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sábado, 30 de marzo de 2024

Creencia matriz e inteligencia adulta



Para saber a qué religión pertenece una persona hay que hacerle la siguiente pregunta:

¿Cuál es tu religión?

Aunque sería mejor planteárselo de la siguiente manera:

¿Cuál es tu religión madre?

¿De que religion o creencia eres hijo?

¿De que religión o creencia has nacido?

¿ Cuál es tu religión de origen?


La verdadera religión de cada uno no es la que uno elige según sean sus convicciones sino que es la religión y las creencias en las que ha nacido pues estas son las que han formado su ser.

La verdadera religión de cada uno es la respectiva religión en la que ha nacido pues esa es su religión madre.

Al igual que los verdaderos padres carnales de cada uno son los respectivos padres de los que cada uno ha nacido y no se pueden elegir otros padres y madres carnales según sean las convicciones de cada uno o según cada uno prefiera que sus padres carnales sean pues estos no se pueden cambiar por otros ya que los padres carnales de cada uno siempre serán los mismos de los cuales cada cual ha nacido y son sus padres carnales verdaderos.

Lo mismo se puede decir de la religión de cada uno la cual no se puede elegir por convicción pues cada cual ya ha nacido en el seno de una religión de unas creencias y de una tradición y es hijo de todo ese contexto el cual es el mundo en el que ha nacido es su mundo.

Después de haber nacido cada cual de unos padres carnales y de una religión concreta y específica un individuo puede empezar a plantearse cuáles son sus ideas personales acerca de la religión y de la espiritualidad y así ir formándose su propia forma de pensar acerca del mundo en el que está, de la vida, del universo y de todo cuanto ve y observa.

Cada individuo con sus ideas personales propias crea su propio modo de vivir pero no puede variar el modo de vivir del que ha nacido el cual siempre habrá sido su matriz, su origen, su religión, sus creencias y su cuna.

A esa cuna de origen se sumarán después las propias ideas forma de pensar y modo personal de ver la vida que cada individuo tiene y desarrolla por sí mismo de un modo particular, unico, y exclusivo pues cada persona es diferente es un mundo aparte, y por eso en eso hay que respetar a todos.

También hay que tener en cuenta que con ese modo personal de ver la vida de cada uno también se va transformando ese contexto colectivo y tradicional del cual cada persona ha nacido y transformándose en una matriz nueva que será la cuna de nuevos nacimientos e individuos que eran surgiendo de ese nuevo contexto y tradición del mundo que a lo largo de los años va evolucionando y que siempre conduce a la fusión de todos los pueblos en armonía y en un solo pueblo internacional y universal rumbo así hacia la realización del propósito de la creación que es alcanzar una buena sociedad.

En la humanidad adulta en la que estamos no se pueden resolver los problemas que nos acucian aplicando la bondad de los pasados tiempos infantiles de la humanidad sino aplicando la inteligencia del ser adulto.

Es decir que las guerras que son uno de los problemas actuales no se pueden vencer intentando actuar con la típica bondad infantil que va a defender a los buenos y a castigar a los malos pues en la sociedad adulta en la que estamos ese concepto de buenos y malos se pierde y ya no es bueno un bando y malo el otro tal como era en los pasados tiempos infantiles de la humanidad sino que ahora los dos bandos son malos si hacen la guerra y son buenos si no la hacen pues como dice el sensato y adulto dicho: " Dos no se pelean si uno no quiere".

Lo cual se puede comprender ahora en los presentes tiempos adultos de la humanidad pues antes en los pasados tiempos infantiles no se podía comprender que dos no se pelean si uno no quiere ya que en todas las peleas había uno bueno y uno malo, uno bueno que debía de ganar y que siempre ganaba apoyado por el bien, por el mayor poder del buen jerarca que le apoyaba y había otro malo que era el que perdía porque sus malas acciones le llevaban a no ser ayudado por nadie y a la derrota.

En ese pasado infantil de la humanidad el ganador de la batalla siempre era el valiente, el justo, el salvador ,el que decía la verdad y que por eso recibía la ayuda del bien y del buen jerarca que le llevaban a la victoria.

Es decir que en los pasados tiempos infantiles de la humanidad quién ganaba la batalla era el bien y en los presentes tiempos adultos de la humanidad quien gana la batalla es el mal abstracto, ya no el mal concreto y definido que esta representado en un bando o en otro sino el mal abstracto, sin cuerpo ni materia y que es como un espiritu oscuro y malevolo, un demonio que posee a ambos bandos por igual llevandoles a la guerra y a que se destruyan mutuamente el uno al otro.

Por eso lo que interesa es no dejarse confundir y poseer por ese espíritu abstracto oscuro que conduce a todos a la destrucción tanto a un bando como a otro.

Actualmente en los tiempos de la humanidad adulta en los que estamos el problema de las guerras ya no se vence con la bondad de los pasados tiempos infantiles de la humanidad sino con la inteligencia del ser adulto de los presentes tiempos adultos , la cual es una inteligencia con una bondad más alta, desarrollada y profunda que la bondad superficial y material del niño de los pasados tiempos infantiles de la humanidad.

Es decir que en los presentes tiempos adultos de la humanidad no se pueden vencer las guerras planteándose acerca de quién es el bueno y quién es el malo de los dos bandos e intentando demostrar la bondad de uno y la maldad del otro pues con la inteligencia ya desarrollada del ser adulto eso sería una tarea sin fin ya que cada bando siempre podrá demostrar que él es el bueno y que el otro es el malo y cada bando sabrà encontrar los argumentos precisos que defiendan su propia postura.

Así que ese debate en los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos y con la mente crecida del ser adulto sería un debate sin fin que en vez de solucionar la guerra la alargaría aún más indefinidamente tal como supuso por ejemplo la Guerra Fría de los años 60, lo cual no interesa.

Por eso para solucionar las guerras actuales no hay que aplicar los métodos de los pasados tiempos infantiles de la humanidad sino los métodos de los presentes tiempos adultos en los cuales ya no hay que plantearse la cuestión de qué bando es el bueno o de qué bando tiene la razón pues la mente del ser adulto ya comprende que cuando hay un enfrentamiento y una violencia entre dos bandos o entre dos personas los dos cometen un error y ese es el error del ser violentos para solucionar los problemas lo cual no conduce a nada sino a una mayor violencia que con el tiempo va creciendo progresivamente hasta llegar a un final fatal en el que los dos bandos se destruyen uno al otro y destruyen el mundo en el que están tal como puede suceder entre los dos principales bandos del mundo actual si no se aplica la inteligencia del ser adulto de los presentes tiempos adultos de la humanidad en los que estamos.

Es decir que para solucionar los problemas actuales como las guerras hay que usar la inteligencia, hay que hacer trabajar a la mente del ser adulto de los presentes tiempos adultos de la humanidad y con esa mente activa y trabajando con nuestro pensamiento activo de seres adultos que ya somos hacernos el planteamiento no de que las guerras son malvadas como era el planteamiento de los pasados tiempos infantiles de la humanidad sino plantearnos el hecho de que las guerras son caras pues ese es un planteamiento inteligente y no el único planteamiento infantil de pensar que las guerras son malvadas y que por eso un ser bueno y bondadoso nos debe de salvar concediendo la victoria al supuesto buen bando sobre el supuesto mal bando pues ese ser bondadoso que da la victoria al bueno ya no existe en el presente pues es el buen tutor el buen jerarca de presencia física que existía en los pasados tiempos infantiles de la humanidad pero no en los presentes tiempos adultos por lo que cuando hay un problema de enfrentamiento entre dos bandos no podemos aplicar la norma de los pasados tiempos infantiles esperando a que ese ser bueno de presencia física venga como un salvador a dar la victoria al bando bueno y la derrota al bando malo porque en el presente actual de la humanidad el tutor físico ya no está al igual que un padre ya no está ante un individuo adulto pues ha pasado a la vejez y al otro mundo y el ser adulto ya formado y preparado para ello debe de enfrentarse por sí mismo a sus problemas con la capacidad que él ya tiene de vencerlos haciendo uso de su propia mente e inteligencia ya formadas para poder vencer con ellas los problemas.

Por eso el ser adulto actual para poder vencer las guerras ya no debe de caer el los pasados e infantiles planteamientos de buscar quién es el bueno y quién es el malo sino que debe de hacerse el siguiente planteamiento adulto e inteligente:

¡Las guerras son caras!

Es decir que las armas son caras, no únicamente destruyen físicamente sino que también destruyen la economía y a través de esta destruyen el físico.

Pues comprando armas una nación se empobrece además de empobrecer a la nación enemiga con sus ataques.

La guerra afecta a la economía de todos, todos pierden dinero, tanto los atacados como los atacantes, porque las armas consumen todo ese dinero y toda la economía, es decir que todos se vuelven más pobres pues las armas no solo traen su golpe físico y destructivo sino que terminan con la economía de todos tanto de los dirigentes como de los dirigidos tanto de un pueblo como de su pueblo enemigo tanto de unos como de otros, todos sufren la carencia porque toda esa energía, todo ese dinero, toda esa economía ha sido consumida por la fabricación y la compra de las armas las cuales además de destruir las casas donde vive la gente destruyen también la economía para poder construir esas casas de nuevo, lo destruyen todo, no únicamente del país o de la zona atacada sino también de la zona atacante la cual está comprando esas armas y también disminuyendo su economía. Es decir que según el punto de vista inteligente de un ser adulto la guerra no interesa porque destroza la economía de todos, tanto de el país atacante como del país atacado, tanto del grupo atacante como del grupo atacado, sean los grupos que sean todos pierden su economía, su energía, su dinero, su alimento, todos sufren un destrozo por igual, un destrozo en su dinero, en su economía y por eso visto desde un punto de vista adulto e inteligente el cual corresponde a los tiempos adultos de la humanidad en los que vivimos las guerras no interesan porque disminuyen la economía y el bienestar de todos tanto de los grupos atacantes como de los grupos atacados, todo se disminuye, todos los recursos, toda la energía, todo el dinero, todo el capital, toda la economía, todo el bienestar, todo se hunde en una depresión que los dos bandos sufren por igual tanto el atacante como el atacado y por eso no interesan las guerras porque en los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos ya no existe el bando verdadero y el bando falso el bando bueno y el bando malo y tampoco está presente el tutor físico el buen jerarca que ayude a vencer al bando bueno y de la derrota al bando malo ya que la humanidad ya es adulta y ya está formada y como todo ser adulto el tutor físico ya no está con él sino que es el propio ser adulto quien haciendo uso de su inteligencia ya formada debe de solucionar los problemas por él mismo tal como debemos hacer actualmente en la humanidad adulta en la que estamos, solucionar los problemas por nosotros mismos usando nuestra inteligencia adulta para comprender que las guerras destruyen la economía y el dinero de todos por igual y por lo tanto el bienestar de todos, tanto de un bando como de otro y que por lo tanto no interesan es decir que no interesa usar métodos de los pasados tiempos infantiles intentando buscar a ver que bando tiene la razón o que bando es el bueno porque no lo hallaremos, no hallaremos esa respuesta, ya que los dos bandos que participan en la guerra son igualmente culpables por participar de la violencia y la única manera de terminar con las guerras directamente es cortar por lo sano con ellas, terminar con las guerras, abandonarlas, sin intentar demostrar nada ni hacer ningún juicio tras el intento de descubrir buenos y malos, sino dejar todos los juicios, dejar todas las cazas de brujas y de malos, cortar con toda esa acción infantil de la búsqueda del bueno y del malo y parar con las guerras, parar la pelea, simplemente por el hecho de que las guerras están consumiendo el dinero la economía y el bienestar de todos por igual tanto de un bando como de otro y por eso así con la sensatez del ser adulto de los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos y haciendo uso de la mente y la inteligencia ya formadas del ser adulto y planteándose que las guerras no interesan porque es un desgaste económico para todos de esa manera podremos al final dar fin a todas las guerras actuales y a todas las guerras que se vayan a presentar en el futuro abriendo así un panorama de paz y de bienestar para todos los seres que habitan en la humanidad adulta actual en la que estamos.

Todo eso lo dijo Jesus ¿Que es lo que dices tu?

La palabra religión misma viene de el sumar es decir de actuar a imágenes y semejanza del Creador que hace su creación sumando al igual que todos los seres crecen sumándose entre sí como la única posibilidad de crecer por eso las religiones desde su base y a plantean una suma con los demás pues la misma palabra religión ya significa una suma es decir y religión viene de religar es decir, unir,  sumar  a todos, sumarse a los demás, pero esa suma se debe de realizar de igual a igual es decir no conquistar a los demás y no anular sus pensamientos sus mentes sus emociones sus cuerpos y sus identidades sus impulsos vitales y obligarles a seguir nuestros propios impulsos y decisiones porque entonces no es una suma sino una anulación de los demás y no una suma con los demás y la única manera de crecer es sumándose a los demás pero sumándose de verdad tal como es el origen de la palabra religión religándose (sumándose) con los demás pero de igual a igual aceptando la ideología de los demás sumando nuestro pensamiento al pensamiento de los demás nuestras ideas a las ideas de los demás nuestras emociones a las emociones de los demás respetando todas las esencias de los demás igual que respetamos las nuestras respetando las emociones de los demás igual que respetamos nuestras emociones respetando las ideas de los demás igual que respetamos nuestras propias ideas y de ese modo haciendo una suma con los demás es como todos vamos a crecer de verdad en felicidad y bienestar y así lo debemos hacer para mantenernos bien porque el hecho de no sumarnos a los demás simplemente el simple hecho de por ello no crecer ya es sentirnos mal por la inercia de no sumarnos a los demás ya que ese es el propósito de la creación el ir sumándose a los demás el ir creciendo y el que no se suma a los demás el que no crece el que no acepta a los demás de igual a igual entonces por inercia se hunde en la oscuridad por no crecer en su vida pierde su vida por no tener acción por no tener un crecimiento un movimiento por no tener una palpitación una motivación de crecer en bienestar en salud sumándose a los demás tal como este universo se ha creado con una suma de la luz más la oscuridad así todos los seres del universo estamos hechos a imagen y semejanza de ese primer impulso de la suma de la creación a través del cual debemos de ir sumándonos todos unos con otros de igual a igual para poder mantenernos en la vida con salud y bienestar, Además de que vamos creciendo al sumarnos va creciendo nuestra felicidad nuestro amor nuestro bienestar nuestro ser nuestra libertad.


Fernando Ortolá 

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