Ricos y pobres de paz

Los lideres jerárquicos no pueden gastar bromas y esconden sus debilidades ya que según ellos los lideres jerárquicos no gastan bromas y son invencibles.

Por eso cuando eres un guía igualitario y dices cosas importantes pero entremedio cuentas una broma o muestras alguna debilidad la gente deja de creerte a ti y en las cosas importantes que dices.

Eso se debe a que la gente está acostumbrada a que el oscuro líder jerárquico "serio" e "invencible" les engañe, con su falsa imagen vestidura y máscara jerárquica, por eso cuando llega el guía igualitario auténtico, con verdaderas y autenticas vestiduras propias y con  ganas humanas de ayudar, no es escuchado por no llevar puesta la oscura mascara del falso jerarca.

El falso jerarca solo busca presunción, acumulación de riquezas y superioridad sobre una masa de gente engañada y sometida por él.
El guía igualitario solo busca comunicar el fruto de su función sin animo de lucro, sino para el beneficio de todos por igual.

Pero si cuando habla el guía igualitario sin querer se le escapa un erupto la gente confiará menos en lo que dice ya que el supuesto guía jerarca no se tira eruptos, los contiene y ha engañado a la gente lo suficiente haciendoles creer que no hay que soltar eruptos, por cualquier cosa que él se invente, por ejemplo diciendo que tirarse eruptos es algo demoníaco, y por otro lado antes de que el guía igualitario va a subir al podium para hablar a la gente... el falso jerarca con toda la mala idea le invita a un agua con gas, lo cual hace que cuando el guía igualitario empieza a hablar se le escape sin querer un atronador erupto y que la gente deje de escucharle yéndose casi todos de la sala, mientras que el falso jerarca tras el telón se rie en silencio con su cruel risita de malvado regozijandose por el mal producido con su malévolo plan.

Aun así, aunque comprendamos esto y ya empecemos a liberarnos de su nefasto efecto pega-calzoncillos, sin embargo, no debemos de ser malos con esa gente que han hecho el malo engañando y sometiendo a la gente con su máscara de jerarcas.

Pues si somos malos con ellos, por ejemplo condenándoles a algo feo, entonces así nos  dejaremos poseer por el mismo espíritu violento y sometedor que les poseía a ellos y el resultado será caer aún mas apresados que antes por el mismo tirano jerarca que antes nos apresaba o bien nos transformaremos en el nuevo tirano jerarca  que apresará a los demás.

Por eso no nos interesa ese camino.

El buen camino y acción que se abre ante nosotros al ver esa realidad es en primer lugar no encolerizarse sino mantener la calma, no atacar al culpable sino mantener la paz recordando que la paz es el mayor tesoro, y comprendiendo que ese jerarca malo que descubrimos en realidad tampoco tiene la paz, el mayor tesoro, y por eso no hay que tener malos sentimientos hacia él sino mas bien compasión y deseos de ayudarle a recuperar el mayor tesoro que es la paz.
Para ello hay que comprender que ese oscuro jerarca, pobre de paz, en realidad no es un ser malo, sino simplemente un ser confundido por su debilidad, y si es así es porque es simplemente un ser de mentalidad infantil, un niño, que necesita ser atendido con todo el cariño y el amor que un padre le pueda dar, para así poder fortalecer su cuerpo y su conocimiento, para que llegue a ser un adulto sano, libre, feliz, igualitario e independiente como todos los seres humanos que formamos nuestra sociedad adulta de nuestro querido planeta Tierra.


Fernando Ortolá