Solo el que es débil puede transmitir a otro la sensación de debilidad.
El sentirse ser Dios ya no es propio de esta época adulta de la humanidad y por eso el que lo siente así da una sensación de repudio muy extraña a los demás a pesar de su cara de felicidad o máscara de felicidad que se pone encima da una sensación repugnante.
Pues en las eras del Hemisferio norte, las eras de adultas de la humanidad, ya no somos niños sino que somos adultos y la Norma natural ya no es imitar a Dios y sentirse ser Dios, ser jerarca y sentirse cerca del gran jerarca, sino que la Normal natural es ser un hermano y sentirse como un hermano de los demás, y solo así se es aceptado y querido siendo un hermano como los demás, siendo un igual.
Por eso no es bueno importar Normas naturales de un pasado jerárquico infantil de la humanidad que está obsoleto en el presente pues fuerza a la gente a ser jerárquica, a seguir a los dioses y sentirse dioses, y eso les lleva a ser odiados por otros que los rechazan porque están siguiendo la Norma natural de los pasados tiempos de la humanidad, pasados tiempos infantiles de la humanidad, en los que el niño debía de imitar al jerarca, a Diós, e intentar ser como él.
Pero los tiempos adultos de la humanidad en los que estamos la Norma natural ha cambiado porque el niño ha pasado a ser un set adulto y ya está formado, ya sabe valerse por sí mismo, ya sabe que debe que activar y alcanzar la luz en el exterior en la formación de la buena sociedad, y ya no debe debe de sentirse ser Dios si no que debe de sentirse ser un hermano, muy igual a los demás, para así poder ser feliz y compartir la felicidad con los demás de igual a igual.
El niño desea alcanzar la cima de las cosas que ve a su alrededor en el mundo material, desea conseguir esos objetos materiales, alcanzar la cima de ellos, el dominio.
Pero aún no está preparado para poder alcanzar por sí mismo todos esos objetos materiales que le rodean y le inquietan y para eso necesita la ayuda del ser adulto, de su tutor, que le ayude a conseguir esos objetos que él desea y es el ser adulto, su tutor, el que le proporciona todos esos objetos que el niño desea alcanzar.
Aunque el niño aún no está preparado para poder llegar a esos objetos de un modo pleno y su tutor físico le ofrece un camino para llegar a ellos a través de un juguete, el juguete del tractor, el juguete de un camión, el juguete de un avión, el juguete de una cocina, el juguete de unas herramientas de carpintero, el juguete de un traje de buzo etc
Con esos juguetes el niño se siente satisfecho, su inquietud se calma su estrés infantil por alcanzar esos objetos se tranquiliza y se queda tranquilo ilusionado jugando y soñando en que algún día alcanzará esos objetos en su dimensión real y auténtica, un camión de verdad, un avión de verdad, una cocina de verdad, unas herramientas de carpintero de verdad, etc.
Antes de que llegue ese momento de alcance real de las cosas el niño llorará por esos juguetes, por el camión de juguete, por el traje de buzo de juguete, por su bicicleta de juguete etc
Algo en el interior del niño se dará cuenta de que no puede alcanzar esos objetos en su dimensión real pues está en un proceso de formación para poder alcanzarlos algún día pero sin embargo se queda satisfecho con esos objetos en una dimensión inferior es decir esos objetos de juguete con los cuales el niño juega y se ilusiona a ser mayor aunque también sabe que aún no lo es.
Cuando el niño llegue a la adultez entonces podrá alcanzar todos esos objetos por sí mismo en su dimensión real pero hay un momento antes de llegar a la adultez antes de la pubertad cuando el niño está a punto de ser un ser adulto en el cual el niño se da cuenta de que sus deseos por los objetos materiales del entorno son tantos y tan variados desea alcanzar tantas cosas que no consigue llegar a ellas y la presencia del tutor físico se debilita por tantas peticiones hacia él que no puede satisfacerle que no puede ayudarle en cada una de ellas ni ofrecerle todo lo que el niño en su estado casi adulto desea porque son una infinidad de cosas y el tutor físico ya no puede darle tantas cosas además de que la presencia del tutor físico se debilita es menos intensa.
El niño que es casi adulto sufre esta situación la cual le fuerza a reaccionar interiormente pues la infinidad de deseos que tiene, la infinidad de metas que se traza, de objetos materiales del entorno que desea alcanzar es tan grande son tantas cosas las que quiere conseguir que estas se clavan como espinas en su mente y como clavos en sus manos que le hacen sentir impotente ante tantas cosas que desea alcanzar y el niño en esa situación realmente se halla en una cruz de dolor en donde todos esos deseos hacia el entorno hacia todos los objetos materiales que no puede alcanzar le atormentan. La escena de Jesucristo en la cruz es perfecta para describir ese estado en el que un niño se encuentra al llegar ante las puertas de su adultez.
El niño en esa cruz de dolor siente que su padre, su tutor físico, le ha abandonado que ya no le ofrece todas esas cosas que él desea alcanzar y sufre esa situación en silencio, hasta el momento en el que del interior del niño al igual que del interior de una planta seca y con pinchos nace la semilla de una nueva vida que emerge dell interior del niño a la vez que se despierta su corazón adulto, su nueva percepción del mundo, sus esencias que hasta entonces habían permanecido adormecidas, su mente, su identidad, sus emociones y su cuerpo empiezan a latir dentro de él a despertarse, y el niño se empieza a dar cuenta de que ya puede alcanzar todas esas metas por sí mismo que no necesita de la ayuda del tutor físico para ello, pues ya tiene el modo de alcanzarlas, su mente ya está preparada para eso, al igual que su cuerpo, sus emociones y su identidad, ya está listo para poder llegar y alcanzar esas cosas por sí mismo.
En ese momento el niño se da cuenta de que debe de abandonar su actitud de seguir pidiendo esas cosas a su tutor físico porque eso es lo que le mantiene en la cruz pues el deseo de esas cosas continúa y el tutor físico ya no le puede satisfacer sus deseos por ser estos tan extremos y variados.
Esos deseos es lo que mantiene al niño en la cruz sufriendo la corona de espinas y los clavos que son esos mismos deseos que al no poderlos alcanzar se hunden en él produciéndole dolor.
El niño finalmente se da cuenta de esa situación y empieza a despertar su mente interna, su mente adulta, la empieza a activar y por un momento deja de pedir a su tutor que le satisfaga en todos esos deseos, empieza a quitar su atención de los deseos y la pone en su interior, en el despertar de su mente y demás esencias de su cuerpo, sus emociones y su identidad..
Por un momento de concentración en el despertar de su mente y consciencia interna adulta se olvida de todos esos deseos que se habían transformado en espinas de dolor y se asombra al comprobar que todas esas espinas hirientes que se hincaban en su mente empiezan a desaparecer, los clavos salen de sus manos y de sus pies, sus heridas se cierran y el despertar de su conciencia adulta, de su mente y sus esencias, empuja todo ese dolor hacia el exterior haciéndolo desaparecer.
En esa situación el niño va de sorpresa en sorpresa porque empieza a comprobar que con su conciencia y mente adulta que se despiertan en él ya puede alcanzar esas metas y esos objetos físicos del entorno ya no presentan un obstáculo ante él pues ya los puede alcanzar con el desarrollo de su conciencia y de su mente adulta, todos esos objetos empiezan a llegar a él de un modo fácil y alcanzable y el niño se inunda de felicidad, se funde con el universo de objetos materiales en un gran abrazo de satisfacción y de logro personal, al mismo tiempo que pasa por las puertas de su pubertad y entra en el mundo de la adultez el niño se transforma en un ser adulto.
En ese proceso el niño se da cuenta de un modo especial de que él es como su tutor, es su hijo, tiene sus mismas cualidades y facultades de crear un mundo y un universo lleno de objetos materiales de armonía y de luz, pues en el momento en el que su mente, su consciencia adulta, se despierta se da cuenta también de que todos los objetos materiales del universo creado por su tutor cobran una vida rea,l ya no le producen dolor sino satisfacción y así comprueba que su propia mente es parte de la mente del creador, de su tutor, y que él es realmente su hijo porque tiene la facultad de llegar a ser como él, y también se da cuenta de que aún no tiene el mismo poder que su tutor, pero que su tutor aunque ya no esté en presencia física ante él para poder ayudarle sin embargo le sigue dirigiendo de un modo interno e invisible, como un Dios invisible que reside en su corazón y que el niño sigue cuando transformado en adulto actúa con su propio determinismo siguiendo la voz de su corazón, pues de ese modo sigue a su Dios invisible que es su mismo tutor físico que aún está presente en él en su interior alentando su camino de adultez y ayudándole a alcanzar sus metas de un modo sutil, invisible, profundo y a su vez real que le alienta y le estimula a seguir su camino de adultez activando sus propias esencias, su mente, su cuerpo, su identidad y sus emociones, y con ellas trabajando en la formación de una buena sociedad, junto a los demás seres adultos, todos guiados por ese Dios invisible que a través del corazón conduce a todos hacia la realización plena de su universo, hacia la flor de su creación, hacia la buena sociedad en la que todos los seres adultos conviven en armonía e igualdad teniendo todos un beneficio por igual, sintiéndose todos igualmente libres, sanos y felices.
En ese proceso de la transformación de niño a adulto existe ese momento de antes de entrar en la adultez que es doloroso para el niño y que se asocia a la pubertad y en el cual es importante comprender que se debe de realizar ese paso de abandonar esos pinchos de dolor que aparecen por pedir al tutor físico que satisfaga los deseos y que se hincan en la mente produciendo dolor al niño. Es decir que se deben abandonar esas anomalias, esas cosas que ya se encuentran afuera de lugar, esos Feses, dejarlos estar y activar la propia mente adulta del interior, pues de ese modo todos esos clavos, esas espinas que se hincan en la mente, esos Feses de dolor que el niño padece en la prepubertad desaparecen todos, pues el niño ya ha activado su propia mente para poder alcanzar por sí mismo todas esas metas que se propone todos esos objetos materiales externos los cuales alcanza vía interna y no externa tal como estaba intentando alcanzar sin conseguirlo pues cuando su tutor físico le concedía alguno de esos deseos vía externa tampoco le satisfacía totalmente ese deseo porque lo que le daba no era un auto sino el juguete de un auto, pero cuando el niño es adulto y despierta su conciencia interna y se transforma en un ser adulto entonces vía interna es decir desarrollando su mente sus cualidades adultas internas puede alcanzar de verdad ese auto, ese objeto material externo, es decir que puede realmente obtener un auto de verdad y no de juguete, el cual lo habrá obtenido vía interna es decir aprendiendo internamente el manejo del auto, aprendiendo a construirlo, a conducirlo, a cuidarlo y a mantenerlo.
Por eso es importante que en ese momento de pre-pubertad el niño abandone todas esas espinas de dolo,r todos esos Feses, incluso los más sutiles, el Fes blanco, para así poder activar su mente de un modo tranquilo, realizar su estudio de un modo relajado y apacible, desarrollar su mente de una forma grata y tranquila, habiendo abandonado todos esos deseos, esos problemas externos, esos Feses, pues así de ese modo el niño en su pre- pubertad alcanzará a saber esas cosas que estudia y al mismo tiempo se dará cuenta de que todas esas espinas de dolor, deseos inalcanzables, peticiones denegadas hacia su tutor, todas las espinas de dolor que se clavaban en su mente habrán desaparecido porque al activar la mente el crecimiento de esta habrá ido expulsando a todas esos pinchos de dolor que sé clavaban en ella y de repente todas esas espinas procedentes del exterior habrán desaparecido todos esos Feses que estaban indicándole lo que debía de hacer habrán dejado de darle esa señal, todos esos problemas externos ya no existirán, se sentirá libre tanto externa como internamente y el niño podrá disfrutar de su pubertad de un modo pleno y feliz con su máximo gozo al darse cuenta de que empieza a tener un propio dominio y alcance de todas esas metas que desea alcanzar en el exterior a las cuales llega de un modo fácil únicamente desarrollando esas cualidades internas y adultas que se despiertan en él, sus propias esencias, su mente, su identidad, su cuerpo y sus emociones, es decir su ser, él mismo, su empezar a ser un adulto, a sentir, a ser, a tener y a pensar por sí mismo siguiendo su propio camino, siendo un ser adulto, es decir estando Ahí.
En ese proceso es importante comprender que se despiertan esas cualidades internas del ser humano, las cualidades adultas y que esas cualidades adultas e internas también es la percepción extrasensorial, es decir que es mucho más de lo que la ciencia convencional haya podido identificar al nombrar ese momento como el despertar de la conciencia adulta. Aunque ese despertar conlleva también otros efectos colaterales muy importantes como es el despertar de la glándula pineal, del tercer ojo interno y de otras facultades internas del ser humano como es la telepatía, igualmente la clarividencia o la visión a distancia a la visión remota etc.
Las visiones del Ojo a las que llamo las Enas y en las cuales mi vista viaja por todo el universo llevada por otros Ojos, por otras vistas, que llevan a mi Ojo, a mi tercer Ojo, a mi vista, a viajar por el universo, esa experiencia es típica de esa cualidad adulta que alcanza planetas distantes y astros lejanos del universo vía interior con la visión interna, es decir que las barreras externas de tiempo y espacio ya no son un problema, ya no son un obstáculo, porque el ser humano adulto al desarrollar su consciencia interna se despierta en él su capacidad de viajar por el universo con su tercer ojo y alcanzar cualquier planeta y cualquier astro en un solo instante.
Para lo cual el ser adulto deberá de seguir manteniéndose en ser y en comportarse como un ser adulto siguiendo la Norma natural del ser adulto, trabajando por una buena sociedad, con sus esencias activas, en esa labor con su mente, su cuerpo, sus emociones y su identidad, y manteniéndose en la paz y en la igualdad con su semejantes, con los demás seres adultos, creyendo y confiando en el amor, en ese Dios invisible que reside en la voz de su corazón.
Es decir que el ser adulto deberá de seguir manteniéndose Ahí para que esas espinas de dolor de la pre-pubertad no se vuelvan a despertar y atormentarle tal como sucedió en el pasado, en esa especie de desvirge mental que el ser humano sufre al pasar de niño adulto.
El niño observa las cimas de las montañas lejanas y para él es difícil alcanzarlas pero ante el adulto las montañas se inclinan se acuestan y las cimas de las montañas llegan a él de un modo fácil y el mundo en el que está adquiere una realidad intensa y verdadera, todos los objetos y seres animados e inanimados que le rodean adquieren plenitud y salud y el ser humano adulto alcanza también a los astros del universo, llega a todos ellos con su visión interna, todos ellos llegan a él igualmente, y se realiza una unión entre él y el universo, todas las metas son alcanzadas y el universo en el que está se realiza con una total plenitud.
Pero para eso el ser adulto debe de seguir su Norma natural, desarrollar las esencias internas, su mente, su cuerpo, sus emociones y su identidad, trabajar por la buena sociedad en igualdad y paz junto a los demás seres adultos, es decir que el ser adulto debe de estar Ahí ante todos los problemas y todas las dificultades, debe de continuar siguiendo su Norma natural adulta con paz, con serenidad, con sentido común, ante todos los problemas, todas las limitaciones y todos los Feses, todas las distancias por grandes que sean, continuar en La paz, en la confianza, en el amor, siguiendo su Norma natura, yl entonces todas esas dificultades desaparecerán, todas esas metas llegarán a él por si solas, todas las cimas de las montañas se acostarán a su lado, las montañas se inclinarán y sus cimas llegarán a él, todas las estrellas del universo bajarán hasta él y él estará en todas las cimas, en todas las estrellas y en todos los astros, realizando este universo plenamente, pero para eso el ser humano adulto debe de seguir dejando todos esos Feses, todas esas distancias externas, todos esos problemas externos, todas esas dificultades externas, y debe de seguir dirigiéndose vía interior a despertar su mente, sus emociones, su identidad y su cuerpo, de un modo interno, despertar sus esencias adultas y de ese modo seguirá alcanzando el mundo externo todas sus metas llegarán a él, y lo podrá realizar plenamente porque el mundo externo es una creación del mundo interno y cuando el ser humano llega a su adultez y activa su mundo interno entonces se transforma en un partícipe de la creación del mundo externo, de la creación del Padre, del ser adulto paterno y creador hacia el cual el ser humano al llegar a su adultez empieza a dirigirse y a ser como Él, como su Padre creador, y el universo que su Padre creó para engendrarle a él adquiere una vida y una plenitud total y el ser humano adulto que nace en ese universo realizado empieza a poder crear un universo por sí mismo igual como su Padre hizo con todos sus astros, todos sus objetos animados e inanimados, todos sus hijos, y podrá conducir ese universo y a todos los seres que lo habitan hacia su realización final, para lo cual el ser adulto deberá de seguir estando Ahí, abandonando los Feses, las distancias externas y problemas externos y concentrándose en el despertar de sus propias esencias internas, de su mente, su cuerpo, sus emociones, y su identidad, confiando en el amor y en la paz, para que así el amor y la paz como siempre le lleve a alcanzar y realizar esas metas externas, en un universo que nació del amor y de la paz del Padre del ser adulto y que únicamente a través del amor y la paz que el ser adulto desarrolla en su interior se puede alcanzar a ese universo que su Padre una vez creó con su amor y la paz interna y el ser adulto a través de ese mismo amor y paz que nace en él y que es semejante al de su Padre puede alcanzar a ser como Él y crear un nuevo universo lleno de vida para lo cual el ser adulto debe de seguir estando Ahí ante todas las dificultades, ante todas las distancias, ante todos los problemas, deberá de seguir estando en la paz, en el amor, confiando en la paz y en el amor, en su sentido común, en su serenidad, en su buen sentido común de ser adulto, en su estar Ahí como siempre, Ahí, y de esa manera, de esa forma, con paz y con amor, es como el ser adulto seguirá venciendo las dificultades, seguirá teniendo salud, y dando salud, siendo feliz en la vida y dando felicidad, siendo libre y dando libertad, amando y dando amor, viviendo en paz y dando paz, es decir estando Ahí como siempre. Ah,í compartiendo el amor y la paz con los demás seres adultos, siendo libre e independiente, siguiendo su propio determinismo, siendo un ser adulto,, es decir, estando Ahí como siempre, Ahí.
Fernando Ortolá
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