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jueves, 19 de mayo de 2022

La óctuple curiosidad

 

El Fes es la inversión de la realidad, la oscuridad, que se manifiesta desde el otro lado de los objetos físicos a través de sus ángulos, amenazando a atacar con esas punzantes prominencias, como los cuernos de un fiero toro.

Cuando en ese momento atolondrado y aturdido por la amenaza del Fes aceptas la batalla que te declara y vas tras él, tras la oscuridad, tras los objetos y detrás de estos a recuperar la luz que decían haberte robado, al campo de batalla oculto, confuso e inverso en el que te retan... entonces la oscuridad que el Fes anuncia te atrapa, te roba realmente las esencias, tu mente, tu cuerpo, tus emociones y tu voluntad, y caes en el círculo vicioso de que a mas le combates con la misma violencia física con la que te retan más te atrapan, y más te desposeen de tus propias esencias, más que destruyen, hasta que en un momento dado vuelve a nacer la luz dentro de ti y la luz te hace comprender que tu error ha sido el enfrentarte a la oscuridad con la misma brutalidad con la que ella se ha dirigido primero hacia ti y de ese modo has caído en su trampa y esta te ha robado las esencias y destruido.

Una vez aprendida esa lección y más tarde la oscuridad procedente de algún lugar se presenta de nuevo ante ti y el Fes te avise de su presencia ya no caerás en su trampa no te dejarás provocar por ella y no irás a luchar en su terreno con la misma brutalidad con la que ella te ataca primero a ti, sino que te dedicaras a seguir haciendo lo que debes de hacer, caminando por tu camino, siendo tú mismo, siguiendo tu corazón, activando tus propias esencias, tu propia voluntad, tu propia mente, tus propias emociones, tu propio cuerpo, es decir estando Ahí (en la armonía) y así de ese modo el Ahí (el que siempre está en la armonía, el Padre universal) hará desaparecer la oscuridad tal como Él hace siempre, y también desaparecerá el Fes que era el aviso que Él te daba para anunciarte y prevenirte de la presencia de una oscuridad amenazando ante la que debías de seguir estando Ahí para que no te atrapase. Cuando comprendes lo que el Fes te pide que es el estar Ahí y estás Ahí entonces el Fes desaparece, pues ya se ha cumplido su propósito y razón de ser, ya ha realizado su tarea.


Cuando ante ti se presente el Fes  desde el otro lado de los objetos de tu entorno y sus ángulos punzantes y amenazantes si tu en ese momento estás Ahí tomando lo que el Ahi (tu corazón) en ese momento y activas tu mente (estás Ahí) tal como el Ahí te lo da, sin miedo a la oscuridad y con confianza en la luz (en el Ahí) entonces esos ángulos punzantes cuya presencia te anunciaba el Ahí (el Padre universal) te anunciaba a través del Fes habrán dejado de ser una amenaza se habían integrado a la realidad del mundo que te rodea (a la voluntad del Padre universal) a la vez que quedarán transformados en tu instrumento que con tu mente usarás para construir este universo junto con el Padre universal, el gran constructor, como aprendiz suyo y partícipe de su obra que es el universo en el que estamos, en el cual Él te ha hecho como hijo suyo, para que aprendas a crear un universo como el suyo en el futuro, al llegar a la adultez, y ser como Él.

Entonces el ángulo amenazante de la oscuridad se habrá transformado en tu instrumento de luz para construir este universo con tu mente, en tu compás, y cuando realizas ese trabajo mental y construyes el universo con tu compás la oscuridad desaparece y aparece la luz, y eso te confirma que estas en el buen camino, siguiendo tu corazón y al Padre universal,en la construcción del universo como aprendiz e hijo suyo, del gran constructor.


Es curioso que sean precisamente los ángulos de los objetos circunstanciales del entorno los que manifiestan la fuerza de la oscuridad que anuncia el Fes.

Pues eso muestra a su vez que si la oscuridad se quiere apoderar de los ángulos, es porque los ángulos son realmente un potente medio e instrumento a través del cual la luz (el Padre universal) manifiesta su poder para crear y conducir el universo, y por eso son precisamente los ángulos lo más codiciado por la oscuridad.


Es doblemente curioso por el hecho de que las fórmulas cenuíticas indican que el universo se desarrolla a través de un despliegue de distintos ángulos de giro de los astros para así crear las distintas dimensiones que componen la totalidad del universo.


Es triplemente curioso por el hecho de que en las visiones de las Enas veo ese giro angular de los ejes de rotación de los astros en torno de sus respectivos ejes de precesión, y es precisamente a través de esos ángulos como se manifiesta la facultad de poder viajar de un astro a otro de modo instantáneo, cual ya estoy viendo y realizando con mi visión remota.

Mi vista viaja a través de esos ejes de giro.

Ángulos que pertenecen a esa dimensión superior a la nuestra desde donde esos ángulos son dirigidos para crear y conducir los astros y universo de la dimensión más baja en donde vivimos.

Es decir, que los ángulos representan a esa dimensión superior a la nuestra en la que todo el universo de nuestra dimensión se halla plegado y concentrado, y por eso ascendiendo a esa dimensión superior a través de los ángulos de giro específicos (específicos giros mecánicos y angulares de unos ejes sobre otros...) se puede pasar en un instante de un astro a otro que en el universo de nuestra dimensión se hallan a años luz de distancia el uno del otro pero que en la dimensión superior (de la cual nace y se despliega el universo de nuestra dimensión inferior) esos mismos dos astros se hallan uno al lado del otro pudiéndose realizar fácil el paso de uno a otro, para despues y también a través de los ángulos (variando el tipo de giro especifico de la máquina cenuitica) volver a descender al universo de nuestra dimensión inferior descendiendo al instante sobre la superficie del astro o planeta de destino, con nuestra visión o con nuestra máquina o nave cenuitica o con ambas cosas.

Todo se realiza a través de los distintos ángulos de giro, tanto la creación y conducción de nuestro universo como el viaje dimensional e instantáneo de un astro a otro.

El ángulo representado por un compás, como el gran instrumento constructor y conductor del universo en el que estamos.


Lo del ángulo y el compás es cuádruplemente curioso por el hecho de que el emblema de la masonería tiene un compás y además hace alusión al gran constructor del universo.


Es quíntuplemente curioso por el hecho de que en las visiones de las Enas veo el Ojo como la representación del vórtice de giro de los astros al girar sus ejes de rotación en torno de sus respectivos ejes de precisión.

Y el Ojo ( los específicos giros de los ejes planetarios) es el que se acerca a mi y me lleva a distintos planetas del universo para que pueda ver la superficie de estos.

El Ojo se halla igualmente en el emblema de la masonería igual que el compas.


Es séxtuplemente curioso por el hecho de que son los específicos ángulos que se van formando entre las posiciones de los planetas y la Tierra lo que afecta a la forma de ser de cada individuo, ya sean esos ángulos de 90 grados (las cuadraturas) o de 120 grados (los trígonos) o de 180 grados (las oposiciones) etc. Lo cual vuelve a indicar el poder que los ángulos ejercen en nosotros y en nuestro universo.


Es séptuplemente curioso por el hecho de que al igual que el compás puede presentarse destructivo cuando no se usa para su propósito de construir el universo y si se le da un uso con esa finalidad lo mismo sucede con los aspectos angulares de los planetas los cuales cuando se presentan con una potente energía como a través de las cuadraturas (90 grados) y oposiciones (180 grados) estos aspectos pueden ser altamente destructivos si la gran fuerza que ofrecen no se usa para el propósito de la existencia de este universo que es la armonía y en lugar de ello es usada por ejemplo para enfrentarse a los semejantes, pues en este caso esa gran fuerza siempre se presenta destructiva para ambos bandos de la contienda. Pero si esa gran fuerza procedente del aspecto planetario se usa para trabajar en el propósito del universo, en la armonía y la paz... entonces esa gran fuerza se transforma en un gran medio positivo e instrumento constructor de grandes beneficios y armonía para todos por igual.


Todos los seres humanos tenemos un gran poder en nuestras manos que son las esencias que componen nuestro ser, la voluntad, el cuerpo, la mente y las emociones, si usamos bien ese gran poder activando nuestras esencias para la paz y la armonía entonces todo ira bien, pero si las activamos para el mal entonces todo va mal.


Nuestras esencias son un arma de doble filo.

Sin con ellas producimos violencia esa violencia nos vendrá de vuelta y si con ellas producimos armonía esa armonía también nos vendrá de vuelta.


Lo de los ángulos es óctuplemente curioso por el hecho de que el típico símbolo de los cristianos, la cruz, también representa un gráfico muy angular, con 4 ángulos de 90 grados que en los ángulos de rotación planetaria representan 4 aspectos fuertes (4 cuadraturas) que conceden una gran fuerza, pero que para esa gran fuerza no produzca una gran destrucción sino un gran bien debe de ser usada no para el mal (enfrentamientos) sino para el bien (paz, armonía, amor, etc.) lo cual es el mismo significado de la cruz cristiana el cual se refiere a que por grande que sea el problema ante nosotros (la cruz, el Fes, el ángulo tenso, etc) nunca hay que solucionarlo de un modo violento sino con amor (paz, armonía, etc) confiando en Dios (en el Padre universal, en la paz, en la armonía, en el Ahí, etc.) 


Tanto los masones como los cristianos y otras creencias actuales representan el camino de ascenso de una humanidad adulta que necesita activar sus esencias, la voluntad, la mente, las emociones y el cuerpo para poder sentirse bien.



Fernando Ortolá


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