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martes, 22 de abril de 2025

Ena 136. Visión que anuncia la muerte del Papa Francisco

 En el centro del circulo del iris del Ojo Creador, en su pupila, es donde se juntan todas las esquinas de todas las formas, las cimas de todas las montañas, el punto  mas alto de todas las lineas verticales, el vertice superior de todas las piramides, el final de todos los caminos y las metas de todos los proyectos.

Es el lugar desde donde como a traves del objetivo de una cámara creadora se proyecta una creacion positiva, a traves de una malla luminosa y hacedora  construida por cientos de finas lineas de luz que se cruzan entre si,  formando intensos puntos de luz en sus cruces que son el desoliegue de cada una de las esquinas, cimas, finales, caminos, formas, objetos, mundos, planetas y astros que formarán el universo creado de luz y de vida.

Todos los seres vivos creados son hijos del Creador y como tales son conducidos por Él,  situandolos como aprendices al hacerlos participes de su obra, para que con el curso de la creación lleguen a ser un dia como Él:  creadores de universos  llenos de vida.

Cuando el proceso de participación en la creación se corrompe en la vida de un individuo  por su participación en actos violentos eso hace que todo se alrere a su alrededor, todo se invierta y se tumbe perdiendo la vertical de la vida y la construcción y pasando a la horizontal de la muerte y la destrucción.

Todas las cimas y las esquinas de las formas que antes salian de la pupila del Ojo creador cómo una luminosa estrella creadora y productora de un universo de bienestar se transforman  en hirientes esquinas que como espinas dolor se clavan en los seres creados, produciendo sufrimiento, enfrentamiento, inversión, robo, corrupción, y enfermedades.

Aunque el Creador protege a quien vive en  paz, manteniendo en él la luminosa estrella de la creación positiva con la que aparta de él toda la oscuridad acosante.

Quien esta Ahi en la paz puede obtener energia de la misma Tierra sin que eso le afecte.

Pues su positividad canalizará bien esa energía. 

Cuando se abusa de la energía de la Tierra sus montañas se transforman en volcanes.

Para que todo eso no vaya mal sino que se mantenga yendo bien hay que estar siempre Ahí en la paz.


Después de escribir estos párrafos anteriores me he dormido.

Al despertar del sueño he tenido una visión en la cual una persona mayor con rasgos de tener media cara paralizada y no poder hablar intentaba decirme algo importante,  pero esa condición de no poder pronunciar las palabras que quería decir formaba en el una imagen dramática de intentar comunicar algo sin poderlo conseguir.

Con su rostro venía muy próximo a mí intentándome decir eso que quería y no podía.

Tenía el aspecto de haber tenido un ictus un derrame cerebral y haberse quedado medio rostro paralizado sin posibilidad de hablar.

Con su expresión parecía intentar recibir mi aprobación en algo y darme su mensaje.

Con el intento de ayudarle y serenizarle apoyaba mis manos en sus brazos y en sus hombros con el gesto de decirle: no te preocupes, sé lo que me quieres decir, has hecho bien tu labor reconozco quién eres. 

Eres el cura del pueblo.

Reconocía en él al cura de la iglesia de San Antonio.

Había engordado tenía una cara más gruesa y desproporcionada con ese estado de ictus en el que se encontraba.

De pronto el escenario de mí visión se transformó en blanco y las imágenes empezaron a salir en negro.

Este tipo de visiones ha sucedido otras veces en las cuales el fondo se invierte y en vez de ser negro como suele ser en muchas visiones es blanco y las imágenes aparecen en negro.

He visto el universo como un gran cielo blanco lleno de puntos negros que son las estrellas.

En medio había una masa negra en forma de mujer acostada con un vestido largo negro y con puntitos blancos como si fuera el universo de una noche estrellada esta vez con fondo negro y puntos blancos tal como se ve en el cielo al anochecer.

Ese cielo negro y habitual que ahora se presentaba en forma de mujer acostada en medio de ese otro cielo blanco ha empezado a moverse y a gemir como si estuviera teniendo una relación sexual con alguien que no estaba presente.

Esa escena en sí misma era la presencia de una gran deformación de la realidad o inversión.

Era el sexo presentado afuera de lugar en el cielo en donde hay que tener un amor elevado hacia todos por igual y que en esa escena se presentaba como el amor sexual que se debe de dirigir hacia una sola persona y no en el cielo sino en la tierra.

Era una especie de aberración de la naturaleza y del orden natural de las cosas.

Por mucho que esa mujer gimiera implorando la presencia de un cuerpo de tierra en un cielo etéreo.

Es decir pidiendo lo imposible.

Esa visión me estaba dando la respuesta al cura con ictus que hacía un momento me había venido a visitar.

Me estaba diciendo que ese cura había usado su poder de sacerdote, de cielo, para captar sexualmente a las mujeres.

Lo cual finalmente le había llevado al ictus.

Esa es la razón por la que el cura se acercaba a mí, a uno de los feligreses de aquel pasado de mi inocente juventud, para decirme con acto de arrepentimiento cuál fue su pecado y su error que le ha conducido a su enfermedad, para prevenirme de ello y para prevenir a otros también con su mensaje.

Después en la visión he visto aparecer al Ojo, como siempre solemne y majestuoso, ante mí, arriba en el cielo, humano y cálido, mirándome, para darme su mensaje.

Después he visto a aquel cura cuando impartía la misa en la iglesia de San Antonio.

Le he visto vestido con su túnica ceremonial de sacerdote.

Un traje largo y blanco de tela suave, con una bufanda muy larga también de tela y de color oscuro,  con unos motivos blancos escritos en ella.

En el momento en el que le he visto estaba dando la hostia consagrada a alguien, es decir lo que la Iglesia denomina también como el cuerpo de Cristo.

Después en mi visión esa imagen a sido sustituida repentinamente por otra en la cual aparecía una persona vestida con un traje normal y sencillo que estaba sentado sobre una silla en su casa con la espalda recta y tenía su mano cerrada como un puño a la altura del ombligo.

Al ver esa persona he comprendido directamente que se trataba de mí y que el gesto que hacía era para indicar uno de los éxtasis que tuve en el pasado al sentirme fusionado con el universo, y sentir a su vez que un ser querido por mí en el que pensaba en ese momento era un planeta movido por mi amor dentro de mí, es decir por el universo, al igual que esa persona era otro universo en el cual yo era un planeta de su interior movido por su amor,, es decir por el universo que esa persona también representaba.

Esa experiencia del pasado a la que ahora puedo denominar una entronización cenutica es lo que esa visión me recordaba.

Fue una experiencia tan maravillosa que a partir de ese momento no desee otra cosa más que sentirla de nuevo.

Aunque esa otra persona en la que estaba pensando era una mujer sin embargo mi pensamiento no contenía ningún tipo de fantasía sexual, sino que era un contacto plenamente espiritual, y con un placer mucho más alto que el que pueda dar el sexo.

La visión me estaba recordando esa experiencia del pasado que va resurgiendo de vez en cuando, y a través de ello me decía que esa experiencia no se puede comprar ni vender, no se puede fabricar y dar a los demás ni siquiera a través de la hostia consagrada.

A su vez a través de todo ello el viejo cura del pueblo me decía también lo mismo después de haberlo descubierto y arrepentirse de sus actos del pasado.

Un cura que se estaba confesando ante mí, es decir que un feligrés estaba confesandolo en vez de al revés tal como suele suceder en una iglesia en la que es el cura el que confiesa a los feligreses para perdonarles de sus pecados y en esa imagen era al revés era el cura el que se confesaba ante mí para que le perdonase por sus pecados.

Intentando así equilibrar la cosa para poder recuperar ese éxtasis verdadero que está dentro de todos al cual conduce el amor verdadero y no únicamente el amor del sexo y la materia.

A medida que las imágenes se iban sucediendo en la visión iba comprendiendo el mensaje que contenían.

Pues la mujer con traje de universo acostada en un universo de luz y gimiendo por atención sexual era lo contrario a mi éxtasis de entronización que es la experiencia más grande de amor que se pueda tener en relación a alguien.

Por lo que esa mujer de la visión se puede comparar a la gran prostituta mencionada en la Biblia.

La siguiente imagen que he tenido en la visión es la de unas manos que sostenían algo que parecía ser importante, aunque no podía ver muy bien lo que era.

Esas manos bien cuidadas, pulidas, lisas, aseadas y limpias movían eso que tenían indicando con ello que estaban trabajando en ese objeto.

Sus dedos se movían ligeramente realizando cierta acción sobre lo que sostenían.

La persona que con sus manos sostenía ese objeto llevaba una gabardina blanca larga de tela delgada.

Tenía el aspecto de ser un farmacéutico, un médico, o un científico.

También se parecía un poco a la túnica blanca del sacerdote, aunque esta vez más parecido a la de un científico de laboratorio.

Esa persona sosteniendo ese algo en sus manos estaba frente a mí, pero no le veía el rostro, solamente la parte del cuerpo que se haya detrás de alguien que sujeta algo con las manos.

A derecha y a izquierda de esa persona que tenía enfrente habían dos personas más con el mismo traje blanco y con las mismas manos, también puestas en la misma posición y a la misma altura, con los mismos dedos largos, moviéndolos en torno a ese objeto que la persona de enfrente sostenía como si los tres estuviesen trabajando de un modo muy meticuloso con un objeto o sustancia muy importante.

Estaba viendo la escena con toda claridad.

De pronto el personaje que tenía enfrente ha parado de mover los dedos y ha mostrado sobre la palma de una mano el objeto que sostenía.

En un principio no sabía muy bien lo que era pues no se veía mucho.

Es decir que no se podía apreciar con claridad de qué se trataba.

Empecé por pensar que eran dos pequeñas baterías de esas que se ponen en los transistores o los relojes o los juguetes.

Pues se parecía un poco a eso.

Pero la imagen de esa visión se mantenía  mucho tiempo en el ccual  me quede observando eso que esas manos sostenían.

Ahora comprendo que esa visión duraba tiempo para que me fijase pues esos dos objetos no eran baterías sino que eran otra cosa y debía de mirar bien para descubrir lo que era.

Así que eso hice, me fijé bien y esa imagen se acercó un poco más a mí pudiendo ver así que no eran baterías sino que eran dos pequeños frascos de cristal.

Uno un poco más pequeño que el otro.

El grande contenía una sustancia blanca y el pequeño contenía una sustancia negra.

Poco después comprendí que esas personas se trataban de manipuladores del universo y de la vida al igual que el cura con su hostia consagrada.

En este caso esos científicos estaban intentando manipular las esencias blanca y negra del universo metiéndolas en unos frascos para así poder intentar poner un precio a ese supuesto elixir de la vida que han descubierto.

Es decir un precio al éxtasis del Ahí que es ese éxtasis natural y humano que puedo sentir de vez en cuando y al cual desde mi comprensión defino como entronización cenuítica.

Es un elixir natural de la vida que todos tenemos en nosotros mismos, que no se puede manipular ni comprar ni vender tal como las visiones muestran que el cura y los científicos intentan hacer metiendo ese elixir en unos frascos o en una hostia consagrada.

Pues todos los seres tienen ese elixir en sí mismos y para sentirlo no tienen más que prestarle atención es decir estar Ahí, vivir en paz, confiando en la paz.

En mi visión el viejo cura del pueblo ha venido a mí para transmitirme de un modo dramático a través de su cara paralizada este mensaje, para que por favor lo comunique a los demás tanto en su nombre como en el nombre de la verdad de la vida en la que todos estamos.

Eso es lo que hago ahora al transmitir estas palabras.

En mi juventud ya habiendo empezado a escribir los textos de mi filosofía cenuítica a los 14 años de edad sin embargo había períodos en los que también iba a misa y en una de esas ocasiones este cura me dijo que mi camino también se dirigía a Dios pero en solitario.

Eso me hizo pensar que tal vez alguno de mis amigos con los que formamos un pequeño grupo filosófico espontáneo e infantil o algunas de sus madres que a veces me criticaban y perseguian  habrian ido al cura a decirle lo de los textos que escribía, de los cuales hablaba a los demás, es decir que les hablaba de la paz y de la confianza que hay que tener en la paz, para que se despierte en nosotros el autoconocimiento con el cual escribía mis textos ya desde una corta edad, invitaba a los demás niños que hicieran lo mismo  para que despertasen su propio autoconocimiento y entre todos nos compartiéramos esas comprensiones que cada cual alcanzaba y esos maravillosos éxtasis que cada cual podría sentir con ello igual que yo sentía.

No sé si esta visión significa también que ese señor que era cura en el pueblo estará llegando al final de sus días y que por eso antes de irse venga a mí a darme ese comunicado, y para que le acoja en mi camino solitario a Dios tal como él decía en el pasado que era mi camino.

Es curioso que eso se presente ahora al revés es decir que no es alguien que va hacia él para que le conecte con el cielo sino que es él el que va hacia otro, en este caso hacia mí, para recibir esa conexión con el cielo, es decir no para confesarme de mis pecados sino para que sea yo quien le confiese a él de los suyos, no para incluirme a mí en su camino hacia Dios sino para unirse conmigo en mi camino hacia Dios, que es el que cada cual elige siguiendo su propio corazón y determinismo, y en el cual todos nos encontramos para caminar juntos hacia Dios, hacia nuestro Padre Universal, tal como el hermano y amigo cura del pueblo se ha unido a mí y a todos en ese mismo camino.

Bienvenido sea.

Bienvenidos sean todos de regreso al camino natural y humano de la humanidad de regreso hacia su Padre Creador.

De regreso a dejar que sea él quien siga guiando a los seres vivos de su creación para que siga existiendo su paz en todos y la presencia de todos en su paz y para que como siempre se haga su voluntad que es la verdadera voluntad de todos.

Un gran abrazo.


Fernando Ortolá 

NOTA: Tengo visiones desde el 2-12-2016.  Aunque soy catolico de orígen nunca he tenido una visión en la que aparezca algún motivo de la iglesia, solo en la visión de ayer. El Papa Francisco murió ayer a las 7:31 de la mañana justo en el momento en el que tuve la visión. Ayer por la noche recibí la noticia de que el Papa Francisco había muerto.













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