El niño va tras las formas y el adulto tras el espiritu

 La norma natural del miño le conduce a las formas y la norma natural del adulto le conduce a su espiritu.

Pues el espiritu del niño aun no está formado y el del adulto sí.

Por eso el Tutor fisico del niño da a este las formas para con ellas poder formarle despertando asi en él las virtudes que en el futuro integraran su personalidad adulta.

Eso es lo que hace que el niño deba de perseguir cada una de las formas fisicas hacia las que el tutor fisico le dirige, por ejemplo hacia el aprender a vestirse con su propia ropa, hacia  el aprender a sentarse a la mesa a comer, o saber taparse bien con las mantas antes de dormir, o a limpiar y ordenar sus juguetes o a saber jugar al futbol con sus amigos con deportividad y buenas emociones, o saber escribir con buena letra en su cuaderno, o a concentrarse en las sumas y restas en su clase de matematicas, etc

El niño debera de perfeccionarse en cada una de esas formas, esforzarse en imitar las virtudes de sus idolos, la valentia de Superman, la bondad de Papa Noel, la caridad de Blanca Nieves o la pericia de Aladino, etc.

Para el niño es bueno ir a todas esas formas y atarse a ellas lo mejor que pueda para asi poder formar con cada una de ellas una parte de su personalidad, de si identidad, de sus principios, de su espiritu.

Sin embargo el adulto ya tiene su espiritu formado y para él no es bueno apegarse a las formas igual que para el niño si que lo era.

El adulto no debe de seguir las formas sino su espuritu.

Para ello debera de ir tomando y soltando las distintas formas que van llegando a él pero no apegarse en ninguna de ellas, para asi poder continuar siguiendo el espiritu, siempre tras el espiritu, a traves de una forma u otra pero siempre tras el espiritu.

Si el niño se desprende de las formas que su tutor fisico le da sufre por no realizar bien su labor 

Pero en el adulto es al reves, sufre si se queda apegado a una de esas formas  y por ello no puede seguir a su espiritu.

Fernando Ortolà