La realidad de un "cuento"

 

Nunca son los dirigentes los que hacen a la gente sino al contrario, es la gente la que hace y elige a sus dirigentes.

A medida de que la gente va evolucionando van creando a sus dirigentes que tambien seran mas evolucionados.

Cuando en el pasado cada individuo se presentaba a sus compañéros cotidianos como el único elegido de Dios erán los sumos sacerdotes los unicos dirigentes de cada pueblo, pues cada individuo les votaba y elegia para que estos les dieran a cada uno la supremacia en los respectivos clanes familiares o grupos de convicencia en los que cada cual se hallaba.

Cuando despues la humanidad evolucionó un poco mas y cada individuo ya no se presentaba a su gente cotidiana como un elegido exclusivo de Dios sino como un rey fue entonces cuando todos empezaron a votar a un rey para ser dirigidos por él y que este a su vez les diera la supremacia como reyes de sus respectivos clanes familiares.

Mas tarde y con el curso de la evolución la humanidad volvió a cambiar de dirigente, pues los individuos mas evolucionados ya no se presentaban ante sus respectivos clanes familiares como un rey sino como un presidente prometedor de una igualdad (el cebo) que luego era incumplida (el tirón del anzuelo)y eso es lo que llevaba a la gente a elegir y a votar a un presidente como dirigente del gran colectivo para que este les diera la supremacia a cada uno como los presidentes incuestionables de sus respectivos grupos de convivencia.

Despues de evolucionar un poco mas cada individuo se empezó a dar cuenta que ya no funcionaba lo de presentarse como un presidente en el respectivo clan familiar de cada uno, pues los demas miembros de la familia ya no le aceptaban ya que descubrian su tequemaneje, su anzuelo tras la caña. 

Asi que eso llevó a que cada individuo se sincerase un poco mas antes los demas miembros de su respectivo grupo de convivencia, es decir que negociaran con las personas con las que se relacionan cada dia, haciendo tratos y pactos de convivencia, transformandose asi cada individuo en el empresario dirigente de su respectivo grupo de convivencia, lo cual llevó a que los individuos ya no eligiesen a presidentes como dirigentes sino a empresarios, para que estos les dieran la supremacia en sus respectivos clanes familiares.

Despues de otro tiempo de evolucion los individuos que forman la humanidad comprendieron que tampoco funcionaba lo de manejar bajo mano a su gente cotidiana  poniendoles estimulantes en el té sin que se diesen cuenta, pues eso por mucho que revistieran a esa accion de gran acto necesario y por mucho que la realizasen sin que les viese nadie empezó a despertar la sospecha de los demas miembros de la familia los cuales sin haber tomado drogas ya empezaban a golpear las paredes de los pasillos con la cabeza por las eses que daban al caminar debido a la drogas que sus respectivos y negocoantes dirigentes familiares les estaban suministrando a escondidas.

 Asi que eso llevo a la gente a dejar de votar a los dirigentes empresarios y ese fue el fin de la dictadura en la humanidad, pues cada individuo ya no deseo mostrarse ante los demas como el único dirigente de sus respectivos clanes familiares sino como uno más tal como son, tal cual, sin mascara, ni velo, ni engaño alguno, para ser un verdadero igual a los demas en el espiritu y principios y un ayudante en la materia, creciendo asi el verdadero amor humano entre todos, y las facultades extrasensoriales y humanas de todos tambien volvieron a hacer acto de presencia, pudiendo hablar telepaticamente entre ellos, hacer levitar pesos pesados, viajar por el universo conduciendo mentalmente sus naves y entrando en contacto con los demas habitantes del universo.

La humanidad volvió a alcanzar la flor y el fruto de su ciclo evolutivo.

Todos fueron felices... pero no comieron perdices porque volvieron a ser vegetarianos.

Y colorin colorado este "cuento" aún no se ha acabado.

Pero va camino de ello, y de su prometido, autentico, real y final feliz, dirigido por el verdadero Padre Universal, que manda mas que cualquier Papá Noel, y es aún mas bueno y humano... y  auténtico.

Fernando Ortolá