El buen sentido de la solución

 La oscuridad que te molesta  no está en la materia sino en el espíritu.

Te da la sensación de que esta en la materia porque se refleja en la materia, pero esta en el espiritu.

Por eso para que esa oscuridad se vaya y deje de molestarte no hay que ir a la materia sino al espíritu, y en el espiritu debes de hacer lo que te faltó hacer para que la oscuridad no apareciese que fue estar en el amor.

Cuando  en el espiritu estas en el amor entonces la oscuridad desaparece del espíritu y esta deja de reflejarse en la materia.

Cuando combates la oscuridad yendo a la  materia la oscuridad no desaparece sino que se hace cada vez mayor y además va saltando de sitio para que no la atrapes, va reflejando en distintos objetos materiales, saltando de uno a otro igual como lo hace el cáncer y cualquier otra enfermedad o problema que se presente.

Cuando vas al espiritu y en el espiritu amas ... entonces es cuando la oscuridad al fin deja de reflejarse en la materia, y entonces comprendes porqué la oscuridad saltaba de un objeto material a otro como teletrasportada, comprendes que esos saltos de la oscuridad se producían con facilidad porque en realidad se estaban realizando en el espíritu, no en el exterior en donde vemos la materia sino en el interior en donde reside el espíritu, en donde se piensan y se sienten las cosas, en el interior, en ese lugar interno en el que poder saltar fácilmente de pensar en un acosa a pensar en otra, de pensar que estamos en la playa a pensar que estamos en la montaña, o podemos pasar en un instante de imaginar que estamos bailando a imaginar que estamos nadando, etc todos esos pasos de un estadio a otro, de una situación a otra se realizan de un modo instantáneo pues transcurren en nuestro espiritu, en nuestro interior, en nuestro pensamiento, en nuestro sentimiento, en nuestra imaginación.

Lo que pensamos, imaginamos y sentimos en nuestro interior, en el espiritu, se refleja en el exterior en la materia, y por eso para corregir la materia no hay que ir a la materia sino al espíritu, aunque resulte paradójico, o digamos que no hay que ir a corregir la materia desprovistos de espiritu,  por ejemplo con estrés, es decir sin la paz necesaria que cualquier acción material requiere para poder ser realizada de un modo correcto.

Todo esto da a entender que el espiritu es en realidad el creador y conductor de la materia.

Es decir que con nuestro espíritu, con nuestro interior, con nuestro sentimiento, imaginación y pensamiento estamos creando y conduciendo el mundo material externo en el que vivimos el cual no es más que una creación y proyección de nuestro espíritu.

Sabiendo que esto es así es práctico conocer los distintos atributos de la materia y del espíritu respectivamente.

Espiritu: interior, creador, origen, fuente, lo ausente e invisible, el giro hacia la izquierda, el impulso, la iniciativa, la acción, etc

Materia:  exterior, creación, giro hacia la derecha, el cuerpo, etc.

Con todo ello se puede deducir también que si con nuestro espiritu, sentimientos y pensamientos estamos influyendo en el mundo material externo eso se debe a que nosotros con nuestro espiritu y pensamiento somos los creadores y conductores de este mundo material o universo físico en el que  estamos, pues nuestro espiritu y pensamientos le influyen e interactúan con él.

Nuestro pensamiento es el origen de este universo pero en realidad somos muchos pensando, así que  todos juntos estamos creando, sosteniendo y conduciendo con nuestros pensamientos el mundo físico o universo en el que estamos.

Si esto es así debemos de intentar vivir en armonía entre nosotros para que nuestros pensamientos creadores se sintonicen bien y así poder crear un mundo físico lo suficientemente coherente para poder vivir con bienestar en él.

Todos somos creadores, pues todos creamos con nuestro pensamiento, pero somos creadores hermanos, pues somos muchos.

Así que la facultad creadora no es tan jerárquica como antiguamente se pensaba.

Aún así nuestro poder mental (del pensamiento)   no es lo suficientemente fuerte como para  poder mover un objeto físico con la mente sin tocarlo con las manos, o para hacer aparecer un objeto físico de la nada. Así que con ello se puede deducir que por encima de nosotros hay un ser o seres más evolucionados que nosotros, y Él o ellos deben de ser quien protege y conduce el mundo físico en el que estamos.

Ese gran ser o seres más evolucionados que nosotros que con su pensamiento o pensamientos crean y conducen nuestro mundo físico debe o deben de ser nuestro Padre o Padres creadores también de nuestros cuerpos físicos pues estos forman parte también del mundo físico creado y conducido por el pensamiento de Él o ellos, de nuestro gran Padre o grandes Padres.

Así que si eso es así entonces se puede deducir que nosotros nos hallamos en un mundo creado por ellos en el cual también hemos sido creados por ellos en nuestros cuerpos físicos.

Y si esto es así es porque somos hijos suyos, igual que una madre crea el cuerpo de su hijo en el interior de su propio cuerpo.

Si somos hijos suyos debemos de estar aprendiendo a manejar y hacer uso de nuestra mente creadora en lo cual ellos nos deben de estar  adiestrando a lo largo de nuestra vida.

Aquí viene la consecuente pregunta:

:¿Como nos adiestran?

A lo que viene la consecuente respuesta:

Con proximidad a nosotros, como la proximidad que un padre tiene hacia su hijo, es decir, como aprendiz, permitiéndonos que con nuestras mentes seamos partícipes de su creación que es el universo físico en el que estamos, y que seamos partícipes en la conducción de este.

Si todos tenemos acceso a la conducción.mental del universo físico en el que estamos eso significa que todos con nuestras mentes y pensamientos estamos creandonos  y conduciendonos mutuamente los unos a los otros las realidades físicas o mundos fisicos colectivos y personales con todas sus respectivas y variadas situaciones y respectivas circunstancias en las que cada uno de nosotros nos hallamos inmersos día tras día en el quehacer de nuestra vida cotidiana.

Es decir que con nuestra mente nos estamos creando mutuamente las respectivas realidades físicas en las que nos encontramos cada uno de nosotros.

O sea que con mi mente estoy creando la realidad física en la que tu te encuentras y tu con tu mente estas creando la realidad fisica en la que yo vivo.

Todos con nuestra mente estamos creando las realidades físicas en las que todos vivimos .

Lo cual y en vista del gran poder mental que todos tenemos sobre todos se hace mayor aún la necesidad de  vivir con armonía entre nosotros no solo en el nivel de nuestros cuerpos físicos sino a todos los niveles es decir también en el nivel más profundo de nuestros pensamientos, sentimientos y espíritu, es decir pensando bien los unos de los otros, aceptándonos, queriéndonos y amándonos de verdad los unos a los otros, pues de ese modo con nuestras mentes y facultad creadora estaremos creándonos mutuamente circunstancias físicas favorables los unos a los otros y haciendo así  que la vida de todos sea más confortable, sana y feliz.

Fernando Ortolá