Los números anuncian la puerta dimensional

 

Las figuras impares representan al espíritu y a la primera esencia C y las figuras pares representan a la materia y a la segunda esencia F.
Las figuras pares conducen a las impares y las impares conducen a las pares.
Por ejemplo:
Si en un cuadrado trazamos una línea desde su centro hacia el exterior está trompezará con uno de sus lados y si su empuje continúa entonces al tropezar con el lado y buscando alejarse más del centro del cuadrado se dividirá el 2 yendo una mitad hacia la derecha y la otra hacia la izquierda.
Es decir wie formará un conjunto de 3 elementos junto con el centro, formado por derecha, izquierda y centro.
Cada una de las dos partes de la línea dividida en 2 alcanzará una esquina del cuadrado, una ira a la esquina que tiene a su derecha y la otra ira a la esquina que tiene a su izquierda.
Entre las dos esquinas y el centro formarán un triángulo con su punta dirigida hacia el centro del cuadrado.
Al llegar a la esquina cada línea se encontrará de nuevo con una figura triangular que está vez formará un triangulo inverso al anterior, es decir con la punta dirigida hacia afuera.
De este modo en el area del cuadrado se irán alternando los triángulos de punta hacia afuera con los triángulos de punta hacia dentro.
En lo cual se manifestará la alternancia de impar y par que subyace en todo.
Esa misma alternancia de par e impar se seguirá manifestando en otras observaciones del cuadrado por ejemplo en la de elevar una línea vertical desde su centro hacia arriba pues de ese modo se alcanza un vértice superior y unas paredes triangulares que forman una pirámide.
Esas paredes triangulares son de nuevo el tres que se alcanza a través de la elevación del cuatro.
Lo cual muestra también que el cuatro es el cuerpo, es lo par, la materia, y el tres es el espíritu, y por eso el origen del 4, es decir del cuerpo, es el 3 que es el espíritu y por eso cuando el 4 evoluciona regresa de nuevo al 3 es decir a su espíritu.
Al mismo tiempoque la elevación del cuatro llega al tres también llega igualmente al cinco el cual por ser impar también representa el espíritu. El tres representa el espíritu interior del cuatro y el 5 representa un espíritu de un cuerpo superior que sería el seis porque el 6 también es un número par que representa un cuerpo y el 5 es el espíritu que está dentro de ese cuerpo 6.
Al elevarse sobre el cuadrado a partir de su centro se alcanza el 3 en las paredes  de la pirámide que se forma, y se alcanza el cinco también porque el vértice superior de esa pirámide es un punto que se suma a los cuatro vértices inferiores de la pirámide de su base con los cuales son cinco vertices.
En ese punto del vértice superior de la pirámide hemos alcanzado el 5 y si seguimos ascendiendo alcanzaremos el 6 el cual es el cuerpo físico del cinco que es su espíritu.
Al ascender por encima del vértice superior de la pirámide se forma la pirámide inversa la cual en sus paredes contiene el triángulo inverso que sumado al triángulo de abajo son seis vértices tres de un triángulo más los tres del otro triángulo.
Así alcanzamos el seis que es de nuevo un número par.
El seis entra en sintonía con el hexágono de la malla de hexágonos que es la superficie en donde se realiza el salto dimensional.
Si a partir de ese lugar seguimos elevando la vibración entonces llegamos a la multiplicación del 6 igual como la pirámide se multiplicó en otra pirámide inversa el 6 igualmente se multiplica en otros seis inverso y juntos suman 12.
Lo cual conecta de nuevo con las cuatro paredes de la pirámide con tres lados cada una pues cuatro por tres es igual a 12.
Si continuamos elevando la vibración entonces haremos que esos 12 lados de las paredes de la pirámide desciendan a la base de la pirámide correspondiendo a cada lado de la base un hexágono un valor de 6 al cual se le deberá de sumar el cuarto lado de la pirámide con otro valor de seis con otro hexágono que sumado a los otros lados de seis serán 18 porque 4 por 6 es igual a 18.
De ese modo se obtiene la proyección del cuerpo superior seis de espíritu 5 en el suelo de nuestro mundo de materia 4 con espíritu 3 que se representa en el suelo plano de la base de la pirámide.
Es decir que el salto dimensional potenciado por la dimensión superior se proyectará en la base de la pirámide haciendo que lo que está en la base de la pirámide pase por la puerta dimensional dando el salto dimensional a otro lugar del tiempo y del espacio del universo.
En ese momento la base de la pirámide tendrá un valor de 18 que será el resultado de multiplicar 4 por las 6 partes de cada elemento, de cada lado del cuadrado de la base.
Dieciocho es a su vez el número de flores que contiene la flor de la vida el gráfico de la flor de la vida.
Pues representa a la puerta dimensional en el suelo de la pirámide de nuestro mundo que conecta con el mundo superior es decir con la fuente de la vida de nuestro mundo con el origen y  la conducción de nuestro mundo que es la dimensión superior.
Lo que está en el suelo de la pirámide desaparece a través del salto dimensional y aparece en el suelo de otra pirámide distante del tiempo y del espacio y el medio por el cual el viajero dimensional ha viajado de una pirámide a otra es a través de la dimensión superior.
El dieciocho de la flor de la vida vuelve a tener una conexión con el 5 que es el espíritu del seis y que interviene también en el salto dimensional que se realiza desde nuestro mundo de cuerpo cuatro y de espíritu 3.
La conexión con el cinco del 18 de la flor de la vida se puede ver en el hecho de que 18 es la cuarta parte de un ángulo interno de la estrella de cinco puntas, pues 18 multiplicado por 2 es 36 y 36 multiplicado por 2 es 72 y 72 es el ángulo interno de una punta de la estrella de cinco puntas estando así el Cinco de nuevo presente como el espíritu del seis y potenciador el salto dimensional que se produce en nuestro mundo de cuerpo cuatro y espíritu tres .
De este modo se comprende el efecto de esa sucesión de pares e impares y cómo podemos manejar las formas para que la energía de esa polaridad nos ayude a alcanzar el objetivo de poder realizar un salto dimensional de un lugar del tiempo y el espacio a otro en un tiempo instantáneo, tan solo pasando por una puerta dimensional.

Fernando  Ortolá