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lunes, 27 de mayo de 2024

Haz la paz y no la guerra



El típico dicho de hacer el amor y no guerra está equivocado.

Pues amor y guerra no son dos términos opuestos.

Ya que el término opuesto de guerra es paz y el término opuesto de amor es vicio.

Pues si como amor se entiende el amor puro es decir el placer verdadero e interno de amar y de sentir verdadera felicidad entonces lo opuesto a amar es lo opuesto a lo que significa amar es decir que si amar es el placer verdadero, puro e interior asociado al espiritu entonces lo opuesto es el amor no verdadero, impuro y externo asociado a la materia es decir el placer de la carne de las comidas y del sexo.

Con ello se entiende que lo opuesto al amor es el placer material. Tambien se entiende que si el amor y el placer son las dos cestas de una balanza de opuestos entonces cuando el placer material es mayor entonces la balanza se inclina hacia ese lado y el amor disminuye. Si la balanza se inclina hacia el lado del placer material es porque este es excesivo y si lo es es porque se ha transformado en un vicio. El vicio del placer material.

Por eso lo he puesto al amor es el vicio.

Me refiero como amor y vicio a dos opuestos negativos es decir que se anulan el uno al otro en vez de complementarse positivamente y de alimentarse mutuamente como lo sería en el caso de ser dos opuestos armónicos.

En este caso la forma de los opuestos negativos o inarmónicos es el amor y el vicio.

La forma de los opuestos positivos y armónicos es el amor y el placer material sin que este último llegue a ser excesivo y sin que el primero tampoco llegue a ser obsesivo.

Pues esos dos opuestos armónicos se pueden mencionar como el amor y el placer material entendiendo con ellos que se trata de un placer material equilibrado que no anula el amor interno y la felicidad del individuo sino que la proyecta a la materia ofreciendo un placer sano y equilibrado que a su vez potencia el amor verdadero interno.

En ese caso el amor y el placer material son dos opuestos positivos y armónicos que se alimentan mutuamente el uno al otro.

Sin embargo el amor y el vicio son dos opuestos inarmónicos, pues el vicio es el exceso de placer material que anula el amor.

Igual de negativo e inarmónico es la oposición entre un amor excesivo demasiado idealista y quijotesco en oposición a un placer material el cual se queda muy reducido y precario debido al exceso de ese amor interior deamesuradamente hinchado fantasioso y artificial.

Ese es el típico modo de actuar de ese individuo que es muy espiritual, que se flagela a sí mismo reduciendo su placer material de un modo pernicioso reduciendo sus recursos materiales básicos e incluso produciendo dolor a su propio cuerpo intencionadamente tras la búsqueda obsesiva y frenética de ese amor interior.

En este caso es el amor el que por presentarse de un modo exagerado está bloqueando el placer material conduciendo al individuo a ponerse enfermo físicamente.

Este desequilibrio se podría mencionar como la alucinación productora del abandono físico.

Sin embargo cuando en vez de ser excesivo el amor lo que es excesivo es el placer material entonces esos dos opuestos negativos e inarmonicos se podrían mencionar uno como la pena y el otro como el vicio.

Ambos opuestas negativos e armónicos son dolorosos por igual tanto el que se desvía hacia un lado como el que se desvía hacia el otro, tanto el que se desvía hacia el interior como el que se desvía hacia el exterior, tanto el de la alucinación y el abandono físico como el de la pena y el vicio, en los que el primero se desvía hacia el interior y el segundo se desvía hacia el exterior.

El desequilibrio que se desvía hacia el exterior hace daño en el interior y el que se desvía hacia el interior hace daño en el exterior, pero ambos son dos opuestos negativos e inarmónicos y que se establecen entre el amor y el placer material.

El amor en el lado del interior y el placer materiales en el lado del exterior.

Las dos cestas de una misma balanza que se debe de mantener en equilibrio para poder sentirse bien tanto en el interior como en el exterior con salud en el cuerpo y en el espíritu.

Al mencionar a los opuestos del amor y el vicio con ello me refiero a opuestos inarmónicos y negativos los cuales se desvían hacia el exceso de la materia la cual se transforma en un vicio produciendo así el defecto del amor interior o la felicidad la cual se nubla y desaparece enterrada por ese vicio es decir por ese exceso de placer material.

Por eso esa típica expresión de "haz el amor y no la guerra" es incorrecta pues lo opuesto al amor no es la guerra sino el vicio.

Es decir que sería más apropiado decir "haz el amor y no el vicio" aunque eso es igualmente incorrecto ya que hacer el amor se refiere al amor carnal, al sexo, lo cual hace que el vicio sea aún mayor ya que una de las partes integrantes del vicio es el amor carnal es decir el placer material, haciendo así que el vicio aumente.

En todo caso esa típica expresión de "haz el amor y no la guerra" debería decirse como "haz la paz y no la guerra" ya que lo opuesto a la guerra es la paz y no el vicio.

También se podría decir como "ama y no tengas vicio" ya que el amor y el vicio sí que son dos opuestos.

Pero decir "haz el amor y no la guerra" no tiene sentido ya que el amor no es lo opuesto a la guerra sino que lo opuesto al amor es el vicio y lo opuesto a la guerra es la paz.

Tiene el mismo poco sentido de decir que lo opuesto de arriba es el calor o que lo opuesto de abajo es el frío ya que lo opuesto del frío es el calor y lo opuesto de arriba es abajo.

Por eso esa típica expresión de "haz el amor y no la guerra" traída por el underground en plena guerra de Vietnam confundió aún más la situación en vez de ofrecer soluciones.

Esos dos opuestos inarmónicos de guerra-paz y de amor-vicio se suelen presentar juntos en las guerras en las cuales el invasor suele producir violaciones en las mujeres de la población civil.

Lo cual vuelve a demostrar que el hacer el amor carnal no trae la solución a la guerra sino que la potencia haciendo que esa parte desequilibrada por exceso que representa la guerra provoque a esa otra parte desequilibrada que representa el vicio manifestado en las violaciones sexuales que traen las invasiones bélicas en la guerra.

Es curiosa toda esa relación de opuestos y la interacción que hay entre todos ellos pues su estudio ofrece una información precisa que puede ayudar a solucionar los problemas que traen los opuestos inarmónicos haciendo que éstos se armonicen para aportar un mayor bienestar y salud de los individuos tanto en el espíritu como en el cuerpo

Quién tiene un acceso de placer material roba la energía material al otro y lo hace telepáticamente de un modo mental interfiriendo con su excceso se ansia materiial en los ciclos internos y telepáticos de contacto con el otro los cuales la cenuítica estudia cono el ciclo interno de comunicación cenuitico el cual se refiere a los Entos y los Nnentos , a los cuales ya me he referido en otras ocasiones.

Así e incluso sin querer puede interferir el vicio material de una madre en un hijo comiéndose su enerrgia material y lanzándo al hhijo a un excesivo espíritu al ser continuamente atropellado por su madre en los Feses que se producen en los ciclos de comunicación interna y telepática.

Lo cual se produce en muchas familias y grupos de convivencia no solo entre una madre y un hijo sino entre hermanos, compañeros del grupo de cualquier área de actividad social en la que se manifieste un contacto y relación comunicativa con los demás.

Los Fesees son esos momentos del ciclo comunicativo telepático interno en el cual el agresor roba el fruto al agredido lo cual en este caso es robar la energia de la materia y retener a su víctima en el espíritu en un espíritu exagerado, que gira como disco rayado sin llegar nunca a tomar forma., a completarse en cada una de sus fases, debido a la invasión mental que ha sufrido en la energia o esencia de la materia, quedándose así ccomo un espíritu que da vueltas inacabadas persiguiendo su conclusión final que no llega nunca, lo cual aporta una gran intranquilidad al individuo llevándole casi a la locura.

En ese caso el individuo está en la típica posición del Cristo crucificado que con su sacrificio interior está pagando los vicios materiales de quien le ha atacado intterior y mentalmente comiendo su energia de la materia y dejándole en esa situación de tensión interna.

Quien se sienta invadido mentalmente por un agresor mental que le acosa con su exceso de materia debe decirle interiormente:

Mejorarte, porque no voy a ser el Cristo que page tu vicio ni el fetiche de tu magia negra con la que lo compras.

Paga tu solo tu vicio y si te molesta: mejorate.

Ese es el mejor modo de evitar recibir las influencias de su desequilibrio a la vez de ayudar a que recupere su propio equilibrio y su salud haciendo así que abandone su vicio y se sienta mejor.

Por todos esos ""Cristos" de la humanidad que pagan por el vicio de otros.



Fernando Ortolá




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