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sábado, 9 de abril de 2022

La antesala del Fes humano

 


El toro además de ser una especie animal es un importante símbolo en el presente ciclo evolutivo de la humanidad y juega un papel importante en el periodo de ascenso o periodo Ki que es cuando la humanidad comienza los 13.000 años de la segunda mitad de su vida con el ascenso hacia la adultez.

El periodo de ascenso o periodo Ki empieza con la era de Géminis, siguiendo con la era de Tauro a la que le sigue la era de Aries para pasar después a la era de Piscis en la que actualmente estamos casi a su final.

Cada era dura aprox. 2.170 años.

La era de Tauro existió entre los años 4.340 a de Jc y 2.170 a de Jc.

Por eso el toro que es el signo que representa a la era de Tauro adquirió una especial relevancia en las civilizaciones que existieron en torno a ese periodo de tiempo citado.

El mensaje que la naturaleza (Padre universal…) daba a la gente a traves del toro es un mensaje de paz, amor, confianza, e igualdad entre los semejantes, acompañando así el despertar de las esencias del ser humano, el cuerpo, la mente, las emociones y la voluntad, hacia la consecución de una sociedad humana floreciente, de bienestar, igualdad y paz entre todos.

Cuando la gente que vivió en esas fechas pasadas actuaba de ese modo buscando la paz y la igualdad con sus semejantes entonces el símbolo del toro se canalizaba positivamente y procuraba beneficios para todos.

Pero cuando el símbolo del toro no se canalizaba bien debido a la falta de amor e igualdad entre la gente entonces el toro se presentaba como un símbolo destructivo tanto exterior como interiormente, como reflejo y alarma roja denunciante del enfrentamiento entre la gente, mostrando así la necesidad de que las discordias se detuviesen para que vuelvan a aflorar los beneficios que la naturaleza (el Padre universal, el universo, etc.) brinda a todos por igual.

Los cuernos del toro son un símbolo de igualdad, y a su vez son un arma de doble filo. pues cuando se cumple la igualdad con los semejantes los cuernos se calman, se amansan, no se presentan destructivos sino al contrario, ayudan a la gente facilitándoles en sus labores diarias, como la que realizan por ejemplo los bueyes de labranza.

Con paz e igualdad los cuernos ya no inspiran temor sino confianza transformándose en las paredes de un gran cuenco en el que la naturaleza vierte su luz y alimento para el beneficio del ser humano.

Pero cuando hay enfrentamiento y discordia entre los humanos entonces el símbolo del Toro, sus cuernos, se vuelven agresivos y violentos, transformándose en una terrible arma destructiva.

Ese es el doble filo del símbolo de los cuernos del toro, los cuales con paz e igualdad son benéficos, el toro ayuda, pero sin paz e igualdad son destructivos y el toro destruye.

Durante el curso de la evolución de la humanidad en su periodo de ascenso hay quienes han comprendido todo esto por sí mismos y han vivido en paz entre ellos obteniendo así los beneficios de la naturaleza para todos por igual, tal como el símbolo del toro también indica.

Pero hay otros que sin embargo por la falta de paz e igualdad no han podido comprender muy bien el momento evolutivo de la humanidad en el que se encontraban y han sido víctimas inconscientes del atropello de los toros que con el enfrentamiento hacia sus semejantes han provocado.

Y hay otros que aún siendo bastante conscientes de todas estas cosas y de los símbolos como el del toro y con el único objeto de someter jerárquicamente a sus semejantes han transformado este símbolo del toro en un horrendo ritual de magia negra en el que en vez de intentar buscar la paz y la comprensión con ese animal han hecho todo lo contrario, lo han torturado, matado e incluso bebido su sangre como espeluznante acto de lujuria en espera de que eso les conceda el poder sobre sus semejantes, sobre el resto de la humanidad.

A través de ese oscuro acto del que desgraciadamente se conocen distintas versiones la gente que lo ha practicado ha obtenido un cierto violento e invasivo poder mental sobre sus semejantes, tras lo cual han obtenido un pomposo y lujurioso exceso de bienes materiales, en detrimento de sus víctimas sometidas mentalmente por ellos. Pero con esa torpe acción no han conseguido un dominio real y total sobre los demás sino solo parcial y tremendamente desequilibrado, pues el exceso material que han obtenido es proporcional a la gran infelicidad que al mismo tiempo han recibido dentro de ellos, frente a la gran pobreza y miseria material que han producido en otros y la enorme luz de pasión encendida dentro de sus víctimas.

El signo de Tauro se refiere a las propiedades físicas de un individuo como pueda ser un terreno y una casa edificada sobre este.

Los terrenos suelen ser poligonales y las casas cuadradas y cúbicas pues con el recinto habitable que delimitan enmarcan la figura de un cubo, al igual que lo son las habitaciones que las componen.

La figura del cuadrado y del cubo se asemeja a la forma de un toro.

Las esquinas del cubo y sus ángulos se pueden comparar a las potentes patas de un toro y a sus cuernos.

En coloquial se suele decir a veces que alguien está “cuadrado” para referirse a que tiene un cuerpo musculoso y fuerte. El toro es un animal “cuadrado” es decir fuerte, por excelencia, al menos en comparación con los otros animales más próximos al ser humano como son los gatos, perros, caballos, ovejas, etc.

El significado zodiacal asocia el toro a una casa y el aspecto de una casa “cuadrada” está igualmente asociado a un toro, pues también está “cuadrado” y fuerte como una casa.

Los símbolos hablan por sí solos.

Así tanto los cuernos del toro, el toro mismo y la casa son un símbolo que en nombre de la naturaleza pide paz e igualdad entre la gente para que esos símbolos, el toro con sus cuernos y las casas no se transformen en destructivos sino que resulten benéficos para todos por igual.

Las propiedades y las casas suelen ser un signo de discordia que enciende el enfrentamiento entre la gente que no ama la paz y la igualdad con sus semejantes.

Lo primero que se va a destruir cuando estalla una guerra son las casas del país enemigo.

Por eso la naturaleza a través de esos símbolos del toro y la casa nos pide que haya paz e igualdad entre todos para que esos símbolos como son las casas (propiedades) y los toros (las herramientas de fuerza) no se presenten destructivos sino constructivos.

Quien ama la paz y la igualdad entre la gente, es decir, quien está Ahí (en el intento de vivir en la paz y la igualdad con los semejantes) a través de su propio corazón comprende lo que la naturaleza (Padre universal, universo, etc… el Ahí, el que siempre está Ahí) le pide a través de su corazón, y siente y entiende que debe de activar sus esencias, su cuerpo, su mente, sus emociones y su voluntad por hallarnos en el momento evolutivo en el que la humanidad asciende hacia su adultez en el cual debemos de vivir despertando nuestras esencias hacia el trabajo pacifico y conjunto para construir en nuestro colectivo una sociedad humana cada vez más justa, igualitaria y equilibrada.

Este es el estar Ahí que cada individuo de nuestro presente comprende por sí mismo.

Cuando estamos Ahí los símbolos del toro y las casas nos benefician, pero cuando no estamos Ahí esos mismos símbolos nos destruyen, y las casas , los cubos, las habitaciones, nos atrapan quitándonos la libertad, o nos embisten con sus esquinas y ángulos punzantes como los cuernos de un toro rechazándonos, lanzándonos por los aires, marginándonos.

Creándose así un gran sector de gente que actualmente sufre esos dos extremos de la discordia o bien el extremo de sentirse atrapado entre las paredes de su casa o el de todo lo contrario estar sin casa y cobijo donde guarecerse, o tener un domicilio pero de muy precarias condiciones.

Los dos extremos del infortunio actual, pero ambos frutos del enfrentamiento entre unos y otros, en una guerra continua que normalmente suele ser mental, de rechazos a la palabra. al contacto, a la comunicación con cierta gente y que a veces se deriva en tristes y absurdos enfrentamientos físicos.

Y tras todo ello la naturaleza (el Ahí…) sigue hablándonos a través de todos esos símbolos como son el toro y las casas, y diciéndonos:

¡Vivir con paz e igualdad entre vosotros!

… Pero hay muchos que además de enfrentarse con sus semejantes también hacen caso omiso a las indicaciones del Ahí (la naturaleza…) y no solo continúan el enfrentamiento con los demás a nivel mental o físico o ambos sino que además agreden mentalmente contra el Ahí mismo, y contra todas sus manifestaciones, símbolos a traves de los que intenta transmitir su mensaje de ayuda.

Esa agresión mental contra el Ahí hace que esa violencia de pensamientos oscuros sea recibida por los atacados a través de formas mentales de las cuales estos son inconscientes pero que sin embargo sí que les producen desgracias como enfermedades, depresiones, etc.

Pero si uno de esos individuos que son víctimas mentales e inconscientes empieza por sí mismo a ser consciente de todo esto y comprende que debe de estar Ahí (aceptar a los semejantes) para así poder salir de esa oscuridad que le ataca… entonces… de lo primero que se liberará es de las agresiones mentales que recibe, es decir que el Ahí (la naturaleza…) a través de los símbolos como son los toros o las casas le avisará de lo que está pasando, de la oscuridad mental que está intentando someterle y le mostrará el modo de actuar para que esa oscuridad mental deje de afectarle, y el modo es estando Ahí, es decir, aceptando a los demás en el pensamiento y en las acciones.

Si alguien que llega a ese punto y empieza a liberarse mentalmente de la oscuridad después retrocede y regresa al desprecio hacia sus semejantes recibirá una mayor llamada del Ahí el cual a través de esos símbolos como son los toros y las casas le avisará mas intensamente que debe de regresar al Ahí para que esa oscuridad que le agrede se desvanezca.

La espiritualidad cenuítica llama Feses a esos avisos mentales del Ahí que se presentan a través de símbolos como el de los toros o las casas y que nos piden que regresemos al Ahí para liberarnos de la oscuridad mental que nos acosa proveniente del exterior.

He podido comprobar personalmente cómo en los momentos de debilidad en los que en mi han nacido malos pensamientos hacia mis semejantes he sentido dentro de mi mente los Feses, es decir, todas esas formas cuadradas y cúbicas de las calles, casas y objetos circunstanciales de mi entorno que transformándose en toros mentales incaban sus cuernos dentro de mi mente apagando mis esencias y haciéndome sentir mal por dentro hasta que un rayo de luz salido de mi corazón me ha venido a rescatar de nuevo haciendo que a pesar de la oscuridad mental acosante se encendiese en mí el amor humano hacia todos por y igual, y entonces se produce otra vez el milagro de la vida, desaparece toda la oscuridad que acosaba mi mente, el mundo vuelve a estar limpio y reluciente, a ser real, tal como es, según la voluntad del Ahí (del Padre universal) que es la mía verdadera y la de todos.

Los Feses como los toros o las casas a través de los cuales el Ahí viene a avisar son en realidad las formas geométricas a través de las cuales comprendemos el universo por nosotros mismos cuando nos ponemos en ello.

Es decir que son las formas y fórmulas de la cenuítica a través de las cuales el Ahí (el Padre universal) crea, dirige y realiza el universo en el que estamos que es su creación.

El conocimiento humano cenuítico (tal como le llamo para poder referirme a ello) es una herramienta de creación, y cuando empieza a nacer por sí solo dentro de un individuo este sentirá una gran paz, tal como me sucedió a mi cuando a mis 14 años de edad empecé a escribir estos textos cenuíticos.

Cuando después de haber nacido la cenuítica en uno y de haber sentido la paz interior que eso da… y de haber empezado a sentir un gran amor hacia todos los seres por igual… si después de todo eso viene una gran oscuridad a la mente proveniente del exterior (temor, violencia, amenaza, acoso, etc)... entonces… la cenuitica (todas esas formulas creacionales de formas geométricas) con las cuales has comprendido la creación del Padre universal (el Ahí) y has empezado a ser partícipe junto a Él,... es decir… todas esas formulas creacionales y formas geométricas… la cenuitica… vendrá a rescatarte de ese oscuro acosa que recibes en ese momento, es decir que lo mismo que antes te ha dado tanta paz (la cenuitica, la comprensión del universo…) es lo que vendrá a rescatarte y a liberarte de la oscuridad que mentalmente te acosa para intentar quitarte esa luz y paz que la cenuitica te ha dado. Y el modo como la cenuitica en ese caso te va a rescatar es a través de esas mismas fórmulas mentales y figuras geométricas de las que se compone la cenuitica, es decir que te rescatará a través de todas esas formas físicas de tu entorno que se asemejen a esas formas geométricas como son las casas por parecerse al cuadrado o al cubo cenuitico, o a través del toro por parecerse con sus cuernos también a las formas cenuiticas, y a través de otros objetos circunstanciales del entorno que también puedan tener un parecido con las formas cenuiticas. Esas formas físicas del entorno circunstancial a través de las cuales la cenuitica (el Ahí…) te viene a rescatar son los Feses, y es importante poder describir con un nombre a ese fenómeno para poder ayudar a tantos cenuiticos que hay en el mundo para que sepan de qué se trata, que no se les ocurra pensar que se están volviendo locos, ni que nadie con bajas intenciones les intente convencer de ello, pues los Feses no son locura sino todo lo contrario avisos de cordura del Ahí para liberarnos de la oscuridad mental acosante procedente del exterior, para que nos sigamos manteniendo en la cordura humana y habitual de siempre.

Es decir que los Feses son las antenas de nuestra percepción extrasensorial mental que en esta fase de ascenso de la humanidad en la que estamos se despiertan y captan telepaticamente la oscuridad caótica procedente de alguien de nuestro entorno.

La razón por la que nuestras antenas mentales captan esa oscuridad mental ajena es para que ayudemos a esa persona a desprenderse de esa oscuridad que le acosa a ella, y que de esta se asoma a nuestra mente para avisarnos de eso, para decirnos que le podemos ayudar.

El modo de ayudar a esa persona en el momento en el que su oscuridad es captada por nuestra mente es estando Ahí. Pues a nosotros nos será más fácil estar Ahí y a esa persona le costará más. Ya que esa persona aún no ha podido dedicar un tiempo a ser consciente de la cenuitica que nace de su corazón y nosotros sí. Y por eso para nosotros se presenta más fácil estar Ahí, pues tan solo debemos de estar Ahí ante la absurdidad de un Fes que se presenta ante nosotros a través de la forma fisica de un objeto circunstancial de nuestro entorno, pero a esa persona la oscuridad se le presenta a través de una situación física problemática, por ejemplo, el ataque físico de un miembro de su familia que le agrede, con lo cual le será muy difícil mantener la calma, pero a nosotros nos será más fácil mantener la calma ante el Fes que en ese momento se ha presentado ante nosotros para avisarnos telepáticamente de esa situación, y por eso si estamos Ahí guardando la calma ante ese Fes, permaneciendo en la realidad de siempre ante ese Fes… entonces transmitiremos la paz necesaria a esa persona que sufre una agresión física o una enfermedad o situación difícil y haremos así que soluciones su problema, que se cure, que se salve, gracias a la ayuda mental y telepática que le hemos dado, gracias a nuestro estar Ahí ante el Fes que ha venido a avisarnos en el nombre del Ahí.

Cuando desarrollas la cenuitica que nace en ti el Ahí hace que te eleves del plano físico al plano mental y la oscuridad se te empieza a presentar más en el plano mental que en el físico, pero a su vez es una oscuridad que es más fácil de solucionar, pues es más fácil estar Ahí ante el Fes (ante una agresión mental) que estarlo ante un problema físico (una agresión física)

Es decir que los problemas físicos de otros los captas como problemas mentales tuyos (los Feses) los cuales para ti son más fáciles de superar por ser mentales y no fisicos, y ademas si los superas (si estas Ahí ante el Fes) haras que se produzca el milagro y que se solucione el problema físico que de un modo no consciente enviaba su oscuridad física a tu mente pidiendo ayuda.

Pues el plano mental es un nivel evolutivo superior al físico.

Ahora tenemos cuerpos físicos, después tendremos cuerpos mentales y más adelante tendremos cuerpos emocionales, y después tendremos cuerpos de esencia A y luego cuerpos de esencia T, y así sucesivamente seguiremos evolucionando, tal como indican las fórmulas cenuiticas.

Pero ahora ya empezamos a elevarnos al plano mental, tal como el Ahí nos conduce a ello, y por eso la vida en el plano físico resulta mas cómoda con toda la tecnología descubierta con nuestras mentes, además de que el mismo desarrollo mental nos conduce a comprender la cenuitica y con ello adquirir también unas facultades mentales y creacionales que nos permitan igualmente atendernos los unos a los otros telepaticamente para compartir cada vez más nuestras esencias internas y darnos beneficio, abrazo, amor, cariño, salud, luz y vida los unos a los otros.

Lo que produce el Fes es un momento de debilidad en el que hemos tenido un mal sentimiento hacia nuestros semejantes, y ese mal sentimiento y su consecuente Fes se activa al captar mental y telepáticamente la situación material difícil o hecho físico desafortunado que alguien está padeciendo en ese momento, y el cual vemos visualmente o bien se produce lejos de donde estamos y lo captamos únicamente a través de la telepatía espontánea, produciéndonos en ese momento una debilidad mental, que deja pasar a nuestro interior un mal sentimiento hacia alguien, y posterior Fes a través de un objeto circunstancial del entorno, un Fes o molestia mental eventual cuya absurdidad y salida de la realidad debemos de vencer sin ceder ante ese Fes, sino manteniéndonos Ahí ante él, en la cordura humana y habitual de siempre, para que así con nuestro estar Ahí podamos vencer esa oscuridad mental que el Fes nos presenta en ese momento y con ello hacer que el problema físico de esa persona que captamos telepáticamente se resuelva milagrosamente, pues con nuestro estar Ahí hemos podido estimular su estar Ahí.

La situación más complicada se presenta cuando quien ha desarrollado la cenuitica que nace en él, es decir, el cenuitico, cede ante el Fes que recibe, por ejemplo, ante las formas cuadradas de una casa, y en vez de hacer lo que ese Fes le pide que es que ame y acepte a los semejantes lo que hace es todo lo contrario, es decir, que en vez de amar a los semejantes les odia aún más, con lo cual el Fes de esa casa específica que tiene ante él se intensifica cada vez más, haciéndose cada vez más absurdo y produciendo una oscuridad mayor en su mente, ante la cual el cedido termina por denominar a esa oscuridad acosante como la "fuerza del mal" o el "demonio" o algún que otro ultra-monstruo de ese tipo, y además va a pelearse físicamente contra la oscuridad de ese Fes aparecido en esa casa intentando encender una luz física en alguna parte de la casa para que combata a la fuerza oscura que según él se ha presentado allí.

Lo cual le llevará a tener unos malos sentimientos aún mayores hacia quienes él considera malos, y un sentimiento extra bueno hacia quien él considera buenos, y seguirá intentando eliminar la oscuridad del Fes por el mismo, y esa oscuridad y su consecuente`absurdidad (los misterios…) seguirá creciendo cada vez más junto al creciente al odio hacia esos supuestos “malos”... y todo a causa de no estar Ahí ante el Fes desde el primer momento en el que el Fes se presentó a través de esa casa, para así dejar fluir la luz del Ahí (de la vida, la realidad, la salud…) para que sea él Ahí quién solucione ese Fes en la mente al mismo tiempo que hace nacer ese buen sentimiento hacia esa persona lejana que está teniendo un problema físico y que esta siendo captado telepaticamente por el individuo protagonista de esta situación relatada el cual simplemente debe de aceptar el buen sentimiento que en ese momento brota espontáneamente de él hacia esa persona lejana que en ese mismo instante está teniendo un problema físico. Un buen sentimiento que en ese momento el Ahi le lleva, le da, a la vez que le produce el Fes (en este caso el Fes de la casa) para que al estar Ahí ante ese Fes (lo cual le cuesta poco) y además teniendo un buen sentimiento hacia esa persona (lo cual también le cuesta poco) esa persona lejana pueda salvarse milagrosamente de ese problema físico que en ese momento le acosa.

El no estar Ahí ante el Fes es lo que produce esas antiguas religiones desviadas que solo producían caos y destrucción, pues llevan la guerra física de los humanos de un plano físico a un plano mental en donde la destrucción es aún mayor, y a su vez se genera más destrucción en el plano físico, pues el plano mental es más alto que el físico.

No estar Ahí ante el Fes produce oscuras ideologías, religiones y creencias que solo producen destrucción física por no estar Ahí ante la primera manifestación mental de un Fes, por no querer aceptar de igual a igual a los semejantes, por no dejar fluir al Ahí, por no permitir que sea el Ahí quien se lleve a la oscuridad, traiga su luz, la realidad de su creación y su realización, que es la paz, el amor, la igualdad, el bienestar, la felicidad, y la salud para todos.

Los minoicos según sus antiguos grabados y esculturas que nos dejaron eran bastante conscientes de todo esto. Del estar Ahí y del dejar fluir al Ahí para que sea Él quien siga trayendo la luz.

Los sumerios también daban ese mismo mensaje en sus grabados.

Eran civilizaciones conscientes del estar Ahí humano, tal como también lo eran otras tantas civilizaciones de nuestro pasado.

LOS FESES HUMANOS DEL FINAL DEL HES

Al igual que el toro, Jesucristo es también un Fes perteneciente al pueblo hebreo.

La clase sacerdotal se dieron cuenta que era absurdo que un niño que era Jesús secase una higuera o matase a otro niño por estar enfadado con él y que luego lo resucitase, y que realizase otros hechos similares.

No era normal. Aunque si que era prodigioso, pero había algo de absurdo y de anómalo en todo ello.

Lo que no iba por el camino correcto era el hecho de que durante toda la historia pasada el Ahí (el Padre universal, Dios, etc.) había estado enviando Feses a los sacerdotes para que estos estuviesen Ahí ante  esos Feses aceptando la reconciliación mental e interna con los pueblos enemigos que esos Feses les traía en nombre del Ahí. Pero ellos han hecho siempre caso omiso a las sugerencias Fésicas del Ahí pidiéndoles que se reconciliasen con los pueblos enemigos. Es decir que no han estado Ahí ante el Fes, y no solo eso sino que además han usado los Feses para destruir a los pueblos enemigos a maldiciones, es decir, para hacer lo contrario de lo que Ahí les pedía a través de esos Feses. Debido a eso y desgraciadamente el pueblo hebreo ha sufrido duras situaciones que se han seguido produciendo a través de los años, mientras que otros también del mismo pueblo han ostentado riquezas en el otro lado del desequilibrio.

En todo este proceso incluso han sacrificado los Feses como son los corderos en la anterior era de Aries. Lo cual aún ha empeorado más la cosa.

En el final de las eras del Hes (antes del año cero) que es cuando la humanidad pasa definitiva e interiormente de la regencia jerárquica a la regencia igualitaria el Ahí (el Padre universal…) dio una última oportunidad al pueblo hebreo enviandoles un Fes especial en forma de una persona en carne y hueso que era Jesús.

La casta sacerdotal hebrea recibió a Jesus en el templo cuando este tenía 12 años de edad, y entonces viendo los prodigios que él hacía debieron de haberse dado cuenta de que él era un Fes humano venido del Ahí, como un hijo especial del Ahí, alguien muy próximo al Ahí, para que ellos estuviesen Ahí ante ese Fes, ante Jesus, es decir, que lo acogiesen, aceptasen, lo adoptasen, lo pusieran a vivir junto a ellos, le atendiesen, hiciesen lo que él les decía, es decir, que se reconciliasen con los pueblos enemigos etc. Pero a ellos, aún con el mismo Fes humano, el mismo Hijo de Dios ante ellos, siguieron haciendo caso omiso a lo que él Ahí les decía, esta vez a través de un enviado especial de Dios, y así los hebreos siguieron haciendo lo que habían hecho hasta entonces, sacrificaron el Fes, a Jesus, para poder seguir maldiciendo a los pueblos enemigos y sin ningún tipo de reconciliación hacia ellos.

Es decir que Jesus como el gran Fes humano que representaba el último rey jerárquico vigente del pueblo hebreo en el final del Hes…debería de haber sido acogido plenamente por la casta sacerdotal hebrea a quienes él debiera de haberles instruido para que así estos hubiesen transmitido su mensaje al pueblo para que este se hubiese reconciliado con los pueblos enemigos y hubiese terminado la cosa bien sin que el pueblo hebreo hubiese tenido que sufrir todas las desgracias que desafortunadamente siguieron produciéndose.

Aún así no solo Jesucristo sino todos los pueblos y civilizaciones también han pasado por el mismo problema de no querer estar Ahí ante los Feses que sus respectivos dioses (el Ahí) les envia a cada uno de ellos. Igual que los hebreos todos los demás pueblos también han llegado al final de su Hes y en ese momento han recibido sus respectivos Feses humanos, sus respectivos Jesucristos (Dionisios, Osiris,... etc.) ante los cuales han preferido no estar Ahí para no tener que reconciliarse con sus respectivos pueblos enemigos. Por lo cual han preferido seguir haciendo lo de siempre, sacrificar al Fes, incluso al Fes humano, a los respectivos hijos especiales de sus respectivos dioses, para así con ello además de no reconciliarse con sus pueblos enemigos lanzar hacia estos una terrible y profunda maldición Fésica, con el intento de destruirlos definitivamente, con lo cual no han conseguido más que traer desgracias a sus respectivos pueblos los cuales de vez en cuando se han visto envueltos en situaciones problematicas, como son epidemias, crisis, guerras, desgracias naturales, etc.

Todos los Feses humanos de todos los pueblos, todos los Jesucristos, y no solo el hebreo, no vinieron para ir a predicar a la gente sino para predicar sólo a la clase sacerdotal de cada respectivo pueblo y que estos fuesen los que entrasen en contacto con la gente transmitiendo el mensaje que el Fes humano les da. Pero ningún pueblo lo ha hecho así al llegar al final de su Hes, todos han rechazado al Fes humano que su respectivo Dios les ha enviado, y este es el que ha tenido que salir ha predicar por si mismo a la gente de su respectivo pueblo, lo cual siempre ha terminado produciendo problemas, el sacrificio del Fes humano, las persecuciones de sus seguidores, y las desgracias posteriores de su respectivo pueblo, en continuación de las desgracias anteriores.

Aprendamos de nuestra historia y terminemos con esa lacra mundial del rechazo hacia los respectivos Feses humanos de cada pueblo, estemos Ahí ante ellos y ante todos los Feses siempre, para vivir ya de una merecida vez reconciliados, con paz e igualdad con todos los seres existentes, para vivir el mayor éxtasis eterno del intercambio de frutos con todos los seres, la paz y el amor con todos ellos, para realizar así el universo en el que estamos en un gran abrazo feliz. de dicha y plenitud eterna.

Los pueblos primitivos como los sumerios y los minoicos y otros lo hacían mejor en ese sentido, parece que eran más puros y limpios y después la humanidad ha ido degradándose poco a poco. Ellos parece que escuchaban mas al Ahí y a los Feses que este les enviaba para ayudarles como el Fes del Toro, y de los cuernos de Toro, ante los que estaban Ahí con la ceremonia de levantar las manos al aire con la expresión de entregarse a la voluntad del Ahí, dejando fluir su luz, la naturaleza, la luz del Sol, como indica el símbolo sumerio llamado de la vara y el aro, que en realidad es el Sol y el horizonte, y otros tantos símbolos que hablan de ello, con los cuales expresaban su estar Ahí para dejar fluir la realidad del mundo en el que estaban y de su naturaleza y su luz, del Sol y los astros, las plantas, ríos animales, que es la voluntad de su Creador, el Ahí, de la cual sabían que era la verdadera voluntad de ellos, para que el Ahí les llevase a lo que ellos de verdad deseaban y eran conscientes de ello que es la reconciliación, la paz y la igualdad con todos los pueblos, todas las gentes y todos los seres, para vivir la paz, el amor y el regocijo en el abrazo con todos ellos en la realización del maravilloso mundo y universo en el que sabían que estaban y que estaba creado únicamente con ese propósito de la paz, el amor y la igualdad entre entre todos los seres, lo cual ellos sabían también.


Fernando Ortolá



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