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lunes, 28 de marzo de 2022

Los inocentes culpados. El efecto "Picomeme"

La mayor desgracia que la humanidad padece hoy en dia no son las pandemias, ni las guerras, ni los desastres naturales sino la falta de amor, los malos sentimientos de unos hacia otros, las envidias, celos, rabias, insultos, desprecios, demonizaciones, indiferencia, vacíos y marginación que unos dirigen hacia otros incluso dentro de los mismos grupos de convivencia o familias con quienes cada uno convive dia a dia.

Ese es el problema de primera linea que genera todos los demaás problemas como son las pandemias, guerras, desgracias naturales etc. pues estos en realidad son problemas menores y derivados del gran problema que es la falta de amor hacia el prójimo, es decir hacia la gente próxima a nosotros, y cuando pongamos amor y solucionemos ese problema principal todos los demás problemas, por grandes que nos parezcan desaparecerán directamente.

EL EFECTO PICOMEME

El memerizador pone a su víctima en contra de su memerizado haciendo que esta culpe a este de los golpes que él le da a esta bajo mano para someterla.

Un memerizador es el que inventa memes, que son mentiras disfrazadas de bondad para marginar a alguien a quien tiene envidia el cual es el memerizado.


El memerizador desea poseer negativamente a una persona que es su víctima.


Y con ese propósito da a su víctima golpes internos, bajo mano, con mentiras disfrazadas de bondad, con memes, para que finalmente su víctima se desprende de todo el que le rodea, de los seres que de verdad le quieren, y caiga bajo las garras y posesión injusta del memerizador.


El memerizador siente celos y envidia hacia todo el que defiende con justicia a la víctima que el memerizador intenta poseer, es decir, hacia todos los seres queridos de esta, haciendo creer a esta con engaños, con memes, que estos son la causa del mal que esta padece, cuando la auténtica causa de ese mal son los golpes bajo mano que el memerizador dirige hacia ella para someterla, de los que los seres queridos de esta intentan defenderla, produciendo así un gran sentimiento negativo de celos, de envidia, de rabia, etc… del memerizador hacia estos.


Un memerizador es por ejemplo el que tiene celos de los chicos que venden frutas en el mercado central porque estos son siempre muy amables con su mujer cuando esta va allí a comprar fruta.

Aunque no hay ningún motivo para tenerles celos ya que estos hacen bien su trabajo y son amables con todos sus clientes.

Aún así el memerizador les tiene celos y eso hace que el memerizador les memerice ante su mujer, es decir, que el hable mal de ellos a su mujer diciéndole que ellos son tontos, pero que a la vez son buenos chicos que tienen que aprender... pero que sin embargo son tontos.

Ante ese argumento del memerizador la víctima de este, su mujer, se queda un tanto confundida, pues su marido encubre el insulto que da a los vendedores de fruta al llamarles tontos pues a la vez les llama seres buenos en proceso de aprendizaje, y de este modo el marido encubre tan bien su mal acto de marginación que la mujer cansada, y aturdida por la insistencia del marido termina por creerle, es decir que cae en su engaño. Aún así, la mujer encierra una sospecha interna, se siente engañada, pero no sabe exactamente porqué, pues el marido la ha confundido lo suficiente para que ella no se de cuenta de por dónde le vienen los palos, así que se siente incómoda, y nerviosa, y en ese estado va al mercado a comprar fruta como siempre hace cada día. Al llegar al puesto de fruta el tendero le dice a la mujer:

“....Ayer vi a su marido... iba andando muy deprisa y parecía estresado con su trabajo...

...podría comprar estas manzanas que son muy suaves y le ayudarán a relajarse... su marido tiene que no tomar tan en serio su trabajo y relajarse un poco más....”

Ante ese comentario del tendero hacia su marido la mujer salta enfurecida

“...¿Qué tienes que decir de mi marido…? ¡Tonto insolente…!

Y se va a comprar fruta a otra tienda del mercado ante la sorpresa del tendero.

Se ha producido el efecto picomeme.

Pues la crítica del marido de la mujer hacia los tenderos es cruel y despiadada pero la encubre mucho diciendo a su vez que aunque son tontos sin embargo también son buenos chicos que deben de aprender.

La mujer se siente muy molesta por esa crítica cruel de los celos de su marido hacia los tenderos, pero no sabe realmente que eso es lo que le molesta pues el marido encubre muy bien su mal acto de crítica cruel y destructiva.

Así que la mujer en ese estado de sentirse molesta va al mercado a comprar fruta y al oír que el tendero hace una crítica constructiva hacia su marido ella salta ocasionalmente pues siente al fin haber encontrado la causa de sus molestias, pensado equivocadamente que esa causa es el tendero cuando en realidad la verdadera causa es su marido, el cual dirige hacia los tenderos una crítica cruel y destructiva pero encubierta (bajo mano) mientras que el tendero dirige una crítica constructiva hacia su marido pero sin encubrir, directamente.. sobre la mano, y eso hace al fin comprender a la mujer que las críticas son la causa de las molestias que ella padece lo cual le pone emocional y a la defensiva de esas críticas que en ese momento se manifiestan a través del tendero sin poder tener aún la calma emocional que le permita discernir que esa crítica que le molesta es la insistente crítica destructiva y bajo mano que viene de su marido hacia el tendero y no la crítica eventual manifiesta y positiva que va del tendero hacia su marido.

El mismo ejemplo se puede poner de un modo más conceptual, esquemático y claro de entender.


Cada día un hombre cruel golpea a su mujer en la espalda con una pala matar mosquitos y la mujer se gira para ver qué es lo que le ha golpeado la espalda, pero el marido que ya ha escondido rápidamente la pala detrás de él le dice que no sabe y que debe de ser algún dolor corporal que ella padece.

Cuando ella se vuelve a girar él le vuelve a dar otro palazo, y así una y otra vez.

Finalmente ella termina por creer que esos palazos en la espalda es una enfermedad que ella tiene.

Una de las veces que la mujer va al mercado a comprar fruta, como cada día, al llegar al tendero que vende fruta este le dice

“....Espere... señora.... no se mueva...tiene un mosquito en el brazo.... se lo voy a quitar…”

El tendero saca su pala mata-mosquitos y.¡...Zas....! le arrea un palazo y le mata el mosquito... y la señora al sentir el malestar que ese palazo le produce en el brazo... salta histérica y enfurecida contra el tendero pues ese daño que el tendero le ha ha prohibido eventualmente con la pala es el mismo daño que tanto atormenta a su cuerpo, y que procede de su marido y no del tendero,... aunque el marido esconde la pala cada vez que cada dia golpea con ella a su mujer pero y el tendero le golpea una sola vez y por el bien de la mujer, para evitar que el mosquito le pique, pero lo hace sin esconder la pala, y la mujer está tan harta de ese específico tipo de dolor que le echa la culpa al tendero, al inocente.

Otro ejemplo

Un hombre habla demasiado a la mujer acerca de su afición hacia la pesca, y esta ya está harta de escucharle hablar de ese tema, pero lo consiente.

Una vez solo que su hijo se refiere a los peces diciendo

“.... Mamá…” en el colegio hemos aprendido hoy la reproducción de los peces...

La mujer al oír al hijo salta enfurecida diciendo:

¡...Callate, no quiero oirte!

El hijo totalmente confundido por la reacción de su madre y dependiendo de su edad posiblemente se vaya a llorar a su habitación por no poder comprender nada de lo que está pasando.

Pues aún no ha crecido lo suficiente para poder comprender que ha sido memerizado por su padre el cual para poseer en exceso a su madre le ha hablado a esta en exceso de la pesca para reducir asi la atención de esta hacia su hijo, y centrar así la atención de su mujer hacia él mismo, para el abuso sexual de él hacia ella.

En todos los casos y ejemplos se cumplen los pasos de los que se compone la memerización.

El agresor tira la piedra y esconde la mano, haciendo que el agredido culpe al inocente de la agresión recibida, por ejemplo a un niño que en ese momento está jugando a lanzar piedras a un bote para derribarlo. Un niño que no tiene nada que ver con lo sucedido y que por lo tanto es inocente.

Pero el agresor tiene celos de ese niño por el cariño que su agredido le tiene, y por eso elabora su plan lanzando la piedra al agredido y escondiendo su mano para que este culpe al niño de ese mal acto y así el agredido caiga bajo la injusta posesión del agresor hacia él.

Una posesión que siempre es oscura, basada en el engaño, el vicio, la violencia, etc. Pues todos esos atributos oscuros van siempre unidos en la oscuridad misma delatada a su vez por los hechos oscuros que produce por su siempre mal resultado obtenido que es dar la culpa al inocente del mal acto producido por el agresor, por los malos sentimientos de celos y envidia de este hacia el culpado, por la posesión la víctima que es su botín, al separar injustamente a esta del inocente acusado de culpable.


En todos los casos es el mismo proceso, y en todos los casos la solución es mantenerse en la práctica de la doctrina actual, el Doki, presente en los corazones de todo ser viviente, y que es la que nos lleva a estar siempre Ahí, en la paz, el amor humano, la armonía y la igualdad, luchando y trabajando pacíficamente por la construcción de una sociedad humana cada vez más justa e igualitaria.

Por el estar Ahí de todos.

Ahí.

Al estar Ahí dejamos que actúe nuestro Padre universal (el que siempre está Ahí) y ningún tipo de oscuridad puede hacer acto de presencia.


Un abrazo.


Fernando Ortolá



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