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domingo, 16 de febrero de 2025

El infinito no está en la materia sino en la mente que la sostiene

 Las partículas de las dos rendijas cuanticas están entrelazadas cuando no se observan es decir que se presentan en cruzado y cuando se observan se presentan en paralelo.

Es decir que al no ser observadas cada partícula tiene una vida propia y genera unas propias ondas las cuales se cruzan entre sí.

Cuando las partículas no se observan entonces actúan en paralelo lo cual significa que todas juntas forman parte de una sola órbita que gira en torno de un punto central mayor que en este caso es el observador.

Es decir que cuando las partículas no son observadas estas son el centro cada una de ellas y cuando son observadas estas son la órbita y el centro es el observador.

Viéndolo a través de las esencias cenuíticas se puede decir que cuando las partículas no son observadas cada una de ellas es la primera esencia C, y cuando son observadas cada una de ellas pasa a ser la segunda esencia F y el observador pasa a ser la primera esencia C.

Cuando las partículas no son observadas cada una es la esencia C es decir que cada una tiene su propia identidad y a su vez forman parte de una identidad mayor que es la creación en su totalidad y el Creador que es la identidad mayor que lo representa todo.

Esa formación es la que produce las moléculas y las sustancias físicas y los objetos materiales del universo en el que estamos.

Cuando las partículas son observadas entonces hay una nueva identidad que interviene que es la del observador y esta identidad que por ser identidad también está representada por la primera esencia C es la que toma la dirección de esas partículas que forman la creación y las pone a su disposición para poder generar con ellas una nueva creación.

Aunque en el experimento de la doble rendija cuántica el observador no realiza ese paso de hacer algo con las partículas simplemente la suelta de la identidad del Creador y eso es cuando las partículas se presentan en paralelo poniéndose así a disposición del observador para que este haga algo con esas partículas.

Aunque el observador no hace nada con las partículas ya que su mente es menos potente que la mente del Creador.

Voy a explicar eso con una metáfora.

Una familia viven en una casita de madera próxima a un río.

El padre baja cada día al río a por varios cubos de agua para cubrir las necesidades del hogar.

Cada cubo de agua pesa 10 kg.

El hijo pequeño de cuatro años acompaña siempre al Padre en el camino hacia el agua y de vuelta a casa.

Al regresar el niño siempre le pide al padre que le deje llevar el cubo de agua.

El padre sabe que el niño no puede con el cubo porque aún es pequeño y no puede levantar un cubo tan pesado.

Sin embargo el niño insiste y el padre siempre le deja probar y pone el cubo a su lado junto a sus pies y le dice.

¡Venga llévalo tú solo a ver si puedes!

El niño coge el cubo del asa y estira para arriba hace un esfuerzo se pone rojo de la fuerza pero no lo consigue aunque sin embargo sí que lo ha intentado.

Después el padre coge el cubo de nuevo y sigue su camino hacia casa.

Esa metáfora explica el motivo por el cual el creador permite que a través de el experimento de la doble rendija podamos comprobar que existen las partículas es decir esa energía básica con la cual se construye el universo y a través de ello el Creador nos dice:

¡Mira esa es la energía con la que hago el universo úsala construye un universo tú mismo como lo hago yo!

... y nosotros igual que el niño estirando del asa del cubo intentamos hacer algo con las partículas tirando hacia la izquierda hacia la derecha arriba abajo pero no conseguimos más que hacer que el agua del cubo salga fuera y  nos moje la camiseta, los pantaloncitos y los zapatos.

Después el Creador nos dice:

¿Ves? Aun no podeis. Primero tenéis que crecer, aprender a usar vuestra mente.

Pues la mente es la herramienta con la cual el creador hace la creación y por eso cuando observamos las partículas nuestra mente hace que esas partículas se pongan a nuestra disposición ya que al formar parte de la creación todos somos hijos del Creador y por lo tanto tenemos poder con nuestra mente para poder crear un universo.

Pero aún no podemos hacerlo porque estamos aprendiendo y aunque al observar las partículas estas eventualmente se pongan a nuestra disposición sin embargo aún no sabemos cómo crear con ellas un universo tal como el padre de todos el creador sí que hace y conduce hasta su realización final.

Cuando las partículas no se observan estás interfieren entre sí es decir que se presentan en cruzado pues sus ondas interfieren unas con otras.

Es decir que esas partículas están entronizadas entre si tal como la cenuítica define la fórmula de entronización en la cual a está dentro de B al mismo tiempo que ve está dentro de A.

La entronización cenuítica tiene una representación espacial y otra representacion temporal.

La representación espacial es un gráfico estático en el cual aparecen dos círculos con unas líneas indicando que cada círculo está contenido dentro del otro y esa contención mutua se produce al mismo instante desafiando así las leyes del espacio y la distancia.

La representación temporal de la misma fórmula cenuítica es con un movimiento de giro de A y B en el cual ambas giran una en torno de la otra al mismo tiempo 

Es decir que para A el centro de giro es B y para B el centro de giro es A.

Algo parecido a esas estrellas gemelas que giran una en torno de la otra al mismo tiempo tal como podrían ser por ejemplo Sirio A y Sirio B.

Con lo cual se puede decir que la onda que produce la partícula A es la acción de la partícula B girando a su alrededor.

Lo mismo se puede decir que la onda que produce la partícula B es la acción de la partícula A girando a su alrededor.

Pues según la fórmula cenuítica de la entronización lo que rodea a A es B y lo que rodea a B es A y al mismo tiempo lo que gira en torno de A es B y lo que gira en torno de B es A.

Por eso las ondas que generan las partículas A y B son la presencia de la otra partícula en interacción continua con la primera.

La energía electromagnética demuestra al mismo principio cenuítico.

Pues de la interacción de dos ondas nace una tercera onda que es la que se transmite y que empieza siguiendo una dirección transversal y distinta a la dirección que siguen las otras dos ondas que se cruzan formando esta tercera.

Ese fenómeno de el tercer elemento que nace de los dos primeros puede ser explicado también con la fórmula cenuítica del nacimiento de las esencias.

En este caso sería la tercera esencia(Esencia S) naciendo de la segunda esencia (Esencia F) compuesta de las dos primeras esencias (C y F).

Pues hay otra fórmula cenuítica que se refiere a que cada esencia es la suma de las anteriores esencias.

Cuando la tecnologia fabricó las primeras pantallas de los antiguos y ahora vistos como mamotetricos y anticuados televisores de cajon... los tecnicos en la materia sorprendian al publico explicando que un solo punto moviendose a gran velocidad detras de la pantalla era capaz de producir las imagenes que se veian en esta.

¡Oh...! ¡Exclamaban todos boquiabiertos!

Con el mismo principio podemos imaginar que también es posible que una sola partícula moviéndose a una altísima velocidad podría dar forma a todo el universo material que nos rodea.

Así es como actúan las primeras dos esencias C y F, en combinación con las demás esencias que nacen a partir de estas, junto a las cuales sostienen la estructura del universo material.

Aunque esa estructura está sostenida a su vez por la mente de su creador que le da forma conduce y realiza.

Es decir que las partículas se asocian al estado de la materia ya que la materia más indivisible continúa siendo materia llamémosle energía o partículas o plasma o como se le quiera llamar continua siendo la materia en su estado más pulverizado y básico .posible.

Por eso las particulas (energia, plasma, matetia, etc) responde a la mente del observador ya que la mente es el estado superior de la materia del cual la materia nace es conducida y es realizada por esa mente.

Para comprender el universo en el que estamos es importante comprender ese principio de que la materia es un estadio inferior al estadio de la mente desde el cual la materia se crea y se administra.

Por eso es importante también comprender el orden natural de las primeras esencias tal como la cenuítica lo enuncia:

La esencia C está arriba, seguida de la esencia E que está abajo de la esencia C y debajo de la esencia E está la esencia S la cual está encima de la esencia F que es la que está en cuarto lugar y más abajo.

El orden viene a ser así:

Esencia C, identidad.

Esencia E, emociones.

Esencia S, mente.

Esencia F, materia.

Lo cual podemos explicar con la siguiente metáfora:

El Creador es la primera esencia C que representa la identidad, es decir la identidad del Creador, y de él nacen las emociones que es la segunda esencia E, con las cuales siente que quiere crear un universo. A continuación nace la esencia S que es la mente del Creador con la cual este planifica su creación que antes ha sentido que quiere crear, y luego la planifica con su mente que es la esencia S, y después viene la esencia F de la materia y que es con la cual la mente del Creador da forma final a la creación, creando así el universo, y conduciéndolo hasta su realización final.

Es importante conocer este orden de esencias natural para poder comprender el universo en el que estamos.

Pues las esencias son como diferentes dimensiones o estadios separados entre sí y a su vez interconectados.

Es decir que el estadio de la materia se crea dentro del estadio de la mente.

Si imaginamos eso como dos círculos concéntricos en los cuales él circulo de el centro es la materia y el círculo que le rodea es la mente con ellos se puede comprender que por mucho que intentemos hallar donde está el infinito de la materia no lo vamos a encontrar y tan solo vamos a dar vueltas girando en torno al punto central.

Esto se debe a que el infinito de la materia no se halla la materia misma sino que se halla en otra sustancia que está por encima de la materia es decir se halla en la mente.

El infinito de la materia no está en la materia si no en la mente.

De modo que tras ese infinito viene la sustancia mental es decir viene una dimensión superior un estadio superior.

Podemos ampliar el gráfico de los dos círculos concéntricos antes descrito añadiendo dos círculos concéntricos más en el exterior.

Es decir cuatro círculos concéntricos cada cual dentro del anterior.

En el círculo concéntrico central está la esencia F de la materia.

En el segundo círculo concéntrico a partir del centro está la esencia S de la mente rodeando a la esencia F de la materia la cual se halla contenida en su interior.

En el tercer círculo concéntrico está la esencia E de las emociones rodeando a la esencia S de la mente la cual está contenida en su interior.

En el cuarto último y más exterior círculo concéntrico está la esencia C rodeando a la esencia E de las emociones la cual está contenida en su interior.

Observando este gráfico podemos comprobar que el infinito de cada esencia no se halla en la esencia misma sino en la esencia que está por encima.

Es decir que el infinito de la materia no está en la materia sino en la mente al igual que el infinito de la mente no está en la mente sino en las emociones y al igual que el infinito de las emociones no está en las emociones sino en la identidad.

El infinito de cada estadio no está en ese estadio mismo sino en el estadio superior del cual es estadio nace.

Vivimos en un universo que no se compone únicamente de un solo estadio por ejemplo el estadio material sino de varios estadios o dimensiones o niveles o etapas tal como se le quieran llamar.

Esos distintos estadios están también en cada uno de los seres que habitan en el universo.

Pues formamos  parte de él.

Es decir que todos tenemos un cuerpo material (F) un cuerpo mental (S)un cuerpo emocional (E) un cuerpo espiritual (C, identidad)


Fernando Ortolá






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