Cuando la dificultad se presenta por la unidad no se puede combatir con otra unidad pues eso genera un conflicto mayor.
Se debe de combatir con la pluralidad.
Pues cuando la unidad es invasiva se presenta en un extremo del desequilibrio y por eso la otra unidad que la combate es lanzada al otro extremo del mismo desequilibrio y se forma un combate entre ambas unidades lo cual produce un conflicto mayor.
Por eso cuando una unidad se presenta invasiva no hay que combatirla con otra unidad sino que hay que ir al centro del equilibrio.
En este caso el ir al centro del equilibrio es como ir a la totalidad ya que los extremos se tocan es decir que lo mismo que está en la totalidad se halla tambien en el centro de todo.
En la totalidad se encuentra la pluralidad.
Por eso ir al centro del equilibrio es ir a la totalidad, a la pluralidad, y de ese modo se combate positivamente a una unidad invasiva.
La unidad invasora al ser invasiva se presenta como negativa y a su vez delata su naturaleza que como la identidad de todos los seres vivos no es la entidad creadora sino una parte de la creacion, una hija de la entidad creadora, del Creador, junto a los demas seres vivos que son los demas hijos del Creador y partes que componen su creación.
Lo mismo muestra que esa identidad que se presenta como invasora se considera a si misma la totalidad es decir el centro de todo y a su vez el Creador.
Ese error hace que las demas entidades la capten como negativa, impositora, invasiva, impostora, pues intenta hacerse pasar por el Creador e intentar hacer creer a los demas que lo es, produciendo con ello un gran estado de confusion y malestar en los demas a quienes intenta someter.
Su error igualmente delata que esa identidad invasora es un ser adulto que no está siguiendo la norma natural del ser adulto que es aceptar a los demas seres adultos de igual a igual y creer en Dios sino que esta exacervando la postura infantil y afuera de lugar de seguir a un tutor y jerarca fisico inexistente sentirse ser el mismo ese jerarca que en realidad en el periodo adulto ya mo existe y que es tan solo un idolo del pasado infantil como Superman que el individuo adulto invasivo enfatiza sintiendo en su alucinado delirio que él mismo es Superman, es su propio idolo, es el Creador en persona, y asi se presenta ante los demas, como una personalidad o identidad invasiva, negativa, sometedora y violenta, pero a su vez quijotesca, demencial, de loco, lo cual tambien previene a sus victimas para que puedan escaparse de el antes de caer en su trampa y garras, si no es demasido tarde y este a brutales golpes mentales ya les ha roto el ciclo comunicativo adulto e interno (Coinfos) lavado de cerebro, poseyendoles y adueñandose de su voluntad, en una cruel dictadura en la que las vivtimas prevaleceran con la consciencia reducida y enfermos, con una disminuida posibilidad de poder escapar.
Todo ello muestra de nuevo que nos hallamos en los tiempos adultos de la humaidad en los que se hace evidente que cada individuo adulto no es Dios, no es Superman, no es su idolo infanil, no es el Todo sino una parte del Todo.
Al mismo tiempo que en un estado más alto de conciencia aparece el Dios invisible de los adultos que es el mismo que habita en el corazón de todos los individuos como su misma voz que se sigue cuando un ser adulto actúa según su propio determinismo.
El Dios invisible en el cual todo ser adulto confía en Él de un modo automático, natural, por intuición, por instinto adulto, con el simple confiar en la suerte, en el destino, en la vida, en el amor, en él mismo y en los demás.
Un Dios invisible que ya no se presenta como el gran idolo de los niños, es decir como el único jerarca omnipotente, perfecto e indestructible, sino como un padre que al igual que un padre carnal se halla en un estado evolutivo superior pero que no por eso deja de ser un igual, un hermano, con sus virtudes y sus defectos, igual que todo ser humano, igual que todo padre carnal y todo ser viviente.
Con todo eso al ser adulto se le despierta su facultad mental, su percepción extrasensorial y capacidad creadora, con la cual entra en contacto telepático real y pragmático con ese Dios invisible que como con un hermano de mayor evolución se contacta con el, y el individuo conoce su mundo más evolucionado que el nuestro, con una sociedad más perfecta y compuesta de seres humanos más evolucionados, de una mayor tecnología y una mejor sociedad igualitaria que les une en armonía y salud.
La misma percepción extrasensorial con la que el ser humano adulto a través de su mente empieza a contactarse telepáticamente con los demás seres adultos de su mismo estadio evolutivo y con todos los seres humanos adultos que pueblan el universo, todos sus espacios y todos sus tiempos, y en todos los estadios evolutivos.
De ese modo el ser humano adulto con su mente y todo su ser entra en contacto con todos los seres vivientes que pueblan el universo y realiza este en una buena sociedad entre todos, es decir que realiza el propósito de la creación alcanzando así su flor, su plenitud, en esta dimensión y vida en la que está.
A su vez el individuo se da cuenta que ni siquiera en los pasados tiempos infantiles de la humanidad el individuo con su conciencia infantil el niño cree que el mismo a veces cuando lo hace bien es Superman es el todo es Dios pues en el fondo siempre de algún modo siente que ese gran personaje no es el mismo sino su tutor físico su buen jerarca además de que en una zona más profunda del mismo tampoco siente que sea así es decir que su tutor físico sea ese gran personaje pues en realidad siente a su tutor muy próximo muy físico carnal y a su lado como para hacer ese gran personaje indestructible y omnipotente que lo abarca todo.
Es decir que el niño en realidad es lo más hondo de su ser siente que el mismo no es ese gran ídolo ese Superman y que en realidad su flor físico tampoco lo es.
Aunque el niño también siente en lo más hondo que debe de seguir en ese juego que le ilusiona, le apasiona, pero que en el fondo no deja de saber que es un juego, es decir que está jugando y que con ese juego se está formando, está aprendiendo y asimilando las virtudes de ese gran personaje a través de su tutor físico y a través de sus propias acciones que va a perfeccionando en su estudio, hasta que esas virtudes están asimiladas y el niño se transforma no en ese gran personaje que le ha servido de estudio y de modelo sino en un ser adulto en una sociedad adulta en la que convive con igualdad con otros seres adultos como él y la humanidad infantil pasa a ser una humanidad adulta.
Es decir que el sentirse ser Dios y un todopoderoso ídolo como Superman no pertenece ni siquiera al mundo infantil de los niños sino que es tan solo una obsesión del mundo de los adultos que se posesiona de ciertos individuos que se creen ser Dios ante los demás y que someten a otros en una dictadura en la que hasta el mismo dictador sufre por hallarse afuera de lugar ejerciendo una jerarquía infantil en tiempos adultos y sustituyendo el inocente jugar a ser Dios de los niños por el ser el Dios impostor, falso, cruel y castigador con el que un ser adulto, el dictador, se disfraza para someter a otros seres adultos, intentado hacerles creer que él es de verdad ese personaje todopoderoso del cual se disfraza, y creyendoselo incluso él mismo, con lo cual daña su propia mente y a la de los demas, reduciendoles la consciencia humana adulta y forzandoles a vivir enfermos en una infelicidad de la cual ni el mismo dictador se escapa por hallarse en la misma situación afuera de lugar y desequilibrio en el cual sus sometidos se encuentran.
El Superman, el gran ídolo, el todo o unidad agresiva, es decir el dictador, se vence yendo al centro, es decir a la totalidad, al pueblo, a la igualdad entre todos a la sociedad adulta en la que ya nos hallamos y nos debemos de activar en consecuencia para que por inercia no seamos poseídos por esos espíritus dictadores que hacen sufrir a uno mismo y a los demás.
Fernando Ortolà
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