulso vital, tu energía vital, tu elina, tu estar Ahí, pues este ya te lleva de un modo automático y natural a aceptar y respetar tu trabajo, el del Padre y el del prójimo.
Estate Ahí, para mantenerte en integridad y salud.
Ahí.
El cuerpo humano es un aparato eléctrico biológico.
El cerebro es su central electrica.
Los esquemas mentales que nuestra mente crea son los circuitos electrónicos que a través del cerebro recorren el cuerpo.
Por eso si esos esquemas mentales están desequilibrados entonces el circuito eléctrico que crean también lo está y este recorre nuestro cuerpo de un modo desequilibrado, lo cual produce bloqueos en el flujo de energía eléctrica, y esos bloqueos producen enfermedades en el cuerpo.
La salud de nuestro cuerpo está esta en manos de nuestra actividad mental.
Es decir que debemos de activar nuestra mente de un modo positivo para que nuestro cuerpo tenga salud.
Esto es así porque nos hallamos en el periodo adulto de la humanidad en el cual ara poder sentirnos bien, para lo cual no solo debemos de activar nuestra mente sino también las demás esencias, el cuerpo, las emciones y la propia voluntad.
Eso significa que si una persona no activa por si mismo su propia mente y se esfuerza en mantener esta en equilibrio... no conseguirá crear el buen circuito electrónico que conduzca su propio cuerpo aportandole salud, y carea en el caos jerarquico de guerras de poder en el que hay esquemas mentales desequilibrados que crean circuitos electrónicos defectuosos que por inercia se similaran a nuestro cuerpo consuciendole mal, bloqueando el flujo de energía eléctrica que recorre el cuerpo físico y produciendo enfermedades.
Para evitar que esto suceda no hay más remedio que activar nuestra mente. Activar la mente es la única solución, pues si no la activamos nadie la va ha activar por nosotros, y caeremos por inercia en el caos mental jerarquico, el cual nos producirá enfermedades.
Eso es así porque nos hallamos en el periodo adulto de la humanidad, en el cual de un modo interno los individuos que formamos la humanidad adulta ya somos seres adultos con las esencias formadas, es decir, con el cuerpo, la mente, las emciones y la identidad ya formadas, y por lo tanto para poder sentirnos bien debemos de activar nuestras esencias ya formadas, y entre ellas la mente, activar la mente, y demas esencias, para asi con ellas poder construir una cada vez mejor sociedad humana.
En los pasados tiempos infantiles de la humanidad esta era un niño el cual no tenían aún sus esencias formadas, no tenía formados su cuerpo, su mente, sus emociones y su identidad, y por eso el remedio para poder calmar su ansiedad y sentirse bien era pausar sus esencias, dejarlas en reposo y ponerlas en manos del tutor (el buen jerarca, el maestro físico...) para que este sea quien las culrive, conduzca, y proteja para que puedan crecer bien y llegar así a la adultez.
El tutor era quien con su mente creaba los esquemas mentales balanceados que eran los circuitos electrónicos que fluían por los cuerpos de los niños manteniendo la salud de estos.
Pero cuando el niño ya ha llegado a la adultez el tutor ya no está presente para poder seguir creando con su mente los circuitos electrónicos que protejan la salud de su cuerpo y por eso el niño que ya habrá dejado de serlo será quien como ser adulto y por él mismo active su propia mente pata crear con ella los esquemas mentales necesarios que serán los circuitos electrónicos balanceados que aporten salud a su cuerpo físico.
Pues el tutor de presencia física ya no estará para poder hacerlo por él.
Todo ello muestra que somos hijos de un Padre que con su mente, sus esquemas mentales y circuitos electrónicos creados con estos ha creado al universo en el que estamos con todos sus habitantes entre los que nos encontramos nosotros, los seres humanos, como sus hijos, a quienes protege y conduce junto a a toda su creación hasta la realización plena y total.
Pues si somos sus hijos y estamos creados a su imagen y semejanza entonces también tenemos una mente creadora como la suya.
Lo cual significa que cuando llegamos a la adultez ya debemos de hacer uso de nuestra mente creadora, para así con ella ser participes de la creación, junto con el Padre creador, además de que como Él empezamos a crear muestro propio universo, participando a su vez como aprendices de la creacion y conduccion del universo del Padre del que nacemos, y en el que estamos.
Fernando Ortolà
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