Veo el ojo grande encima de un paisaje.
Veo una gran nave en el espacio.
En medio de la nave aparece una gran luz.
Entro dentro de la nave y veo una gran mesa alargada con 3 compartimentos separados por finas paredes transparentes.
En cada departamento hay pequeños objetos irregulares similares a piedras y dispuestos en línea.
Unos en línea vertical y otros en línea horizontal, a los lados de los compartimentos cúbicos.
Los objetos parecían desprender luz propia blanca y reluciente.
Es una de las luces más potentes que he visto en las visiones de las Enas.
Parecían piedras preciosas, e incluso más que eso, piedras muy preciosas, por desprender luz propia.
La línea de piedras vertical de cada compartimento se ensanchaba en medio, y de ella se desprendían las líneas de piedras más finas como los rayos de luz que se desprenden de un foco central, aunque siguiendo un camino distinto a los típicos rayos de luz rectilineos que salen de un foco central.
Me daba la sensación de que en ese laboratorio espacial conducido por una inteligencia superior creaban vida en los minerales inertes de algunos planetas, haciendo que en estos brotase la vida (la luz de las piedras)... hasta llegar a la vida humana, en donde las piedras se enderezan poniéndose verticales (la columna vertebral) y realizan el universo en el que están.
Fernando Ortolá
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