Empecemos por observar a esos grandes chivos “buenos” expiatorios del colectivo que la sociedad nos vende, y ha darnos cuenta de que los hechos muestran que en vez de llevarnos de la oscuridad a la luz tal como intentan hacernos creer en realidad están haciendo todo lo contrario, nos están llevando de la luz humana a la oscuridad extraña, misteriosa, malévola y desagradable.
Es decir, que en vez de quitar el pecado (el vicio) tal como lo anuncian lo producen y provocan.
Es al revés de lo que dicen.
Es pura magia negra y no blanca.
Es para ponerse enfermos y no para sanarse.
Es para producir guerras y no paz.
Los seres humanos por nosotros mismos elegimos por la paz y no por la guerra y hacemos esa elección no porque alguien nos haya convencido de ello sino porque así está escrito en lo más hondo de nuestros corazones humanos.
Pues no somos animales sino animales racionales que sabemos hacer uso de nuestra razón para poder comparar entre la paz y la guerra y elegir por la paz,
Quien nos intenta convencer de que la paz es mejor que la guerra nos trata como animales incapaces de razonar por sí mismos y el efecto que produce en nosotros es contrario pues al predicarnos la paz imponiéndonos así su decisión con ello impide que la decisión de paz nazca por sí sola de nuestro corazón humano, y al no salir el conocimiento humano propio (el autoconocimiento, la cenuitica) de dentro de nosotros nos animalizamos, nos transformamos en animales incapaces de hacer uso de la razón por sí mismos y llevados por el que supuestamente nos hacía un bien predicándonos su paz, el cual nos lleva en un triste rebaño de humanos transformados en ovejas irracionales, que finalmente tan solo son usadas como producto de ganadería para el lucro y beneficio de quien comercia con ellas, que es aquel chivo que disfrazado de bueno, de paz, después en el siguiente paso de su fatal círculo vicioso se ha transformado en el chivo malo que martiriza a sus congéneres humanos atrapados y transformados en ovejas con las que comercia llevándolas al matadero, al llanto y al dolor, a la enfermedad y a la guerra.
Observando cuál es el momento evolutivo de la humanidad y cuáles son las tendencias influyentes podemos hallar la solución a los problemas mencionados.
A esa actitud adulta le llamo el estar Ahí.
Hay que estar Ahí.
Ánimo hermanos, hay que vivir en el presente, en el Hen como adultos, pues el Hes ya pasó.
Nos nos veamos a nosotros como simples seres creados y llevados por seres superiores sobrenaturales o extraterrestres.
Pues no somos solo unas simples flores del jardín de ellos.
Estamos aquí no como jardín de ellos sino como sus hijos, para aprender a cuidar nuestro jardín que también es de ellos.
Por eso en nuestras manos está.
Observemos el entorno en el que nos hallamos y lo podremos comprender, pues se halla al alcance de nuestro entendimiento humano y si nos lo proponemos lo vamos a conseguir.
Todo se mueve por ciclos repetitivos.
La cadencia, la sucesión de esencias, los ciclos de sucesión repetitivos, es lo que da la orden de sentir cansancio al cerebro para que éste lo transmita al cuerpo.
Es decir que con el cambió de las cadencias, de la duración de los ciclos, se controla el cansancio, y cambiando el orden de esencias, se curan enfermedades, se crea energía y se dirige esta para cubrir necesidades, usándola en donde haga falta.
El Ahí da una sensación de cansancio al final de cada ciclo, para invitar así a detenerse con el objeto de dar inicio al ciclo siguiente.
Pues el sentido de los ciclos es asimilar toda la serie de esencias que está contenida en estos.
Por eso que si nuestra atención o sentido de trabajo o desarrollo de un acto está puesto en pasos grandes (ciclos grandes) y de una mayor duración de tiempo entonces el cansancio del final de cada ciclo nos vendrá más tarde, pero si nuestra atención está puesta en pasos pequeños (ciclos pequeños) entonces el cansancio nos vendrá al final de cada ciclo pequeño.
Pues el fin no es la naturaleza o aspecto de los ciclos en los que nos hallamos sino las esencias que asimilamos a través de ellos, pues si debemos de completar cada ciclo es solo para asimilar toda la serie de esencias… C,F, S, E... etc que contiene cada ciclo, ya sea el ciclo grande o pequeño o tenga un aspecto u otro, pues lo importante no es la forma del ciclo sino las esencias que se transmiten a través de este.
Comprendamos por nosotros todas estas cosas acerca del mundo en el que estamos, pero no olvidemos ser y actuar como somos, como seres humanos, siguiendo nuestro corazón, estando Ahí, y así simplemente como humanos, actuando, siendo y comprendiendo, pues como seres humanos podremos solucionar los problemas de nuestro mundo. en nuestras manos humanas está el conseguirlo.
Para ello no debemos de diosificarnos tanto y ser mas humanos, es decir, mas como somos en realidad: seres humanos.
Sabemos que siempre han existido muchos problemas en la relación entre padres e hijos, y eso lo vamos a solucionar también, simplemente con nuestra actitud humana, con el sentido común del ser humano.
Si con los niños actuales no somos jerárquicos y agresivos como lo fueron con nosotros en nuestra niñez pero les damos el lado de nuestra creencia benevolente y angelical que es también jerárquica y conquistadora les estamos haciendo igualmente daño por dentro por bloquearles así el crecimiento de sus esencias, del cuerpo, las emociones, la mente y la voluntad o propia identidad.
La jerarquía ya no está vigente actualmente pero no solo en el exterior (tutores pegones) sino tampoco en el interior (ángeles salvadores, conquistadores y exclusivos), pues los primeros producen daño físico y los segundos producen daño interior.
Los primeros asfixian el cuerpo y los segundos asfixian el alma.
Lo mismo sucede en la sociedad, no podemos dejar de ser jerárquicos externos (dictadores) para pasar a ser jerárquicos internos (guerrilleros, terroristas, extrema izquierda) pues con lo primero hacemos daño a la gente al darles una imposición jerárquica externa y con lo segundo igualmente hacemos daño a la gente con nuestra imposición jerárquica interna, obligándoles con violencia y agresividad a aceptar nuestras ideas supuestamente liberadoras e igualitarias, lo cual es igualmente jerarquía (comunismo, izquierda radical, terrorismo de izquierdas, manifestaciones y protestas agresivas et.) y como jerarquía también está actualmente afuera de lugar y produce dolor y malestar, tal como los hechos hablan por sí solos.
Si queremos ayudar a alguien no podemos hacerlo de un modo jerárquico ni por fuera ni por dentro sino de un modo igualitario tanto por fuera como por dentro, es decir con verdadera aceptación igualitaria.
Pues actualmente en las esencias de la humanidad, que son cuerpo, mente, emociones y voluntad ya no rige la jerarquía sino la igualdad, la humanidad ya no es una niña que necesita calmar las esencias para facilitar así el crecimiento de estas sino que es un ser adulto que necesita activar sus esencias ya formadas, su cuerpo, mente, emociones y voluntad, identidad, para así poder sentirse bien y tener salud.
El único modo de poder educar a los hijos con equilibrio sin desviarse hacia la jerarquía por el lado del sadismo o por el lado del masoquismo es siendo consciente del patron natural conducta colectiva actual (la doctrina natural actual, el Doki) y estando activos en su práctica.
Lo mismo se puede decir del trabajo en la sociedad pues para a través de este no caer en la jerarquía es imprescindible conocer el Doki o doctrina actual y estar en su práctica.
Pues sin el Doki las situaciones difíciles ante los hijos o ante la sociedad tan solo nos lanzaran a un extremo o a otro de la dualidad, al blanco o al negro, al lado sádico o al lado masoquista pero siempre en manos de la jerarquía la cual se halla en ambos lados.
Pues si la oscuridad aprieta y no se conocen más que esos dos caminos entonces no se podrá hacer otra cosa más que cambiar de un camino a otro de los dos, de un lado al otro del desequilibrio, de la posición del sádico a la posición del masoquista, una y otra vez, pero siempre en el desequilibrio, en la jerarquía y vapuleados por esta… y solo por no tener algo edificado en el centro del equilibrio, algo a lo que poder sostenernos de un modo seguro y estable para no tener que caer en la jerarquía ni por un extremo ni por el otro de su desequilibrio.
Ese edificio central y estable al que poder sujetarnos en esas circunstancias difíciles es el Doki, la doctrina natural actual que nace actualmente por si sola en los corazones de todos los seres humanos.
El Doki y su práctica es la puerta del camino central a donde poder ir para liberarse de la oscuridad, del desequilibrio y circulo vicioso sado-masoquista producid por la jerarquía acosante y no vigente en la actualidad.
Una tarea central y estable en la que poder ocuparse como lo es el Doki nos ayudará a solucionar tantos otros problemas que se producen en el contacto, dialogo, relación y comunicación con los demás.
Si quieres ayudar a alguien no debes de obligarle a que crea en ti o en tu creencia sino que debes de permitirle recuperar la confianza en él mismo.
Pues lo primero es jerarquía y lo segundo es igualdad.
Tampoco debes dejar que el otro te obligue a ti a creer en él y en su creencia pues así adoptarías ante él la postura del masoquista la cual es la otra cara de la jerarquía, pues una cara es el sadismo y la otra el masoquismo, que son ambas posturas jerárquicas.
Para que cualquier situación caótica y difícil no te desequilibre lanzándote a la jerarquía por cualquiera de sus dos lados del desequilibrio debes de ser consciente de la doctrina de hoy que es el Doki y mantenerte en su práctica para que así puedas tener algo a lo que cogerte en esa situación difícil y que esta no te consiga atrapar por cualquiera de sus dos lados y lanzarte a la jerarquía.
El Doki no es una creencia porque no es una ficción ausente sino una realidad presente.
En lo que creo no es ficción sino real, por eso no vivo en una creencia sino en una realidad.
Según la ley universal la jerarquía en el colectivo es actualmente ilegal en la Tierra.
El Doki tampoco dice que hay que suprimir todo tipo de jerarquía, pues a veces si que es necesaria sobre todo en el mundo personal y en la infancia de los individuos, al igual que en los tiempos en los que la humanidad fue una niña que necesitaba de la guía de la jerarquía tutelar para poder sobrevivir.
Hay que combinar jerarquía e igualdad, pues la igualdad contiene dos partes, jerarquía e igualdad, aunque la regente actualmente es la igualdad, durante el periodo del Hen en el que estamos.
Tampoco dice el Doki que hay que activar siempre las esencias pues estas también necesitan tener periodos de descanso, en combinación con los de acción, habiendo así un equilibrio entre ambos lados, entre el descanso y la acción, un equilibrio armónico en el que los dos opuestos en este caso el descanso y la acción se combinan de un modo armónico, e igualmente favorable y beneficioso para ambas partes, pues la igualdad es dos.
Aunque actualmente rige en general el despertar de las esencias en la humanidad por hallarse esta pasando por el Hen de su evolución y ser ya una humanidad adulta.
El Doki es la doctrina actual de este mundo la cual no se comunica de unos a tros pues ya nacemos con ella escrita en nuestros corazones.
El Doki no es una creencia sino una realidad.
No se puede decir que alguien crea o no en el Doki, pues el Doki es un modo de ser y de actuar en el que todos nos hallamos inmersos, y unos por si mismos lo viven, viven según el Doki y estos son los que están Ahí y otros no y estos son los que no están Ahí.
El mundo no se puede salvar de un modo unidireccional o mono sino de un modo estéreo salvándonos todos los unos a los otros, y así se habrán terminado todos los problemas del mundo.
El concepto musical sirve para definir este punto de vista:
Existen dos modos de salvar uno mono y otro estéreo. Igual que la música que también puede ser de uno de esos dos tipos. El salvamento mono es unidireccional, es decir que viene de la persona "a" y se dirige hacia la persona "b" de modo que "a" es el único salvador y "b" es el único salvado. El salvamento estéreo tiene dos direcciones, es decir que "a" salva a "b" al mismo tiempo que "b" salva a "a". "a" y "b" se salvan mutuamente el uno al otro. El salvamento mono existió en tiempos pasados y primitivos, y es el tipo de salvamento único, exclusivo, absoluto y unidireccional que el líder jerarca dirige hacia su pueblo. El salvamento estéreo corresponde con los tiempos presentes, pues es el tipo de salvamento que actualmente sienta bien a todos y produce amistad y contacto agradable entre todos. Eso también lo confirma el hecho de que en la actualidad el salvamento mono siempre siente mal pues solo produce rechazos, enemigos y enfrentamientos.
Un abrazo
Fernando Ortolá
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Conclusiones y opiniones de los lectores: