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miércoles, 21 de diciembre de 2022

El Dios invisible del ser adulto

 Al llegar a la adultez ya no está ante ti tan patente la presencia física del guía físico (tutor, padre, etc) para ayudarte a sobrevivir y a crecer, pues ya has crecido, ya eres un ser adulto, ya estás preparado para sobrevivir por ti mismo y por eso ya no necesitas igual que antes y de un modo tan imperioso de la  presencia y ayuda física de tu guía fisico que antes en tu periodo de niño te ha conducido hasta la adultez.

Ese guía físico  está casi siempre  representado por la figura del padre carnal, y el mismo proceso evolutivo de la vida de cada uno ya va produciendo un alejamiento físico  progresivo del padre a medida que se va adquiriendo un mayor dominio de la propia vida que antes de niño estaba en manos de ese guía, padre o tutor de los primeros años de vida.

Aún así, aunque después más tarde ese entrañable y paternal guía físico emprenda su viaje final y asi desaprezca totalmente  su presencia fisica... sin embargo... el hijo seguirá recordando a su padre con amor, es decir que el recuerdo del padre permanecerá vivo en el recuerdo del hijo, como una presencia de luz interna y reconfortante que acompañara al ser adulto a lo largo de su existencia.

Esa presencia luminica, espiritual e interna en el corazón del individuo es en un principio esa padre o tutor que le acompañó durante la infancia y que más tarde al llegar a la adultez esa presencia física del padre o tutor fue desapareciendo gradualmente hasta irse totalmente con la muerte física de ese padre o tutor, el cual permanecerá como recuerdo y dulce presencia acompañante en el corazón del individuo.

Esa presencia del padre o tutor en el interior o recuerdo del individuo no es una presencia física sino  espiritual, no es una presencia visible sino invisible, pero aún así, aún siendo invisible y espiritual, si que es una presencia positiva, reconfortante, luminosa, real, querida, necesaria, amada, presente y auténtica.

Es la presencia interna del padre invisible.

A su vez es una presencia de luz interna que con el tiempo ya no se presenta solo con la identidad de quien fue  el padre carnal sino que se va mezclando y fundiendo con otras identidades también presencias en el recuerdos y que son el recuerdo de otros seres queridos que también se fueron de este mundo como lo pueda ser un abuelo, una tía o cualquier otra otra persona de la que se guarda un entrañable recuerdo.

En quienes son creyentes aún crece más la figura de ese padre interno invisible, pues este ya no es solo representa la presencia interna del padre carnal, más la de lis los abuelos y la de los tíos sino que es también representa la presencia en el corazón de todos aquellos que compartían la misma creencia, e incluso tambien representa  la presencia interna de ese Dios de cada creencia que es quien como un gran Padre ha creado y sostiene todo hasta su realización final.

Incluso un individuo que no profesa una creencia especifica sino que digamos que va por libre con sus propias ideas... también puede sentir en su interior esa presencia más extensa del padre invisible ampliada a abuelos, tíos, gente e incluso al mismo Creador de todo o gran primer Padre del cual todos venimos y ante el cual todos somos hermanos, el Padre universal, ... o tal como  cada individuo lo pueda captar por sí mismo desde su punto de observación independiente, aunque no le ponga un nombre específico a la presencia de ese gran Padre universal en su interior sino que tan solo le llame vida, o amo, o naturaleza, o naturaleza....

Etc,... sin embargo la presencia de ese gran Dios invisible también estará dentro de el, en su interior, en su corazón, acompañandole y reconfortandole en cada momento de su vida.

Por eso a esa presencia interna se le puede llamar el Dios invisible.

Aunque dentro de la figura del Dios invisible también está contenida la identidad del padre carnal, y eso va a ayudar a comprender al Dios invisible, a su presencia interna., lo que nos aporta y su relación con Él.

Pues el Dios invisible es quien nos ceeo igual que nuestro padre carnal creónuestro cuerpo fisico.

Más tarde al llegar a ser adultos desaparece la presencia física de Dios ante nosotros y este se transforma en el Dios invisible que habita en nuestro interior al igual que al llegar la adultez es cuando un padre carnal suele fallecer y quedar solo como presencia interna en el recuerdo del hijo.

Al Dios invisible presente en el corazón del ser adulto este le sigue siendo él mismo, es decir siguiendo su propio corazón, o sea siendo tal como ese Dios invisible le creó en el pasado y le enseñó a ser en esel pasado cuando el Dios invisible aún  tenía presencia física ante él, y él, el individuo, aún era un niño en proceso de formación,  pero que más tarde al llegar a la adultez ese Dios de presencia física que le creó y enseñó falleció, igual que un padre carnal, y paso a vivir en el interior de un individuo adulto que fue creado y formado por Él y que ahora de adulto le lleva en su interior y recuerdo, como la misma voz de su propio corazón,  a la cual sigue con la misma acción de ser él mismo, un adulto independiente que sigue sus propias decisiones, pues cuando el ser adulto sigue de verdad su corazón y propias decisiones entonces está siendo tal como el Dios invisible le hizo, es decir que cuando el ser adulto sigue su propia y verdadera voluntad .... con eso está siguiendo la verdadera voluntad del Dios invisible, pues también está siendo tal como este le ha hecho y le conduce.

Por eso esa acción de ser uno mismo al mismo tiempo que sigue al Dios invisible es la acción que la cenuitica define como el estar Ahí.

El estar Ahí es la acción libre e independiente del ser adulto, es su propia libertad.

De lo cual se deduce que un ingrediente necesario para mantener el estar Ahí la libertad e independencia del ser adulto es el Dios invisible, a más conscientes seamos de su existencia y presencia en nuestro interior... mejor nos sentiremos como adultos, con más salud, felicidad, libertad y buenas emociones.

Por ese el comprender estas cosas que la cenuitica expone ayuda a recomponer nuestra integridad de ser adulto y por ende la salud, el sentirse bien.


Se puede mencionar al Dios invisible de muchas maneras, tal como uno lo sienta, y todas serán validas, pues al igual que cada persona tiene un único padre carnal, lo mismo sucede en el interior (cielo es igual a tierra) cada persona percibe al Dios invisible desde  el ángulo único y exclusivo en el cual esa persona se encuentra y desde el cual  observa  a ese Dios invisible, y por eso cada persona puede llamar a ese Dios invisible con un nombre y descripción única y exclusiva, tal como esa persona este 9bservando al Dios invisible desde el lugar único y exclusivo desde el cual le observa.

... Y por eso todos los distintos nombres dados al Dios invisible serán buenos y aceptables, pues el Dios invisible siempre continúa siendo el mismo para todos, llamele cada cual como le llame.

Por ejemplo también podemos nombrar al Dios invisible como al Padre bueno, o Padre  universal, y con ello seguiremos refiriéndonos al Dios invisible del ser adulto 


Hay que sentir al Padre bueno ante ti y a la vez que lo sientes estar en Él con tod tu ser y tu corazon, eso  es el estar Ahí que activa la acción de las esencias.

La accion  adulta propia e independiente que se manifiesta con el despertar de las  esencias que componen tu ser.

Activa la acción de la primera esencia C que es  tu propia voluntad e iniciativa.

Activa la acción de la segunda esencia F que es la acción y movimiento de propio tu cuerpo físico.

Activa la acción de la tercera esencia S que es la acción de tu propa mente, ideas  y pensamiento.

Y activa la acción de la cuarta esencia E que es la acción de tus propias emociones y deseos.


Fernando Ortolá




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