Caratomia de ángel en las nubes, sobre el último agroglifo de esta temporada, mostrando la naturaleza de quienes dibujan en los campos de cultivo. Está boca abajo con sus piernas dobladas hacia arriba por las rodillas y con las plantas de los pies hacia arriba. Sus alas dirigidas hacia abajo, paralelas al suelo en donde está el agroglifo, indicando simbólicamente que es un ser inocente (Aspecto de niño o bebé) que desciende de arriba, del cielo) y vuela hacia la Tierra (alas drigidas hacia abajo, hacia el suelo) para darnos su mensaje (con sus alas hacia abajo dibuja el agroglifo).
Hay que tener en cuenta que la similitud entre los seres extraterrestres de cabeza grande con la cabeza grande de los bebés indica cómo símbolo y mensaje qué qué los extraterrestres de cabeza grande que intervienen en los dibujos de los campos de cultivo son en realidad los bebés (cabeza grande) y emisarios de unos seres de evolución más alta qué son sus adultos y que tienen la cabeza más proporcionada al cuerpo los cuales envían a sus bebés a contactar con nosotros y a hacer los agróglifos y darnos su mensaje para mostrarnos que nosotros nuestra raza humana de la Tierra también somos sus bebés e hijos suyos y que nos porterjen, aunque de momento aún no pueden establecer un contacto directo con nosotros debido a que se hayan en una dimensión más elevada que la nuestra y que por eso es a través de otros hijos suyos que están en nuestra misma dimensión y qué dibujan los agroglifos a través de los cuales entrar en contacto con nosotros para decirnos que están ahí protegiendonos siempre y que confiemos en ellas, que vivamos en paz en nuestras vidas personales y entre nosotros. Es muy significativo que esta caratomia aparezca justo encima del último o tal vez uno de los últimos agroglifos de esta temporada. La caratomia revela claramente que a quienes llamamos extraterrestres de cabeza grande como lo son los grises son en realidad razas humanas jóvenes, bebés, enviados por ellos para poblar nuevos mundos en los que evolucionan hasta que sus cuerpos se van proporcionando con su cabeza adquiriendo así el aspecto adulto que es el que tenemos ahora los humanos de la Tierra y que es similar al de ellos que son nuestros padres étnicos que viven en una dimensión más alta que lo nuestra hacia la cual nos dirigimos y que es un plano más emocional el cual nosotros ahora desconocemos por no tener aún los sentidos más evolucionados que ellos tienen para poder captarlo pero que es un plano al que ascenderemos con el curso de nuestra evolución naciendo en él en el mundo de nuestros Padres celestiales, para vivir con ellos en esa dimensión más alta en la que ellos viven, con unas emociones más intensas y sentidos más evolucionados para poder captarlas y con ellas poder crear algún día un universo lleno de vida tal como nuestro Padre celestial ha hecho con el universo en el que estamos, creado y conducido por Él hasta la realización final de su obra.
Fernando Ortolà
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