En el lugar de las losas de piedra en el monte Montgó.
Veo descender el Ojo describiendo circulos a izquierda y derecha alternativamente y en cada cambio algunos movimientos horizontales de izquierda a derecha.
Aparece un paisaje de montañas y praderas y sobre el llano se proyectan desde arriba 4 líneas gruesas que forman las 4 aristas de una gran piramide.
Parecen 4 rayos de luz proyectados a partir del reflejo del Sol en la atmósfera y filtrados por las nubes tal como he visto recientemente.
Aunque en este caso esas 4 lineas que tenian un aspecto de dureza y consistencia material y un color más oscuro y amarronado como el color de la tierra.
Con ello Kinomi me mostraba que la piramide es una forma natural presente en los astros y planetas como en la Tierra también.
La piramide del cuadrado básico del suelo terrestre con sus 4 puntos cardinales Norte, Sur, Este y Oeste, las 4 dimensiones aparentes de nuestro mundo que elevan nuestro suelo a la unidad del Sol como punto y circulo de fuego que es dador del luz, calor y vida a todas las especies vivientes que habitamos la superficie.
Después he visto otra escena en la que en el mismo paisaje ya no se veían las 4 aristas que formaban la gran piramide y en su lugar aparecía una gran esfera en tonos oscuros, la cual hubiera podido caber entre las 4 aristas de la piramide que hace un momento se encontraban allí.
Con ello Kinomi me muestra que las esferas de los astros al igual que la esfera que forma la Tierra están contenidas en grandes estructuras energéticas piramidales a través de las cuales y de los vertices superiores de estas se pueden comunicar entre si y de un modo instantaneo los seres vivos que habitan sobre las superficies de distintos planetas pudiendo incluso teletransportarse físicamente de un planeta a otro.
Esta vez Kinomi comparaba a toda la Tierra como una gran nave Ose esférica que es la glándula pineal (el Exis) de la Tierra contenido dentro de esta, en su eje de giro y en su núcleo.
La presencia de Ose, de la glándula pineal, dentro de la Tierra forma el gráfico de un gran Ojo en el que su pupila es el núcleo de la Tierra y la horizontal que une los 2 vértices de la silueta externa del Ojo es el eje de rotación terrestre.
Todo ello forma la presencia de un gran Ojo que representa a la glándula pineal de la Tierra con la cual esta puede comunicarse instantáneamente con otros astros del universo ya estén cerca o lejos.
Esta misma figura energética de la glándula pineal en forma de Ojo también se refleja en los dos polos del eje de rotación de un astro o planeta.
Pues en ese caso la pupila representa el eje de rotación (cero relativo, exis) el iris es el giro del eje de rotación en torno de su eje de precesion y la horizontal que define la silueta externa del ojo es la horizontal aparente del suelo planetario y la horizontal de la ecliptica sobre la que la Tierra y los planetas giran en torno al Sol.
El gráfico del Ojo al igual que el de la piramide también se halla contenido entre las formas de la naturaleza del mundo en el que vivimos.
Después he visto de nuevo esas casas de tejados grises inclinados que en el pasado remoto existieron en el lugar en el que me hallaba haciendo la Ena en el monte Montgó de Denia y junto a las losas de piedra.
Después he visto la misma población en la que podía ver una piramide de paredes lisas.
En la parte izquierda de la piramide y sobre el suelo he visto la silueta de una persona que andaba con decisión y determinio, .moviendo sus brazos al andar. No he podido captar sus detalles pues lo veia desde lejos, en pequeño, pero se podía distinguir que era una persona andando enérgicamente.
A través de lo cual Kinomi me muestra que cuando esa civilización remota que existió en ese lugar llegaron a una fase de adultez en el ciclo de la evolución (cenu) de la sociedad que formaban, fue entonces cuando empezaron a imitar las formas de la naturaleza y a construir piramides, con las cuales, pudieron salir de la Tierra y contactar con otras civilizaciones del universo.
Después he visto de cerca a la gente que vivía en esos tiempos remotos del lugar en el que me hallaba.
Era sorprendente verlos tan proximo a ellos, a color, con sus .movimientos naturaleza y gestos.
Eran como nosotros somos ahora, con unas vestimentas y peinados similares. Aunque con ligeras diferencias características bastante notables.
La constitucion fisica de ellos parecia más robusta, con cuerpo un cuerpo más y proporcionalmente musculado.
He visto una mujer de pie, entre perfil y de espaldas. Se encontraba haciendo sus labores caseras. Tenia el pelo lacio, largo y rubio, aunque abundante, y lo tenía atado con alguna cinta y formando una gruesa coleta que caía sobre la espalda.
Llevaba una especie de vestido delantal con tirantes cortos y de color claro.
Su aspecto era totalmente como una mujer actual.
Estaba relajada y tranquila en sus quehaceres caseros.
He visto también otras personas de frente, de tez blanca y sonrojada por el Sol de verano, con cabellos negros o rubios, largos o cortos y todos ellos tanto hombres como mujeres tenían ese aspecto robusto y sano, y con la misma vestimenta. El delantal largo. haciendo una faldita que llegaba por encima de las rodillas.
Se veia una vestimenta fresca y ligera, que los hombres también llevaban lo cual denotaba que vivían en una sociedad evolucionada en la que se establecía la igualdad entre el hombre y la mujer.
Tanto mujeres como hombres tenían aspecto robusto y fuerte.
En estas secuencias he visto la vestimenta de verano, pues en otras secuencias había visto a la gente de la misma población con ropa de invierno, formada por una combinación de túnicas largas y cortas encima de las largas, como una chaqueta-tunica que se ponía encima. Parece ser que no usaban plantones.
En otras Enas recientes Kinomi también me ha mostrado el alto grado de igualdad que existía en esa civilización que construia piramides y que en tiempos remotos existió en torno al .monte Montgó.
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