Hay que aceptar el autoconocimiento interno y adulto ya formado, la cenuítica, y al mismo tiempo aceptar al projimo, para asi con ello poder tener la propia identidad ( rol, papel, funcion, profesion), y para que asi la mente ( el ser, las esencias) no salten de un lado al otro en el exterior (por estar ya formadas) y no produzcan esas enfermedades actuales de saltos caoticos de extremo a extremo e inversiones, como el camcer, los infartos, etc.
La mente y demás esencias del ser adulto ya están formadas y por eso el ser adulto las debe de activar tomando parte del gran colectivo de seres adultos, como un individuo mas, realizando su función o profesión determinada dentro de ese gran colectivo, pues de ese modo la mente y demas esencias adultas ya formadas realizan la accion que neecesitan para poder mantenerse en salud y recibir el recurso vital que el ser adulto recibe de esa manera y necesita para poder sobrevivir.
Es decir que el ser adulto debe de formar parte de la gran balanza de equilibrio que forma junto a los demas seres adultos.
Algunas veces podrá caer a un lado de la balanza y a veces a otro.
Aunque la balanza siempre se mantendrá en equilibrio pues es una balanza formada por todos los seres adultos, de modo que cuando unos están a un lado otros están en el otro, y asi esa balanza que es la sociedad adulta siempre mantiene su equilibrio.
Para eso, para que ese equilibrio se mantenga, cada ser adulto debe de continuar realizando su función a un lado o a otro de la balanza.
El ser adulto ya formado no tiene tiempo de pararse a preparar su equilibrio pues este ya está listo para la acción.
De niño sí que tenía ese tiempo para hacerlo pues su equilibrio aún no estaba formado y debía de concentrarse en ello para poder prepararlo a la vez de formar su personalidad integrando en el los valores que necesitaba para ello.
Esos eran tiempos en los que el niño estaba dirigido por su tutor y buen jerarca el cual formaba al niño dándole esos valores que necesitaba y que en el futuro integrarían su personalidad adulta.
En esos tiempos infantiles era el tutor y buen jerarca quien daba al niño el recurso vital que necesitaba para su subsistencia como lo pueden ser los alimentos y el cobijo.
Cuando el niño ha llegado a ser adulto ese recurso vital ya no lo recibe de su tutor y buen jerarca sino a través de la acción en su profesión con la obtención del producto de su trabajo y el intercambio de este con los productos de los demás, los cuales necesita como recurso vital para poder sobrevivir, y que en un pasado cuando era niño recibía de su tutor y buen jerarca pero que cuando es adulto los consigue por sí mismo a través de su propio trabajo .
Por eso el ser adulto ya no tiene tiempo de pararse a formar su equilibrio que ya formó cuando era niño.
De modo que si el ser adulto en vez de activarse en su profesión se detiene a volver a formar su equilibrio que en realidad ya está formado entonces ese intento producirá un equilibrio extra y negativo por ser innecesario, el cual al mismo tiempo generará un desequilibrio externo en la sociedad en la relación con los demás seres adultos debido a un exceso de reivindicación personal ante los demás.
Es decir que el ser adulto debe de pasar a la acción en su profesión para lo cual no tiene tiempo de pararse a comprobar en cada momento si su equilibrio interno está presente o no pues este ya está presente ya está formado y el ser adulto debe de activarse en la formación de la sociedad es decir en seguir su propio determinismo su propia decisión y elección de cada momento su propio sentido común su propia iniciativa y capacidad de improvisar actuando y decidiendo de un modo veloz en cada momento y circunstancias que se presentan a tal velocidad que al ser adulto no le da tiempo de pararse a comprobar si tiene su equilibrio dentro para poder afrontar esas circunstancias sino que tiene que afrontarlas de un modo veloz e improvisado adaptándose a cada situación y a cada momento de la mejor manera posible para intentar siempre guardar una armonía con el conjunto que forma en la relación con los demás seres adultos es decir en la sociedad para que a través de su acción y propio determinismo la sociedad se sigue manteniendo en equilibrio junto a los demás seres adultos que la forman cada cual con su respectiva acción y profesión.
En todo este escenario el autoconocimiento al que llamo cenuítica para poder darle un estudio más profundo y detallado tiene un papel fundamental.
Pues la función del ser adulto no es solo la de evitar comprender las cosas profundas tal como hacía cuando era niño esperando que su tutor le enseñase esas cosas trascendentes que él no podía comprender por sí mismo.
Pues esas mismas cosas profundas que de niño solamente su tutor le podía enseñar el ser adulto ya las puede comprender por sí mismo.
Más que un poder comprender esas cosas es para el ser adulto un deber el comprender esas cosas profundas para así poder seguir manteniendo ese equilibrio ya formado en su propio ser y el equilibrio en la relación con los demás seres es decir en la sociedad.
Cada ser adulto dispone de su momento natural para poder comprender esas cosas profundas con paz es decir para poder despertar su propio autoconocimiento que le ofrezca la paz armonía y confianza necesarias para poder realizar su acción en el exterior a través de el trabajo de su profesión es decir de su participación en la sociedad en la relación con los demás.
Esa comprensión profunda o autoconocimiento del ser adulto es una de sus esencias ya formadas que debe de activar junto a las demás esencias para así poder mantener su integridad y su salud.
El ser adulto debe de mantener siempre sus esencias ya formadas activas para poder sentirse bien.
Para ello es importante mantener la armonía con los demás seres adultos.
Pues la violencia entre seres y adultos hace que unos a otros bloqueen la acción en sus respectivas esencias ya formadas.
Es decir que la violencia de un ser adulto hacia otro puede bloquear el autoconocimiento en el agredido y con ello producirle graves averías.
Metáfora del labrador y el religioso:
Érase una vez en un pequeño pueblo dos amigos, Carlos y Oscar.
Carlos era un labrador y Oscar un religioso.
En las pausas de su trabajo de arar la tierra Carlos se solía sentar sobre una gran piedra en el claro de un bosque.
Allí a la sombra de los árboles se relajaba y pensaba profundamente en la vida el universo y la existencia.
De ese modo despertaba su autoconocimiento y alcanzaba unos elevados estados de paz en los que se sentía muy bien con un gran amor en él mismo y hacia los demás seres vivos.
Después de la pausa regresaba a su trabajo continuaba arando la tierra con esa paz que hacía que su trabajo fuera liviano y feliz.
Un día su amigo Oscar con su atuendo religioso salió a orar al campo.
Casualmente siguió el sendero que pasaba junto a la piedra en donde encontró a su amigo Carlos sentado el cual un gran estado de paz y una sonrisa le saludo.
"¡Hola cómo estás! ¡Me slegro de verte! ¡Ven! ¡Sientate aqui conmigo y veras que bien se está, vamos a hablar un ratito!"
le dijo Carlos con un gran tono amistoso y alegre de ver a su amigo.
Óscar no le devolvió la sonrisa y despues de un silencio sepulcral y con tono de riña le contestó:
"¿¡Como re atreves a decirme que me siente sobre la piedra! ¿No ves que voy con la tunica religiosa y que ademas estoy orando!?"
Carlos consternado le responde:
¡Pero, ¿Que dices?!, ¡¿Que me cuentas tu ahora?!
Ante lo cual y con un tono de riñá más acentuado que antes Óscar le responde:
" En el colegio siempre te has escapado de las clases de religión, no vas nunca al templo y además ni siquiera estás iniciado"
¡Eres un ser impuro!
Carlos aun mas consternado que antes por la respuesta de su amigo y sintiendose atacado por él le respondió de un modo violento:
"¡Veste con tu cuento a otra parte! ¡Anda ya y que te den morcillas, que estas mas colgado que un higo!"
Óscar sin devolverle la respuesta a Carlos y manteniendo el silencio le dio una bendición y siguió su camino pronunciando su oración.
La bendicion de Oscar aun hizo enfadar mas a Carlos el cual enfurecido le grito:
¡Afuera de aqui!
Esa situación había alterado tanto a Carlos que este se vio ante la imposibilidad de recuperar la paz que tenía antes del encuentro con Óscar.
Carlos intentó una y otra vez comprender esas cosas profundas que antes entendía sin dificultad y le producían una gran paz que ahora necesitaba y ya no podía alcanzar por encontrarse nervioso y alterado, es decir incapaz de poder comprender esas cosas profundas, ese autoconocimiento acerca de la vida, el universo y la existencia, el cual le aportaba esa paz vital que necesitaba para poder continuar realizando el esfuerzo físico de su trabajo.
Después de la pausa Carlos cogió su azada y continuó arando el campo bajo el Sol.
Pero por la falta de paz que ya no tenía se agotaba sintiendo un cansancio que no era habitual en él.
Eso le hizo sentirse tan mal que regresó a casa antes de finalizar su tarea.
Esa noche Carlos tampoco durmió.
No podía reconciliar el sueño pues continuaba alterado por ese encuentro con Óscar.
Su mente no alcanzaba a comprender esas cosas profundas que antes le daban paz.
No podía activar su autoconocimiento tal como siempre hacía antes con facilidad.
Había perdido su paz y necesitaba recuperarla.
Se sentía enormemente culpable por haberle respondido mal a su amigo Carlos.
Carlos se vio ante la realidad de que al no poder recuperar su paz a traves de su propio autoconocimiento que ya no podia activar la unica posibilidad que en esa situacion aparecia ante el para poder recuperar la paz era disculpandose ante Oscar, pidiendole perdon.
Asi que eso hizo.
El día siguiente después de la noche sin dormir y con unas grandes ojeras se fue a ver a su amigo Carlos y se disculpó ante él.
Oscar le dijo a Carlos que para poder recibir su perdón este debía de asistir al templo asiduamente.
Así que eso hizo Carlos.
Cada fin de semana se iba al templo.
De ese modo Carlos recuperó cierta paz.
Aunque esa tampoco era la paz profunda que le aportaba su propio autoconocimiento.
Era una paz superficial que le permitía mantenerse con la salud el sueño y el trabajo necesario para poder sobrevivir pero que no le aportaba la misma felicidad y salud profunda que obtenía con la paz que se activaba con su propio autoconocimiento el cual permanecía inactivo.
De todos modos Carlos inmerso en esa religión que le aportó su amigo Óscar fue perdiendo cada vez más la posibilidad de ser consciente de lo sucedido e incluso llegó a creer que su amigo Óscar le había salvado y conducido a la paz verdadera.
Aun así Carlos empezó a sentir molestias malestares y enfermedades que antes no tenía.
Pero seguía sin ser consciente de lo que estaba sucediendo pues tanto su consciencia como su autoconocimiento continuaban dormidos, como algo prohibido tabú y pecaminoso que no se debía de despertar.
Hasta que un día trabajando en el campo Carlos se dio un martillazo en el dedo sin querer mientras intentaba reparar la azada.
En ese momento de lo más profundo de él emergió un alarido con el que enfurecido exclamó las siguientes palabras:
¡Me cago en Ataconadón y en la madre que lo parió!
Ataconadón era el Dios de la religion que su amigo Oscar la transmitió.
Óscar el religioso que había salido a dar un paseo por el campo por su camino habitual oyó las palabras de su amigo Carlos que sonaban a distancia maldiciendo a su Dios.
Con pasos acelerados hacia lo que para él era una gran blasfemia se dirigió hacia Carlos aseverandole con las siguientes palabras:
¡¿Como te atreves a maldecir a Ataconadón, necio?!
Carlos además del martillazo que se dio en el dedo empezó a temblar de miedo por darse cuenta de que su amigo Óscar que entonces ejercía un gran poder sobre él había escuchado sus palabras.
Carlos se disculpó ante Oscar y este le ordeno que el domingo despues de la ceremonia en el templo debia de ir a verle a su oficina para hablar con él.
Una vez llegado el día de la ceremonia Carlos fue a ver a Óscar y este le dijo que la única manera para poder recibir el perdón de Ataconadón era prestando a este un mayor servicio el cual debía de ser yendo a luchar como soldado en contra del ejército del dios enemigo el cual era el dios Sanapro.
Carlos que quedó triste después de escuchar las palabras de Óscar se vio ante la realidad de que la única opción que le quedaba para poder recuperar un poco de su paz era hacer lo que le decía Óscar e ir a luchar en contra de los enemigos de Ataconadón.
Uno de los días de la fiera batalla en los que Carlos como guerrero había quitado la vida a varios enemigos se vio en el interior de una casa a donde sus mandos le habían enviado para que quitase la vida a un padre o una madre y un hijo pequeño.
Estando dentro de la casa y viendo a esa familia ante él totalmente indefensos Carlos con las armas en la mano y mirando hacia el cielo exclamó el grito más potente que hasta ese momento había lanzado al aire con el cual pronunció las siguientes palabras:
¡Me cago en Ataconadon y en la madre que lo pario!
A continuación lanzando las armas al suelo se acercó a la familia a temblorosa y les abrazó diciéndoles:
No temáis os voy a proteger.
Carlos huyó con ellos a tierra seguras y junto a más gente que rescató del conflicto empezó a recuperar su propio autoconocimiento y paz profunda que había vuelto a brotar de lo más hondo de su ser.
Entonces se dio cuenta de todo el engaño en el que había caído y no volvió a caer nunca más.
Con el tiempo pudo ayudar también a su amigo Óscar a que saliera del mismo engaño y junto con él y con los demás compartieron felices la paz del propio autoconocimiento de cada uno.
Todo regresó a la normalidad.
Esta metafora se refiere a al modo como se esclaviza a las personas sacandolas de su paz habitual.
A este modo de caza mental de caza le denomino el Tindo.
Del verbo Tindar, el cual es un nuevo termino cenuitico.
La definicion del efecto Tindo se resume de 3 tiempos:
1- Un individuo adulto despierta su paz profunda al despertar su autoconociento. Por ejemplo el individuo A.
2- Otro individuo por ejemplo el individuo B insulta al individuo a haciéndole creer que actúa mal y haciéndole así dudar de sí mismo.
3- eso altera al individuo a dejándole incapaz de poder activar su propio autoconocimiento y por lo tanto haciéndole perder su paz.
4- el individuo a ante la imposibilidad de recuperar su propia paz por no poder activar su autoconocimiento ve que hacer las paces con el individuo ve es decir aceptando lo que este le dice es la única manera de poder mantener la paz, aunque esta no sea la misma paz profunda y completa que antes sentía al despertar su propio autoconocimiento.
5- aun así el individuo a en esta posición de sometido por el individuo B nace en algún momento de dificultad una protesta hacia este.
6- eso hace que el individuo a se sienta culpable y vea que a falta de su propio autoconocimiento más lejos aún que antes la única manera de recuperar su paz es la de volver a dejarse someter por el individuo B ahora más que antes.
7- esto hace que a través de este círculo vicioso de protestas y disculpas cada vez mayores el sometedor someta cada vez más al sometido conduciéndole a la explotación total y a la muerte.
Conociendo la realidad de el efecto Tindo eso da la posibilidad de liberarse de él y despertar el propio autoconocimiento de cada ser adulto para poder compartirlo entre todos y recibir así el alimento vital que todo ser adulto necesita para poder sobrevivir y sentirse bien.
Fernando Ortolá
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