Defiéndete del grito del necesitado no para destruirle sino para poder ayudarle.
No hay que pausar la mente para intentar asi no ser atropellado por una mente alocada.
Pues eso significa lo siguiente:
1- Desde el estado de pausa fijarse en lo que hace la mente alocada del otro para atropearle y destruirle.
De ese modo se habrá usado la paz de la pausa mental para la guerra.
2- Asi no se le da sentido al mundo en el que estamos pues se le considera algo malo en donde unas mentes alocadas atropellan a otras.
3- Se renuncia a este mundo y al propósito de su existencia, regresando a ese otro mundo de armonía del cual este mundo ha nacido.
4- Se renuncia al Creador de este mundo y se desobedece al querer regresar a él y no querer estar en este mundo en donde nos ha traído.
5- Se desatiende a la mente alocada y atropellante del otro sin escucharle con calma para que sea el Creador quien dirija los actos con calma para poder usar la mente con armonía atendiendo a quien tiene la mente alocada para poder tranquilizarle.
6- Se desconecta del plan y propósito del Creador que es alcanzar la realización de su mundo creado con la consecución de la armonía entre todos los seres vivos creados que son sus hijos.
7- Se desconecta de la cocreación de este mundo de la que todos los seres vivos debemos de participar cada vez más con nuestras mentes a medida que se evoluciona hacia la adultez.
8- Se desconecta del Creador y Dios invisible de los adultos por el seguimiento hacia esa persona física a quién se considera Dios exclusivo vencedor de las tinieblas y que ha enseñado al individuo a luchar, a ser otro Dios exclusivo y vencedor de las tinieblas, las cuales no son más que el grito del prójimo pidiéndole ayuda y siendo destruido por él por considerarle ser las tinieblas.
Esa actitud errónea es la de vivir según la jerarquía de los pasados tiempos infantiles de la humanidad estando ya en los tiempos adultos actuales en los que estamos en los que internamente ya nos rige la jerarquía si no la igualdad.
Es decir que el niño no está preparado para vivir el mundo externo y debe de fijarse solo en su tutor físico el cual para él lo es todo y que es quien le ayudará a formar su interior es decir su ser.
Pero esa norma natural infantil usada en los tiempos adultos actuales es negativa pues en vez de proyectar la luz del individuo y ha formado al exterior para transformar la oscuridad de luz el individuo retrocede hacia la luz interior ya formada considerando la oscuridad exterior como negativa y dejándola así de iluminar y de conducir con su formación adulta lo cual hace que esa oscuridad externa es decir el mundo por falta de su conducción se transforme en negativo.
Con ese fin existe la cenuítica que es como llamo al conocimiento humano adulto naciendo actualmente desde el interior de todos para conducir a todos a su práctica, la práctica de la cenuítica, a la cual denomino la práctica de las esencias.
Regresar a la pasada doctrina infantil tan solo alimenta la oscura jerarquía de este mundo y las guerras y solo puede interesar a aquellos que desean tener más que los demás para seguir reprimiendo a la mayoría, es decir que esa postura solo produce guerras y desgracias que es lo que está sucediendo desde hace tiempo, concretamente desde que la humanidad entró en su periodo adulto.
Pues es una postura que demoniza este mundo haciendo sentir a los individuos que están en un mundo malo y conduciendoles así a la depresión el decaimiento y la falta de estímulo vital, es decir entusiasmo, alegría etc.
Lo cual debilita a la mayoría haciéndoles así más manipulables por esa minoría oscura jerárquica y represora.
La cual también se hace daño a sí misma por participar en el mismo desequilibrio al situarse en el extremo opuesto de este.
Es decir que el modo positivo de actuar con paz y amor no solo ayudaría a la mayoría reprimida sino también a la minoría represora, pues llevaría tanto a unos como a otros a la paz del equilibrio para hacer de este mundo la buena sociedad, es decir alcanzar en él el propósito por el que ha sido creado: la flor de la creación.
En los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos los individuos deben de activar sus esencias que como adultos ya tienen formadas para poder vivir en paz y con salud, es decir activar el cuerpo, la mente, las emociones y la identidad, el propio determinismo, pues siempre hay una posibilidad de tratar de un modo positivo y efectivo a todos esos gritos atropellantes que no son más que la llamada de la gente necesitada pidiendo auxilio, por lo que ante ellos no hay que pararse a intentar alcanzar la meditación más elevada antes de echarles una mano y ayudarles, y destruirles si atropellan con sus gritos esa alta y sofisticada meditación, es decir que ante ellos hay que sacrificar esa alta meditación y sustituirlo por una mente baja capaz de hablar con ellos del cobijo y los alimentos que necesitan para poder subsistir, para que así dejen de atropellar con sus gritos las altas meditaciones la gente rica pues estos ya les habrán atendido con éxito y tanto los pobres como ellos habrán salido de esos extremos desequilibrados de excesos y pobreza y se habrán reunido en un centro social de buena sociedad de igualdad de bienestar para todos por igual en la cual todos podrán disfrutar tanto de la mente baja procurándoles los recursos de cada momento como de la mente alta ofreciendo a todos altos estados de comprensión de elevación de conciencia y de amor profundo hacia todos los seres por igual.
Todo se habrá conseguido confiando en el Dios invisible de los adultos es decir en el Creador, el cual se halla en el corazón de todos los seres creados por él, es decir de todos los seres vivientes que habitan en su creación, los cuales son todos hijos suyos.
Fernando Ortolá
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