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sábado, 21 de agosto de 2021

Un rebaño abandonado

La doctrina actual ya no es la jerarquia sino la igualdad y por eso para tener salud hay que vivir la igualdad guiados por nuestro corazón en el cual está presente esa norma, por lo que para cumplirla no hay mas que seguirlo, es decir, ser nosotros mismos.

En consecuencia a ello y para proteger a nuestro corazón sobre todo en los momentos en los por el cansancio o interferencias o cualquier otra causa  nuestra  intuición esta menos afinada es practico saber cuales son las formas de actuar jerarquicas y cuales son las formas de actuar igualitarias, para descartar las jerarquicas y adoptar las igualitarias a fin de mantener nuestra salud.

El dia en el que un amigo que es parroquiano ascendio al cielo... antes de irse y sabiendo que ya le quedaba poco y habiendo tenido ya algunas experiencis de contacto con el lugar a donde iba dejó a mi cargo su rebaño de ovejas que él habia estado cuidando en vida diciendome con pocas palabras: "...Estan en tal direccion, encargate de ellas..." y partió.

Por escuchar y atender la atención de un amigo hice lo que me pidió, fui a esa dirección en la calle de una población.

La casa tenia un patio grande en el que vi a todo su rebaño de ovejas.

Al verme imposibilitado para dirigir tal rebaño subi un momento al cielo para decirselo.

Al llegar le vi lleno de luz con el aspecto que suele tener Jesucristo en las estampas. Aunque no estaba de pie sino sentado, con los brazos cruzados y apoyados sobre una mesa. 

El estaba frente a alguien, una mujer, la cual le hablaba con el tono de una recepcionista de oficina, de un modo monotono, y con la voz agotada como si tuviera que repetir siempre lo mismo a mucha gente. 

Al llegar alli no la vi a ella, solo le vi a él, pero si que escuche la voz de ella diciendole cuales eran los requisitos necesarios para poder entrar en el cielo.

Nada mas llegar allí me sorprendi ante ese escenario al verle con ese aspecto de Jesucristo, y directamente le dije:

"... ¿Que voy a hacer con tus ovejas?..."

El me dijo con pocas palabras como si necesitase desprenderse rapidamiente de su rebaño:

"... Lo que tu quieras..."

Es decir que se referia a que podia hacer lo que yo quisiera con sus ovejas, o sea que me las daba a toda prisa, pues uno de los requisitos que aquella recepcionista le estaba dando era que no se puede entrar en el cielo siendo jerarquico, y claro, al llegar alli con ese aspecto de Jesucristo iluminado conductor de rebaños le dijeron que o cambiaba de aspecto o alli no entraba, pues ese es el reglamento. 

Por lo que a toda prisa él volvió a asignarme a mi su rebaño para dejar de ser jerarquico y asi con ese requisito fundamental que la recepcionista le estaba recordando poder entrar en el cielo.

Pero aunque se desprendió de su rebaño él continuaba con ese aspecto de Jesucristo. 
No se como le debio de ir al final, pues no vi si le dejaron entrar en el cielo o no.

Finalmente tampoco me quede con su rebaño por no tener ningunas ganas de hacerme cargo de las ovejas, y además menos ganas aún de meterme en el martirio de ser jerarquico en los tiempos de igualdad en los que ya estamos.

La mujer dueña de la casa en donde él dejó eventualmente a sus ovejas fue la que al final tuvo que hacerse cargo del rebaño el cual no tuvo un buen porvenir ya que la señora tampoco dio un buen trato a las ovejas por sentirse forzada a ello, y engañada ya que le dijeron que un amigo iria a por las ovejas y se las llevaría, pero ese amigo, que era yo, no pasó nunca a recoger el rebaño.

Senti compasión por las pobres ovejas.

¿Qué culpa tenian ellas?

Otro dia me senté en la terraza de un restaurante para escribir algo en el  movil.

De pronto el movil empezó a emitir sonidos y me dispuse a disculparme ante los eventuales compañeros de mesa para decirles que lo sentia y que iba a bajar el volumen del movil para que no molestase.

Pero antes de que me diese tiempo de disculparme el padre de la familia que me acompañaban en la mesa, el cual tenia un gran aspecto jerarquico tradicional, me tiro de la mesa con desprecio. 
Asi que me agaché para recoger mi mochila y marcharme de allí,  y en eso una de las hijas pequeñas de ese señor, de unos 5 años de edad, se acercó a mi con gesto de compasión y desaprovando lo que su padre acababa de hacer.

Hasta el punto de que se quería venir conmigo.

La actitud jerarquica del padre provocaba el sentimiento de desprecio y de alejamiento en su propia hija.

Estaba tirando piedras sobre su propio tejado.

Otra muestra de que la jerarquia ya no está vigente en la actualidad.

Obviamente la pequeña no se vino conmigo tal como me daba muestras de querer hacerlo, tan solo le sonreí y sugerí que debia de quedarse con su familia.

Mientras caminaba y recordando aún ese desprecio jerarquico que acababa de recibir me vinieron recuerdos de situaciones similares y concretamente de una en la que alguien muy conocido por mi me insultaba. Debilitado por ese bombardeo de desprecio jerarquico sobre mi recuerdo empecé a enfrentarme al insultante con mi pensamiento, devolviendole mentalmente sus insultos.

De pronto me invadió una actitud violenta y jerarquica, de un modo repentino, como un fuego que me alcanzó interiormente y me empecé a sentir enfermo, hasta asustarme. Luego afortunadamente se fue de mi ese espiritu oscuro jerarquico y volví a abrazar interiormente  a todos mis hermanos y a reconocer la aceptacion igualitaria hacia todos por igual. Lo que pasó despues parecia magia, pues la enfermedad que mi cuerpo ya habia empezado a sentir desapareció directa y totalmente, y me senti de nuevo agil, sano y despierto.

Actualmente hay muchas situaciones tanto en sueños como reales que nos muestran que la jerarquia ya no está vigente pues solo produce violencia, desgracia y enfermedad. Situaciones que demuestran que la igualdad es portadora de salud y libertad, pues se halla escrita en los corazones de todos en forma de su voz.


Fernando Ortolá

 

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