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jueves, 23 de mayo de 2024

Traguémonos bien los unos a los otros


En la garganta tenemos el quinto chakra según la tradición oriental y el quinto Dana según el estudio cenuítico y asociado a Occidente.

Por estar en la garganta significa el tragar, lo cual también tiene un significado espiritual asociado al tragar al prójimo, tal como dice la expresión coloquial lo cual a su vez significa el aceptar al prójimo, aceptar el fruto del prójimo.

El aceptar al prójimo no tiene únicamente una connotación material como lo pueda ser por ejemplo a traves del contacto sexual es decir el aceptar el sexo del prójimo.

Pues el fruto del prójimo no es únicamente sexual ni únicamente material sino que también se compone de unas energías más altas y sutiles como son los pensamientos, las ideas, las palabras, los sentimientos, el arte, la poesia, la musica etc que el prójimo ofrece y que se deben de aceptar es decir ingerir tragar también a través de ese quinto chakra o Dana de la garganta.

El efecto del quinto Dana es diferente en el niño que en el adulto.

Para el niño es el quinto chakra el cual es un chakra único en el cual está reflejado el niño y para el adulto es el quinto Dana el cual es un chakra doble pues en él está reflejado el individuo adulto y su prójimo.

Esto es así porque el niño aún no está formado para poder realizar una comunicación con su prójimo para intercambiar el alimento vital que tanto el prójimo como él necesitan para poder sobrevivir.

Por eso el niño recibe su alimento vital aún de su tutor físico, del buen jerarca, el cual enseña al niño las energías del quinto chakra para formarle en su uso y que algún día en el futuro al llegar a ser adulto lo pueda usar de un modo independiente es decir por el mismo.

En ese proceso de aprendizaje en el manejo del quinto chakra el niño no puede ver aún al prójimo en su quinto chakra y tampoco puede ver a un aún ser formado es decir que en él no puede verse a sí mismo ni a otra persona ya que para él el quinto chakra está todavía en proceso de formación.

Por eso el niño ve al quinto chakra tan solo como una energía específica de ese lugar y la cual está aprendiendo a manejar, guiado por su tutor físico el cual ya maneja su propio quinto chakra y enseña al niño a que este maneje el suyo.

En esta cuestión y contexto del quinto chakra el tutor físico es Dios en la tierra para el niño, es quien maneja el quinto chakra y quien le enseña a él a manejarlo, su tutor lo es todo pues es la única fuente de su alimento vital.

Por eso cada vez que el niño alcanza un paso más en el estudio y control del manejo del quinto chakra el niño se siente ser como su tutor es decir que se siente ser Dios, se siente ser el único controlador y poseedor de la energía de su quinto chakra.

Pues aún no está formado como para poder ver en el quinto chakra a la relación entre él y su prójimo.

Por eso en esa nueva etapa en la que el niño en el estudio de su quinto chakra ha conseguida alcanzar el niño se ve a si mismo como s su tutor es decir que si su tutor para el niño es Dios en la tierra entonces el niño en cada paso que consiga dar guiado por su tutor en el estudio del quinto chakra se sentirá ser como su tutor, es decir que se sentirá ser Dios en la tierra igual como su tutor también lo es y en ese caso el niño se sentirá a ser Dios en su propio mundo, en su propio quinto chakra, el cual verá como unas energías que el domina y se verá a él como el único amo dueño y señor de esas energías del quinto chakra, es decir que se sentirá ser el Dios del quinto chakra de su ser, y a través de esa experiencia se podrá sentir que es el Dios de todo un universo al igual como siente que su tutor también lo es, es decir que el niño siente que este tiene un universo en el cual es Dios y siente que su tutor le ha conducido a tener el propio universo, el propio universo del niño, en el cual el niño también se siente ser Dios tal como él ve que su tutor es Dios en su universo.

Más tarde cuando el niño ya está formado en su quinto chakra y en todo su ser llegando así a ser un ser adulto se da cuenta de que en su quinto chakra ya formado no está solamente él como Dios de su propio universo sino que está él y además su prójimo.

También verá que esa forma de ver a su tutor como al Dios del universo también ha desaparecido, ha cambiado, se ha transformado, y ya no lo verá así sino que lo verá como un hermano, es decir como otro ser adulto tal como él es también.

Verá que su tutor físico de cuando era niño es un ser adulto más ,un hermano más como los demás tal como el mismo también lo es.

Entonces se dará cuenta que la imagen de Dios para él se transforma en algo más profundo es decir que Dios para él ya no está representado en un solo tutor físico sino que se ha representado en una forma invisible como un Dios invisible que habita en su corazón en la forma de su voz que al seguirla sigue a su vez a su propio determinismo de ser adulto.

Es decir que en su propio quinto chakra el individuo ya no se verá ser el único Dios de esas energías del quinto chakra tal como se veía así mismo cuando era niño y durante su proceso de aprendizaje sino que se dará cuenta de que en su quinto chakra está el mismo y además está su prójimo es decir que están los dos entendiéndose por el prójimo a todos los demás seres adultos con los que el individuo se va relacionando a lo largo de su vida.

El individuo adulto se dará cuenta que en ese quinto chakra ya no está únicamente él sino que ahora hay dos personas él y su prójimo.

Es decir que ese quinto chakra ya no será un chakra único sino un chakra doble.

Para distinguir el estudio de el quinto chakra único de el quinto chakra doble por eso mencionó a ese quinto chakra doble como un Dana.

Es decir el quinto Dana.

Ese quinto gana muestra que el individuo adulto actual de la humanidad adulta en la que vivimos debe de aceptar al prójimo siempre tragándolo con su garganta de modo figurativo es decir tragando o aceptando el contacto las ideas los pensamientos los sentimientos el arte las palabras los consejos etc que vienen de su prójimo hacia él a la vez que aceptar que el prójimo trague nuestras ideas pensamientos conceptos consejos arte etc para que así ese quinto Dana de la garganta funcione bien y podamos recibir el alimento vital continuamente del prójimo y a la vez darle nuestro alimento vital para que tanto el prójimo como el individuo tengan esa energía vital que necesitan para poder sobrevivir con salud.

El Dios invisible del ser adulto es quien conduce el mundo en el que el individuo se encuentra y lo conduce a través de lo más exterior (Nentos) y a través de lo más interior (Entos) haciendo coincidir ambos movimientos en la formación de las circunstancias en las que en cada momento el individuo se encuentra, y conduciendo a este continuamente a la plena aceptación del prójimo para así poder proporcionar al individuo el alimento vital que necesita en cada momento el cual cuando era niño lo adquiría únicamente de su doctor físico pero al ser adulto lo adquiere únicamente a través del intercambio igualitario de frutos con el prójimo y por eso el individuo necesita aceptar al prójimo continuamente es decir tragarlo con su garganta en sentido figurativo en su quinto Dana, aceptarlo, pues Dios el Dios invisible de los adultos que es quien conduce el mundo a través de las circunstancias guiará continuamente al individuo a la aceptación plena del prójimo y por eso sí cada individuo acepta al prójimo plenamente tal como Dios le conduce a él en cada momento entonces cada individuo podrá recibir ese alimento vital que necesita para poder mantenerse con salud y bienestar.

Es decir que al individuo adulto Dios le conduce al prójimo y el prójimo le conduce igualmente a Dios al igual que el seguir el propio corazón conduce a Dios y conduce al prójimo e ir al Dios conduce a ser uno mismo y conduce al prójimo e ir hacia el prójimo también conduce a Dios y conduce a ser uno mismo.

Es decir que cada uno de esos tres conceptos activa a los otros dos Dios activa al prójimo y el individuo el individuo activa adiós y al prójimo y el prójimo activa adiós y el individuo.

Todo eso lo resumo como el estar ahí celulítico lo cual significa las tres cosas al mismo tiempo es decir el aceptar a Dios el aceptarse así mismo y a la vez el aceptar el prójimo.

Eso es el estar ahí, lo cual visto a través de el quinto chakra significa el tragar siempre a las energías del prójimo al igual que dejar que el prójimo se trague las propias energías.

Aunque estas energías no se deben de confundir únicamente con la materia y el sexo pues si se tiene una vida demasiado material o sexual o con placeres materiales entonces se frena el intercambio de energías sutiles con el prójimo y eso bloquea el alimento vital que de un modo sutil siempre nos viene del prójimo intercambiándolo con este y al frenarse ese intercambio de energía vital dejamos de recibir la energía vital y nos enfermamos y todo ha sido producido por ese bloqueo que una exagerada vida material ha hecho de las energías útiles por confundir estas con la materia y los placeres materiales como es el sexo o la comida etcétera.

Por eso para evitar que eso suceda y que ese intercambio de energías con el prójimo y de frutos no transmita elementos demasiado gruesos es decir demasiado materiales sexuales o de placeres materiales que puedan bloquear es intercambio de energías por el ojo de la aguja del quinto chakra haciendo que ese intercambio sutil de energías con el prójimo se bloquee por ese y hubo grueso o bagaje grueso esa carga excesiva de placeres materiales que no pasan por el ojo de la aguja del quinto chakra es decir de la garganta y se quedan bloqueados allí bloqueando también el intercambio de energías sutiles con el prójimo que es lo que da la salud es decir para que no se produzca ese yugo grueso de la materia en el quinto chakra que impida el intercambio de energías sutiles con el prójimo para eso para que se intercambio de energía sutiles se siga produciendo y no se ha bloqueado por todos esos yugos gruesos y cargas excesivas hay que mantenerse en la espiritualidad también no solo en la materia hay que elevar el espíritu dedicar tiempo y atención a el espíritu al placer espiritual verdadero interior de amor hacia el prójimo y hacia los demás verdadero amor hacia todo quien nos rodea y hacia el mundo en el que estamos dándole un verdadero espiritual y profundo sentido para poder alcanzar el bienestar para todos por igual y una vida en un plano más elevado más sutil más verdadero y perfecto para que así la materia que está basada en el espíritu también tenga su pureza su equilibrio y se desprenda de los excesos de los desequilibrios y alcance la armonía el propósito de su creación a partir del Espíritu que es alcanzar la flor de la creación es decir la verdadera sociedad humana de verdadero bienestar para todos por igual de verdadera felicidad y amor con energías sutiles del espíritu y a la vez una materia ordenada y limpia dirigida por el Espíritu y formando la flor de la creación que en un principio nació del espíritu con ese único propósito de ser alcanzada y que es la realización máxima de la existencia de la creación y que da paso a la vida en una dimensión y plano más elevado de este modo con las energías espirituales será fácil aceptar el impulso vital que continuamente viene de Dios llevándonos aceptar al prójimo y a darle nuestra ayuda y fruto al prójimo para que así la verdad de Dios aparezca siempre entre el prójimo y el individuo y sea la que sigue haciendo su mundo de un modo maravilloso y perfecto con armonía paz e Igualdad y Bienestar para todos por igual en un mundo perfecto y maravilloso del Creador tal como es su propósito la flor de la creación para así seguir estando en su amor eterno como siempre para siempre durante toda la eternidad.


Para poder tragarnos bien los unos a los otros y así tener salud y poder realizarlo justo en los momentos en los que eso se debe de realizar es imprescindible creer en Dios pues ese es el modo de poder lanzarnos en el momento preciso es decir estar ahí en el momento preciso en el que debemos estarlo para que ese intercambio de frutos entre el individuo y el prójimo se produzca de un modo completo y pleno y así poder mantener la salud y la integridad.

Pues el creer en Dios es el yugo ligero que permite estar ahí y que se pueda realizar ese intercambio.

El no creer en Dios es posponer ese momento de la I es decir el momento oportuno del intercambio el cual retrasamos por tener que repetir nuestras máximas mentales alcanzadas antes de poder estar ahí esas máximas mentales aunque sean muy resumidas son ese y Hugo grueso esa última chispa de oscuridad que aunque la veamos en forma de luz es una oscuridad sutil que nos retrasa para poder llegar al momento del estar ahí en el cual se debe de realizar el intercambio de frutos en cada momento entre el prójimo y nosotros es decir entre el prójimo y el individuo.

Pero si se cree en Dios entonces se alcanza ese momento de intercambio de un modo directo porque en ese caso no hay que pararse a repetir esas máximas mentales para poder estar ahí en el momento preciso sino que se puede estar directamente siempre apoyándose no en esas máximas mentales sino en la creencia en Dios en comprender que no son esas máximas mentales lo que en ese momento nos va a salvar sino que es Dios mismo el Dios invisible de los adultos el cual es también el impulso vital que nos conduce siempre al momento preciso en cada instante es decir al estar ahí haciendo coincidir el lento y el lento en cada momento cada situación es decir esa circunstancia externa que nos viene de fuera que es el lento la hace coincidir de un modo preciso con el lento que es ese impulso que sale de nuestro interior al exterior haciendo que ambas cosas coincidan en un momento preciso el cual sucede de un modo tan rápido que no da cabida a las máximas mentales que en ese momento se formulan afuera de la y afuera de ese momento para que nos preparen para ese momento y en vez de prepararnos lo que hacen es que nos sacan de ese momento pero si antes de momento simplemente creemos en Dios como siempre entonces él nos salva para poder estar en ese momento aunque nuestras máximas mentales no lleguen a tiempo por ser demasiado gruesas y no caber por el ojo de la aguja de ese momento preciso y de cada momento que Dios nos da a través de los lentos y los lentos en cada momento de nuestra vida es decir en cada estar ahí.

Tampoco hay que confundir el creer en Dios y estar ahí con el no hacer uso de la mente pues Dios nos da la mente nos forma en ella como seres adultos para que la usemos así que en un momento dado el lento que sale de nuestro interior puede ser un pensamiento o una teoría un desarrollo mental y sí que hay que tomarlo para poder llegar al momento preciso porque no será un exceso sino que será la mente que en ese momento Dios nos activa y que al activarla estamos en Dios estamos en lo que él nos da y sí que llegamos a la y al momento preciso al intercambio preciso con el prójimo para que se produzca la salud en él y en nosotros en el prójimo y en nosotros el prójimo y en el individuo la mente que resulta molesta y que nos saca de ese momento preciso de intercambio nos saca de la I es esa mente que nosotros perseguimos sin que Dios nos lave y que la perseguimos por miedo a la oscuridad por falta de confianza en Dios por lo que con esa mente exagerada por mucho que la resumamos en máximas y oraciones están taponando el momento del estar ahí porque es una mente excesiva nos la mente que Dios nos da sino una mente excesiva es un yugo grueso y como tal no se para del momento preciso de intercambio de frutos con el prójimo que se produce en cada instante de nuestra vida y que debemos de estar en él es decir estar ahí para que se intercambio se produzca y así recibir la salud la energía vital que necesitamos para poder sobrevivir y que recibimos de ese intercambio de frutos internos con el prójimo que se produce en cada instante y para lo cual no caben los excesos ni de la mente ni de las emociones ni de los placeres ni de la identidad ni de la materia pues los excesos son el yugo grueso son aquellas cosas que él ahí es decir Dios no nos da ni por lo tanto son un yugo grueso una carga excesiva que no nos permite estar en el momento en el ahí y nos impide tomar la energía vital de cada momento que son momentos que en el ser adulto de la humanidad adulta en el la que vivimos vienen demasiado rápido ya no vienen lentos como cuando estábamos en la humanidad infantil del pasado en la cual el individuo al igual que el niño recibía las cosas de un modo más lento para poder asimilarlas y comprenderlas para poder tener tiempo de él conocer cada una de ellas e integrarlas en su ser en el proceso de su formación y por eso el Dios de los niños manifestaba en su tutor físico les daba esos momentos de un modo lento en un proceso escolar para que los niños aprendieran asimilares esas esencias como por ejemplo a través de los dioses del pasado los cuales cada uno representaba una cualidad del ser humano que el ser humano debía de aprender para integrar en su personalidad y llegar a ser adulto alguna vez en el futuro pero actualmente ya estamos en una humanidad que es adulta y todas esas esencias todos esos momentos de intercambio de energía vital con el prójimo nos vienen de un modo demasiado acelerado como para que nos paremos en cada momento a intentar ver cada esencia con detalle como hacíamos en el pasado cuando la humanidad era infantil pues ahora en la humanidad adulta esas esencias vienen de un modo más acelerado esos momentos de intercambio de él con el prójimo son más acelerados y a un nivel más alto y sutil y a la vez más profundo y debemos estar en esos momentos tal como vienen y esos momentos son una puerta estrecha como el ojo de una aguja de los cuales no podemos estar con un exceso de lastre no podemos pasar a través de ese ojo de la aguja con un exceso de bagaje con un yugo demasiado grueso es decir no podemos pasar deteniéndonos en cada esencia y en cada momento y en cada detalle sino que debemos de estar despiertos y alerta y vivir cada momento para poder pasar en cada momento por el ojo de la aguja sin que un exceso de lastre nos lo impida y para ello es necesario confiar en Dios en el Dios invisible de los adultos que cuando éramos niños no conocíamos pues lo reflejamos solo nuestro tutor físico pero que ahora al ser adultos ya conocemos ya sabemos que es el Dios invisible de los adultos que está en la forma de la voz del corazón de cada ser adulto y que se sigue cuando cada ser adulto sigue su propio determinismo y que hay que creer en él cuando las cosas vienen demasiado aceleradas y hay que saber improvisar como cualquier ser adulto está preparado para poderlo hacer con su conciencia y su capacidad inspiración y de improvisar y a formadas y por eso para estar en ese momento preciso en cada momento hay que confiar en ese Dios invisible es decir en la vida en el porvenir en el amor en la suerte en el destino cada cual como le quiera llamar viene bien resumirlo llamándole Dios porque eso es lo que hay que confiar es también un ser vivo lo cual nos ayuda a confiar en él y sabemos que es un ser vivo que nos comprenda y nos ayuda tal como es en realidad el Padre Universal en el cual es necesario confiar para así poder llegar a tiempo y sin exceso de lastre a esos momentos que en las eras adultas de la humanidad las que estamos se suceden tan deprisa y que son los momentos en los que debemos estar para poder intercambiar los frutos con el prójimo de un modo interno para así recibir el alimento vital que necesitamos para poder sobrevivir en cada instante por eso es importante creer en Dios para que así podamos mantener el yugo ligero podemos pasar siempre por el ojo de la aguja y estar siempre en los momentos presentes de cada instante y de cada circunstancia en el en la cita continua con el prójimo para intercambiar los frutos internos con él de igual a igual para aceptarlo plenamente igual que el prójimo nos acepta a nosotros para que todos nos podamos tragar unos a otros en nuestra energía sutil y profunda de un modo verdadero y pleno con un total amor y paz de unos hacia otros plena salud y vitalidad en todos y en el conjunto que todos formamos es decir para poder seguir estando ahí como siempre ahí.


Fernando Ortolá 

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