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viernes, 8 de noviembre de 2024

Las virtudes del ser humano

El niño aún no tiene su mente y su cerebro formados.

Por eso no puede comprender porque el debe de tener la virtud del valor.

Tan solo puede sentir que ser valiente es bueno es honorífico es meritorio pero no sabe exactamente por qué lo es porque su mente y su cerebro aún no están formados para poder comprenderlo.

También puedes sentir que ser valiente le satisface y le hace sentir bien.

Por eso el niño aún no puede comprender el valor de alguien que sea valiente solo con sus acciones y no con su apariencia pues el niño aún no está preparado para comprender que esas acciones que realiza sean valerosas.

Por lo cual el niño necesita imitar a una persona que refleje su valor en su apariencia externa.

De ese modo el niño aunque no comprenda ese valor sin embargo lo podrá sentir ese podrá sentir atraído hacia él y se sentirá motivado a imitarle porque eso le parecerá gratificante y le dará satisfacción aunque siga sin comprender porque exactamente esa persona es valiente y el debe de imitarle.

Esa persona valiente que el niño imita a través de sus emociones pero aún no de su intelecto puede pertenecer a un mundo totalmente alejado del pragmatismo intelectual y de la tangibilidad material pues el niño no necesita estas cosas para poder invitar a ese personaje valiente ya que aún no tiene el cerebro para interactuar de un modo pleno con el mundo material ni para comprenderlo.

Por eso ese personaje valiente que el niño imita puede ser perfectamente un ídolo del mundo de la fantasía como pueda ser Superman por ejemplo.

A través de la figura de Superman el niño aprenderá la virtud del valor el cual formará parte de su personalidad y formación que alcanzará su pleno desarrollo al llegar a ser adulto.

Una vez que el niño ha llegado a la adultez como individuo adulto ya no seguirá a ún ideal de la virtud que se halle representado en el mundo exterior como lo pueda ser Superman o como lo puede ser también alguna persona que para él era un ídolo  que recibía su admiración infantil  y que aparecía como una persona física en el mundo externo tal como lo puede hacer el mismo padre carnal o un hermano mayor un familiar o un conocido etc.

Es decir que para el adulto su ideal de la virtud ya no estará representado en el exterior sino en su interior como un elemento que forma parte de su personalidad adulta y formada y que le concede la virtud de tener valor para poder enfrentarse a la adversidad.

Es decir que cuando era niño el valor se representaba en el exterior y cuando es adulto se representa en su interior.

Cuando era niño no podía comprender aún la necesidad de ser valiente porque su cerebro y mente aún no estaban formados para poder comprenderlo pero un adulto ya tiene su mente y su cerebro formados y ya puede comprender porque hay que ser valiente.

El niño para poder asimilar la virtud del valor en su formación debía de imitar con sus emociones a esos ídolos valientes sintiendo que él era ellos y disfrazándose de ellos y jugando a ser ellos es decir a ser un ídolo valiente un gran guerrero o un gran salvador etc.

Eso era bueno para su formación y le daba un cierto aspecto arrogante, creído y presumido, pues presumía ser ese ídolo valiente que en realidad no era aunque todo tras un velo del típico juego infantil que hacía que su disfraz de hombre valiente resultase gracioso ante los ojos de los adultos y que él mismo en su juego y muy adentro de él algo le hiciera sentir que realmente todo es un juego y que la auténtica representación de ese juego divertido y emocionante llegará cuando él sea adulto de verdad.

De ellos se deduce que la arrogancia o presunción de un niño no es un sentimiento negativo pues lo necesita para poder aprender y asimilar las virtudes que son los elementos que necesita en su formación para llegar a ser adulto.

Pues el niño para aprender a ser un carpintero debe de imitar al carpintero aún sin serlo para así intentar hacer su trabajo cometer errores y rectificarlos.

Para aprender a ser carpintero debe de imitar al carpintero sin ser aún carpintero y para eso debe de sentir que es carpintero aún sin serlo y ese sentimiento de querer ser algo sin serlo es el sentimiento de la presunción y por eso ese sentimiento es necesario para poder aprender hacer lo que se quiere ser que para poder llegar a ser hay que sentir que se es antes de serlo y eso es la presunción.

Aunque la presunción es una faceta infantil y no adulta es decir que en el niño se ve como algo gracioso y que le lleva a aprender y a formarse pero en el adulto se ve como algo arrogante y negativo pues el adulto ya está formado y el niño aún no.

En este punto es sutil hacer distinciones entre formas de querer ser algo sin serlo pues todas estas formas son emociones y en el niño son positivas y en el adulto son negativas.

Por eso la presunción vista como algo negativo es la presunción del adulto pero vista como algo gracioso es la presunción del niño.

La arrogancia vista como una emoción negativa que cae más en el lado de los adultos pues realmente a un niño no se le puede llamar arrogante si se ve la arrogancia con una connotación negativa.

Las mujeres tienen esa faceta de presunción aunque es una presunción que resulta graciosa y se dice que son presumidas y eso es un elemento de la personalidad femenina que les embellece. Lo cual es debido a que la mujer como madre está más cerca de los hijos y de su educación y por lo tanto debe de compartir esas emociones de presunción con los niños pues estos la necesitan para poder imitar a los ídolos que la mujer y madre le presenta para que el Hijo es decir el niño al seguir a esos ídolos como Superman que la madre le lee en los cuentos puedan querer imitarle y así adquirir la virtud del valor que esos ídolos como Superman tiene al igual que otras virtudes de otros personajes de otras leyendas y cuentos que la madre lee a su hijo.

Es decir que con ello la madre despierta en su hijo el interés hacia esos ídolos que aparecen en los cuentos que lee antes de dormir.

Es un proceso de enseñanza y asimilación de virtudes que el niño sigue guiado por su madre y su padre es decir por sus progenitores para así poder ir formando su personalidad con la ayuda y guía de ellos.

Así el niño absorberá la virtud del valor que formará parte de su personalidad concediéndole el valor que cuando sea adulto necesitará para poder enfrentarse a las dificultades y poder vencerlas y alcanzar sus metas.

Entonces al ser adulto esa virtud del valor ya no estará afuera sino adentro de él.

Lo mismo sucedía con los distintos dioses del pasado de la humanidad tal como ahora vemos representados en los antiguos grabados.

Pues la antigua humanidad estaba en su periodo infantil es decir que era como un niño que aún debía de asimilar las virtudes para poder formar su personalidad y por eso tenía dioses a los cuales imitaba para poder así absorber la virtud de cada uno de ellos e ir formando su personalidad para poder llegar a ser una humanidad adulta en el futuro.

Actualmente nuestra humanidad ya es adulta y por eso ya no tiene esos dioses del pasado.

Lo mismo sucede con ese ser tan importante y amado Dios hoy llámele cada cual como le llame se refiere a esa misma persona a ese Padre Universal que es como el antiguo Zeus es decir el padre de los dioses o el dios principal.

Ese Dios tan importante y principal es igualmente un modelo de virtud que en los pasados tiempos infantiles de la humanidad se debía de imitar para poder absorber su virtud y por eso se veía en el exterior a través de una persona física que representaba al enviado de Dios o a Dios mismo en la tierra y al cual seguían al igual que un niño sigue a su tutor y buen jerga para poder imitarle como un ideal y así absorber su virtud para poder formar su personalidad y en el futuro llegar a ser un ser adulto capaz de desarrollar esa virtud en las acciones que realiza como ser adulto.

En el presente la humanidad ya es adulta y ese Dios físico de su pasado infantil y la gran virtud que representa ya no se encuentra en el exterior físico sino en el interior de los seres adultos que forman la humanidad adulta es decir que se encuentra en el interior como una gran virtud que forma parte de la formación que en el ser adulto ya es completa ella ejerce con todas sus funciones y virtudes asimiladas incluyendo esa gran virtud que como él grande Dios que ahora es un Dios invisible se encuentra dentro del ser adulto en su corazón y que es la misma voz de su corazón que le conduce y le guía cuando el ser adulto sigue su propio determinismo.

La naturaleza del ser adulto hace que este comprenda lo que cuando era niño no comprendía y entre esas cosas que comprende se halla también la capacidad de comprender a ese personaje principal que es Dios al cual cuando era niña no comprendía sino que tan solo imitaba pero al ser adulto lo comprende y lo ve como un elemento y herramienta de su trabajo diario de su visión adulta y pragmática.

Pues al ser adulto y a través de la evolución esa comprensión de Dios en su interior le despierta su percepción extrasensorial interna su glándula pineal y el contacto telepático con los demás seres adultos y con esos seres adultos más evolucionados que le protegen igual como él como ser adulto igualmente protege a otros seres adultos en la calidad de su respectiva función que él domina al igual que quienes le ayudan a él le ayudan en esa respectiva función que ellos dominan y él no y así el ser adulto se ve dentro de una sociedad de seres adultos que desean al igual que él vivir en igualdad para poder ayudarse mutuamente con sus respectivas funciones que les llevan a intercambiar sus respectivos frutos que son el alimento vital que el niño recibía únicamente de una fuente única de su tutor pero que el ser adulto ya no lo recibe de su tutor porque este ya no esté presente sino que lo recibe del intercambio de frutos con los demás seres adultos por lo que para el ser adulto es vital que esa relación de intercambio de frutos con los demás seres adultos se establezca para poder recibir así él alimento vital que necesita para poder sobrevivir y sentirse bien.

En esas sociedades seres adultos a la que el hombre adulto llega se despuerta en el un sentido de intuición capacidad de improvisar de estar alerta mayor que la del niño es decir un sentido de la realidad mayor hasta el punto de despertarse en el  una antena interior una percepción extrasensorial interior propia de los seres adultos, con la cual percibe de un modo pleno todo su entorno de seres que son superiores a él en sus funciones respectivas aunque no es una superioridad moral sino una superioridad tan solo de posición como la del vecino de arriba o la de él ante el vecino de abajo es decir que ya no es una superioridad jerárquica en la moralidad sino una superioridad en la posición estableciéndose así una igualdad plena e interna de derechos y de privilegios entre todos los seres tanto si en algún momento se hallan en una posición más alta o más baja que otros continuarán siendo iguales entre ellos con los mismos derechos y privilegios establecidos en la moralidad de la sociedad humana adulta.

En ese punto evolutivo el ser humano adulto empieza a conocer a otros seres humanos de distintas razas y pueblos incluso de otros planetas del universo y se empieza a desarrollar con ellos tanto de un modo físico como interno y telepático pues al mismo tiempo la tecnología del ser humano y sus naves para poder viajar a través del universo también se han desarrollado y ha alcanzado un nivel evolutivo en el que ha entrado en contacto con todos los demás seres humanos de distintas razas y civilizaciones que habitan en todo el Universo y ha establecido con todos ellos un contacto de intercambio de frutos que ha hecho que el ser humano adulto crezca enormemente en placer satisfacción y bienestar compartido entre todos por igual en una sociedad humana adulta que de ese modo llega a su plenitud a la realización del universo y flor de la creación para así posteriormente poder pasar al siguiente estadio o dimensión de vida el cual desde la dimensión inferior en donde estamos no se puede conocer porque aún no tenemos los sentidos para poder captarla pero que sí que es la dirección hacia la que el ser humano adulto al haber realizado el universo en el que está se dirige y que es donde se encuentra el Padre Universal más alto y elevado y a la vez más hondo y profundo en el corazón de todos los seres adultos desde donde dirige a todos los seres creados por él para que crezcan con sus espíritus hacia él y hacerles llegar algún día al plano y dimensión superior en el que él se encuentra para poder llegar a ser algún día como él un creador de universos llenos de vida y conducirlos hacia su realización plena y final.


Fernando Ortolá 


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