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domingo, 30 de noviembre de 2025

Ena 145. El aviso del corazón palpitante de la Tierra


He visto con total claridad una luz blanca,  intensa y palpitante.

Era una esfera de luz con contorno no definido sino ardiente, cómo llameante.

La esfera de luz palpitaba con una frecuencia en la que progresivamente iba desapareciendo durante tres segundos y durante otros tres segundos aparecia  de nuevo, y así seguía apareciendo y desapareciendo de un modo continuo y palpitante, como un corazón de energía.

He visto que la luz se desplazaba hacia delante por un conducto estrecho y rugoso del cual veía solo su parte de abajo, es decir su suelo cóncavo con una textura de grandes arrugas convexas como gusanos en forma de líneas cortas y ordenadas de un modo semi-aleatorio.

Ahora que pienso en ello veo la similitud entre ese túnel por el que se desplazaba la luz y un conducto interno del cuerpo físico de un ser vivo.

Al final de ese conducto la esfera de luz ha aparecido en el universo el cual ocupaba todo mi campo de visión con un aspecto muy real de estrellas galaxias y constelaciones.

La luz se ha situado a la derecha de mi pantalla visual interna y ha ido desapareciendo desplazándose hacia la derecha.

Al momento ha aparecido Ose, la esfera de metal con ventanas poligonales que suelo ver muy seguido en las visiones.

Ose ha seguido viajando por el universo hasta posarse encima de una esfera de luz similar a la anterior y que parecía ser una de las luces del cosmos, es decir un astro al que Ose había llevado mi vista, un planeta.

Al descender sobre la superficie de ese planeta que tenía campos de cultivo rodeados por caminos con árboles y todo se veía muy verde y muy similar a la Tierra.

He visto ese paisaje casi desde la vertical y desde unos cien metros de altura.

A la vez que ha aparecido ante mi vista el paisaje verde de ese planeta he visto en la parte inferior derecha una lápida de piedra típica de los cementerios con un rectángulo en su parte inferior y un semicírculo en la parte superior.

Esa lápida ha aparecido solamente durante un pequeño instante y después solo se veía el paisaje verde abajo de mi.

Luego la esfera de luz ha entrado en acción esa vez sin desplazarse hacia el universo sino quedarnos en el mismo sitio.

O sea ha aparecido encima de la esfera de luz y esta ha desaparecido.

He vuelto a ver otro paisaje ante mí pero esta vez ya no se veía la vegetación del cielo, ni tampoco podía ver el suelo.

Veía solo la parte alta de unos edificios oscuros muy anchos y futuristas y de tanta altura que no llegaba a ver la base de estos.

Es como si estuvieran rodeados de nubes igual que las montañas altas y al mirar hacia el suelo se viera solo como una neblina.

La parte más alta de un edificio era cuadrada y un poco rectangular y la parte alta del otro edificio de la misma altura que la anterior era semicircular por una parte y un ángulo recto por la otra parte.

Los dos edificios estaban muy cerca el uno del otro.

Mi interpretación de esta visión es la de que el espíritu de la Tierra en forma de esa esfera de luz me ha conducido a otra esfera de luz que es el espíritu de otro planeta lejano en el universo, y me ha dicho explícitamente con imágenes que no le gustaría terminar como esa superficie planetaria sin vegetación y sin vida y tan solo con altos edificios.

Es como si el corazón palpitante de la vida del planeta Tierra me dijese que es vital que conservemos la naturaleza y la vegetación de la superficie terrestre.


Fernando Ortola


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