En la niñez de la humanidad todo lo que se transmite por contagio es bueno, pues entonces rige la jerarquia a través de la cual el jerarca transmite su luz a su pueblo.
Esa es la típica transmisión jerarquica de la luz presente en muchas religiones antiguas y tradicionales y que se transmite vía jerárquica.
La transmisión jerarquica de la luz actúa de un modo negativo en los tiempos de adultez en los que la humanidad se encuentra en la actualidad, y es la productora de las guerras enfermedades y demas desgracias actuales.
En los tiempos de niñez de la humanidad cada individuo posee en su interior una acción una acción de contagio jerárquico y positivo de la luz, en la actual la energía lu.ininica del jerarca se transmite continuamente a su pueblo, protegiendo y cultivando las esencias de los individuos que lo forman, es decir, cultivando el cuerpo, la mente, las emociones y la voluntad de todos.
En el periodo de niñez de la humanidad ningún individuo se debe de preocupar en activar sus esencias, es decir, su cuerpo, su mente, sus emociones y su voluntad, pues la humanidad es un niño y como tal sus esencias (cuerpo, mente, emociones y voluntad) aún no están preparadas para poderse usar sino que debe de poner sus esencias en reposo y en manos del jerarca (tutor) para que este sea quien las prepare, maneje, conduzca y cultive hasta que el niño humanidad esté formado alcanzando así su adultez y ya pueda activar y hacer uso de sus esencias por si mismo.
Este mismo proceso que la humanidad como un gran ser sigue en su desarrollo de humanidad niña a humanidad adulta también se puede ver en la vida personal de cada individuo en la cual hay también un periodo de niñez en el cual como niño aún no está preparado para poder usar por sí mismo sus propias esencias, su cuerpo, su mente, sus emociones y su voluntad, pues estas están aún en proceso de formación y por eso con ellas, con sus propias esencias, con su propio cuerpo, mente, emociones y voluntad el niño aún no puede valerse por si mismo ni sobrevivir en la vida, por lo cual necesita de la ayuda de sus progenitores (padres, tutores) que le ayudan a sobrevir, descansando, calmando, cultivando, desarrollando y formando sus esencias infantiles, las cuales aún se hallan en fase de desarrollo.
Es el mismo proceso que existe en el gran ser forma la humanidad, el cual actualmente ya se encuentra en su fase adulta.
En el niño individuo se presenta ese proceso más enfocado en el exterior, en la relación con sus tutores, los cuales le suministran todos los recursos físicos que el niño necesita para su subsistencia.
En el adulto individuo tambien se presenta su proceso más enfocado en el exterior lo cual se manifesta en el intercambio que en la sociedad se realiza a través del sistema económico.
Sin embargo en el periodo en el que la humanidad es un niño ese mismo proceso se produce más en el interior de los individuos que en donde las esencias se transmiten de un modo jerarquico del jerarca hacia los individuos.
Mientras que durante el.periodo en el que la humanidad es un ser adulto las esencias se transmiten de modo igualitario, aunque también de un modo interno, yendo de unos a otros en un reparto igualitario de esencias que se realiza de un modo interno.
En este punto es conveniente hacer la siguiente síntesis cenuitica para poder seguir observando y desarrollando este tema de un modo más ágil, abreviado, y profundo que nos aporte un mayor alcance en las observaciones.
Individuo niño:
Esencias que se transmiten de un modo jerarquico y externo.
Individuo adulto:
Esencias que se transmiten de un modo igualitario y externo.
Humanidad niña:
Esencias que se transmiten de un modo jerarquico e interno.
Humanidad adulta:
Esencias que se transmiten de un modo igualitario e interno.
Se puede especificar que este cuarto punto de la síntesis cenuitica se refiere a que las esencias de la humanidad adulta empiezan a desarrollarse de un modo igualitario e interno aunque esa acción está encaminada a alcanzar algún día en el futuro el intercambio de esencias igualitario (perfecto) también en el exterior físico de nuestra sociedad. Es decir que esa acción de compartir las esencias entre todos de un modo igualitario e interno ya está sctuando de un modo automático y natural dentro de cada individuo que forma la humanidad adulta y a través del desarrollo y evolución de esta esa misma acción de intercambio igualitario en el interior de los individuos se va manifestando al exterior dando una forma cada vez más próxima a una sociedad cada vez más justa y equilibrada.
Pero hay que tener en cuenta de que eso que queremos alcanzar en el exterior ya está activo en nuestro interior que es donde se produce el deseo de alcanzar esa meta e ir tras ella proyectando así cada vez en el exterior nuestro deseo interno de igualdad, es decir de construir una sociedad cada vez mejor.
Estos últimos párrafos sugieren la remodelación y elaboración de la síntesis cenuitica antes expuesta:
Individuo niño:
Esencias vía jerárquica y externa que se dirigen hacia el interior (el mundo de juego y fantasía del niño)
Individuo adulto:
Esencias vía igualitaria y externa (el trato social) que se dirigen hacia el interior (la vida privada, íntima y familiar)
Humanidad niña:
Esencias vía jerárquica e interna (religion) que se dirigen hacia el exterior (poder alcanzar los recursos materiales basicos)
Humanidad adulta:
Esencias vía igualitaria e interna (cenuitica, deseo verdadero y común de igualdad) que se dirigen hacia el exterior (la sociedad física, igualitaria y equilibrada)
A lo cual se requiere una nueva síntesis cenuitica:
Individuo niño:
Jerarquia externa que va al interior.
Individuo adulto:
Igualdad externa que va al interior.
Humanidad niña:
Jerarquia interna que va hacia el exterior.
Humanidad adulta:
Igualdad interna que va hacia el exterior.
Considerando que jerarquia e interior son dos atributos de la primera esencia C, según la cenuitica cataloga las esencias para su estudio simplificado, y que la igualdad y el exterior son dos atributos de la segunda esencia F se puede presentar también la siguiente síntesis de las antes expuestas:
Individuo niño:
C F que va a C
Individuo adulto:
F F que va a C
Humanidad niña:
C C que va a F
Humanidad adulta:
F C que va a F
Ya que individuo y niño son dos atributos de la primera esencia C y humanidad y adultez son dos atributos de la segunda esencia F se puede seguir elaborando la síntesis cenuitica de la siguiente manera:
C C :
C F - C
C F :
FF - C
F C:
C C - F
F F:
F C - F
Este estudio cenuitico indica que nos hallamos en el fase adulta de nuestra humanidad en la cual para sentirnos bien y tener salud cada individuo debe de activar por sí mismo sus propias esencias, su cuerpo, su mente, sus emciones y su voluntad, tras la meta de una sociedad cada vez más justa y equilibrada.
Fernando Ortolá
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