El guia espiritual es quien tiene la cualidad de transmitir la palabra del mismo Creador, la doctrina humana y verdadera que en los tiempos presentes está inscrita en el corazón de todo ser viviente y que es trabajar pacíficamente por el equilibrio de la sociedad y el bienestar de todos por igual sin hacer distinciones.
Esa es la doctrina verdadera y lo demás son cuentos.
Ese es el primer proyecto colectivo que todos debemos de tener en cuenta, el Proyecto Alfa.
La función del guía espiritual de cada grupo de gente es impartir la doctrina verdadera, el Proyecto Alfa, en nombre del Padre Universal, y para ello este da al guía espiritual unas facultades extrasensoriales especiales como la capacidad de poder sanar a la gente, para que así la gente crea en él y en lo que él les dice y sigan la doctrina verdadera, el Proyecto Alfa que se transmite a la gente de cada grupo a través de su respectivo guía espiritual.
Pero no a toda la gente le interesa seguir al guía espiritual pues este les pide igualdad y muchos suelen vivir en una lucha de poder y de dominio jerárquico con quienes tienen cerca y por eso no les interesa poner en práctica la igualdad que el guía les pide.
Por eso el guía espiritual es desplazado por el falso guía que es el jefe de la tribu y que no sirve a la igualdad entre su gente sino a la jerarquía y la guerra de poder entre ellos y contra otros grupos o pueblos vecinos.
Pero el verdadero guía espiritual continua existiendo en cada grupo de gente que se forma en cualquier parte del mundo y universo, ya sea un grupo circunstancial o vinculado a cualquier area o evento, en donde el guía se halla siempre presente con su cetro espiritual e interior de mando y continua teniendo las facultades de sanación que el Padre Universal le otorga para transmitir una doctrina que a menudo no escuchan, pero el sigue teniendo esas facultades y muy frecuentemente es relegado a tener que usarlas al servicio del mejor postor, de la jerarquía, sintiéndose presionado a tener que vender su trabajo para poder sobrevivir ya que no no reconocen su función verdadera de guía espiritual, transformándose así en el chaman de la tribu, el brujo del pueblo, o simplemente el pobre curandero que es un buen hombre y sana de verdad pero nadie le hace mucho caso, le tratan de tonto porque no va tras las discotecas y las mujeres como los demás, incluso le pueden llegar a martirizar, marginar y hasta usarle de chivo expiatorio para salir de situaciones apuradas dándole a él la culpa de todo suceso ajeno a sus acciones, es decir, de un modo injusto.
La posición correcta de la jerarquía es cuando esta se pone al servicio de la igualdad, como organización de distribución piramidal para repartir los frutos materiales, por ejemplo zapatos, a todos por igual, y a cada cual su medida correcta.
Por eso toda organización espiritual es jerárquica, pero para ser espirituales deben de poner la jerarquía única y exclusivamente al servicio de la igualdad, pues si la ponen al servicio de la materia en vez de la igualdad y del espíritu entonces esa jerarquía se transforma en una terrible dictadura que hace daño a todos.
El caos produce la terrible dislexia colectiva y cruce de cables que asocia la espiritualidad a la jerarquía y por ende la igualdad a la materia, cuando la realidad es que la espiritualidad se halla únicamente en la igualdad y es la jerarquía la que se halla en la materia.
Pongamos los cables en su lugar, salgamos ya de la gran y absurda dislexia mundial producida por el ciego e infantil fanatismo obsesivo de dominio de unos sobre otros.
Ya es hora de comportarnos como los seres adultos que somos.
La igualdad se halla tan sólo en el espíritu, es decir, en la esencia de lo que se hace presente a través de la ausencia, en el concepto, determinación, compromiso o idea de que todos los habitantes de este mundo por igual sin la excepción de ninguno de ellos deben de tener sus necesidades cubiertas, sus recursos básicos asegurados, para poder así disfrutar del bienestar que se merece todo ser viviente.
La igualdad no se puede establecer en la materia, es absurdo, no podemos dar a todos los mismos zapatos y de la misma medida, pues los pies de la gente son diferentes, de distintos tamaños, y cada cual necesita unos zapatos a su medida, que sean exclusivos, solo para él, amoldados a la forma y tamaño de sus pies, los cuales también son únicos y exclusivos.
Esa exclusividad necesaria en la fabricación de los zapatos es jerarquía, pues esta se define con términos que se refieren a lo exclusivo, pero que es una exclusividad, una jerarquía, puesta al servicio de la igualdad, es decir, para que todos sin excepción de nadie puedan tener unos zapatos, pero que además se amolden perfectamente a la necesidad de la forma exclusiva de los pies de cada uno.
La distribución de los zapatos tampoco puede ser igualitaria, pues el calzado se elabora en una fábrica que se halla en un lugar concreto y específico, desde el cual los zapatos se van distribuyendo por todas las localidades en donde hay clientes de esa empresa que los produce,
Esa red de distribución a partir de la fábrica debe de ser por fuerza piramidal y jerárquica, pues hay un único punto de origen o fuente de los zapatos que es la fábrica, y que se halla en el vértice superior de la pirámide a partir del cual los zapatos se van distribuyendo a través de toda una estructura jerárquica y piramidal, pero que es una pirámide jerárquica puramente organizativa, material y puesta única y exclusivamente al servicio de la igualdad, es decir, para que los zapatos puedan llegar a todos los clientes por igual.
Es absurdo que todos dispongan en casa de una máquina o impresora virtual de hacer zapatos y que con ella cada cual deba de producirse sus propio calzado, pues de ese modo los zapatos hechos en casa no serían nunca de la misma calidad que los que produce un fabricante exclusivo de calzado que dedica todo su tiempo a ese oficio de la producción zapatera.
Lo mismo se puede decir de cualquier otro producto como puedan ser unos pantalones, calcetines, sombreros, mesas, relojes, el cultivo de productos alimenticios,etc. pues cada persona no tendría macetas suficientes en su balcón donde poder cultivar todas las patatas o lechugas que consume día a día.
Además de que si se aplicase la igualdad a la materia y cada cual realmente pudiese fabricar en su propia casa todos los productos que él mismo consume se perdería totalmente el contacto con la gente, pues todos seríamos autosuficientes, no nos necesitaríamos los unos a los otros, no tendríamos oportunidad de ayudarnos, de agradecernos la ayuda que mutuamente nos brindamos, no habría necesidad de la comunicación, ni del contacto, ni del abrazo, entre la gente y no habría amor. Estaríamos bloqueando en los individuos el único propósito de esta vida y universo en el que estamos, que es compartir los frutos (los productos o esencias respectivas que cada cual fabrica)... con todo ser viviente por igual, para así poder estar en el abrazo de amor con todos realizando así este plano de existencia en el que estamos por haber podido estar activos en su único propósito que es obviamente el amor.
Es decir, que la igualdad no se puede aplicar a la materia, pues no todos podemos fabricar el calzado en nuestra casa ni tampoco tenemos la misma medida de pies.
A la materia se le debe de aplicar la jerarquía, pero una jerarquía que no es espiritual sino material, una red de distribución para hacer llegar los productos a todos por igual a partir del vértice superior de una pirámide de jerarquía material puesta exclusivamente al servicio de la igualdad.
La jerarquía debe de ser material y la igualdad debe de ser espiritual.
Esta es la síntesis esencial.
Es decir, que si en el ejemplo anterior de la fábrica de zapatos su propietario empieza a querer lucrarse del dinero que gana y con él comprarse varios yates, helicópteros, piscinas etc. mientras que a muchos de sus trabajadores no les alcanza el sueldo para poder comer decentemente… entonces… la esencia de la jerarquía material en la distribución de zapatos que su empresa realiza será una jerarquía que pasará al plano personal del propietario de la fábrica, el cual empieza a sentir que él debe de tener más recursos que sus trabajadores, privando así a estos de los recursos básicos para la decente supervivencia.
En este caso la jerarquía habrá pasado al terreno del espíritu y de los demás atributos que la esencia del espíritu tiene como son el plano de lo personal, el mundo particular del propietario de la fábrica, el individuo, el interior, etc.
O sea, que se habrá transformado en una jerarquía destructiva, una jerarquía que ya no es material sino espiritual, que ya no está al servicio de la materia (del prójimo) sino al servicio del espíritu (de los intereses de uno mismo).
Una jerarquía al servicio exclusivo de la propia jerarquía.
Una dictadura.
El sistema solar en el que estamos es material pues está compuesto por cuerpos sólidos.
Su distribución es totalmente jerárquica y piramidal pues en su centro se halla el Sol dando su luz a todos sus planetas por igual a través de una distribución jerárquica y piramidal con el Sol situado en el vértice superior de una pirámide de distribución que es solo material y que está puesta al único y exclusivo servicio de todos los planetas y seres por igual, para que todos ellos puedan recibir la luz del Sol, su calor y vida.
Es decir que el Sol no es un jefe en el espíritu sino un hermano más como lo puedan ser Mercurio, Venus, la Tierra y los demás planetas que giran a su alrededor.
El Sol es un jefe jerarca en la materia pero trabaja totalmente para la igualdad, pues se encarga de dar luz a todos por igual.
Es decir, que el Sol no acapara los recursos básicos de los demás planetas, no quiere tener más privilegios que ellos, quiere que todos esten bien como él, teniendo lo que necesitan para estarlo, no desea ser más que nadie ni figurar como el mejor, simplemente quiere seguir siendo un hermano como todos, un igual, en el espíritu, en la identidad, en los recursos básicos para la subsistencia, y en todos los demás atributos que corresponden también al espíritu.
Tan solo en la materia desempeña la función material de distribuir la luz, el calor y la vida a través de una pirámide jerárquica puesta al servicio de todos por igual.
El Sol es el hermano Sol, y así desea figurar como tal entre todos, junto al hermano Marte, el hermano Júpiter, y demás planetas.
Un hermano más igualmente querido y aceptado como todos los demás.
La jerarquía debe de existir solo en la materia pero no en el espíritu y la igualdad solo en el espíritu pero no en la materia.
En el universo todo está en continuo movimiento, nada descansa en el equilibrio perfecto, ya que el equilibrio es igualdad y la igualdad no está en la materia sino en el espíritu.
Todo se mueve, todo camina.
Caminar es un acto material pues se camina con un pie y otro pie, un paso y otro paso sobre el suelo sólido, y si paralizamos por un momento la acción de caminar veremos qué esta no contiene equilibrio por quedar un pie más atrasado que el otro y un brazo más adelantado que el otro y puede ser que al quedarse inmovil se descompense el peso del cuerpo del caminante y este se caiga al suelo por haber perdido el equilibrio.
La igualdad que le concedía el movimiento de la acción de caminar y la acción es un atributo más de la esencia del espíritu, la cual es la que contiene realmente la igualdad y el equilibrio para poder caminar y moverse sin caerse al suelo, para poder mantener todo el universo en balance, a través de una pirámide de jerarquía material puesta totalmente al servicio de la igualdad entre todos los astros, una igualdad en el espíritu, en la identidad de todos ellos, en la igualdad de los recursos básicos que cada uno de ellos necesita para poder subsistir con bienestar, aunque el aspecto externo y material de todos ellos siga siendo diferente, único y exclusivo de cada uno, todos con distintas formas, tamaños y situaciones, todos sus cuerpos materiales son únicos, exclusivos e irrepetibles, y todos girando unos en torno a otros, formando grupos físicos de distribución jerárquica y material, de planetas girando en torno de sus respectivos soles y de soles girando en torno de sus respectivos centros galácticos, satélites girando en torno de sus respectivos planetas, formando todo un gran conjunto de distribución material jerárquica compuesto de piramides de todos los tamaños y colores que dependen unas de las otras y están totalmente al servicio exclusivo y único de la igualdad entre todos los astros y seres que los habitan, manteniendo el balance, el equilibrio, la armonía, el bienestar, la luz, el calor y la vida en todos ellos por igual, y en todo el universo en el que se hallan.
Uno de esos sistemas estelares materiales, jerárquicos y piramidales que componen el universo es el nuestro, el Sistema Solar en el que vivimos habitando su tercer planeta: la Tierra.
Imagínate que en el centro de una gran plaza se representa una fabulosa obra teatral en la que aparecen personificados el Sol y los astros que giran a su alrededor, todos ellos con aspecto humano, el Sol en el centro y los demás astros alrededor.
Las personas que representan a los planetas empiezan a caminar describiendo círculos en torno de la persona que representa al Sol que se halla en el centro dirigiendo con los ademanes de sus brazos y manos el giro de los demás actores en torno a él, como si se tratase de un director de orquesta.
Después suena el timbre del intermedio para acceder a la pausa de la obra que se está representando y todos los actores se reúnen en un local próximo a descansar, comer un bocadillo, ir al baño y hablar entre ellos.
Quien representa el Sol no va a ir a golpear la puerta de otro que está en el aseo para obligarle a que salga diciéndole algo así como:
--- ¡Soy el Sol!¡Te ordeno que salgas ahora inmediatamente!
Algo así sería absurdo, ilógico e impensable, sería de locos, a no ser que quien interpreta al Sol lo estuviese haciendo de broma.
Pero supón que el actor que interpreta el Sol es también el director de ese teatro, el que contrata y da los sueldos al resto de los actores.
Así la cosa cambia.
Debe de existir una igualdad entre el director del teatro y sus contratados, es decir todos deben de poder disfrutar del mismo bienestar, pero sin embargo en ese momento el origen y fuente del sueldo, el dinero y los recursos que todos reciben en ese momento viene del director de esa compañía teatral a quien todos deben de escuchar y seguir sus instrucciones, pero como a un hermano más, simplemente como podría ser un monitor, no como a un rey supremo con más recursos y privilegios que los demás, sino como a uno más, un hermano más, un compañero más, el hermano, jefe, el hermano director, el cual realiza esa función de dirigir porque tiene esa cualidad de conducir a otros a través de una distribución piramidal puesta al servicio de la igualdad entre él y sus trabajadores, para que todos puedan disponer ni menos ni más que el mismo bienestar que él.
El chamán, o digamos el guía espiritual natural de cada barrio, es como quien representa el Sol en la obra de teatro citada y que además es el jefe de la compañía teatral, valga la redundancia.
El no se siente superior a los demás ni tampoco quiere serlo, es un igual y se comporta como tal, pero su función natural que la vida le ha otorgado es la de dirigir al grupo de gente en el que se encuentra, es decir, transmitirles la doctrina verdadera, las instrucciones concretas y materiales que deben de realizar para que todos esten bien y se mantenga la igualdad y el bienestar entre todos.
Es la doctrina verdadera, la pirámide jerárquica a través de la cual la guía igualitaria llega a todos por igual por el bienestar de todos.
Su acción es la de una pirámide jerárquica puesta al servicio de la igualdad, por muy paradójico que parezca, así es.
Por eso cuando un encomendado a él, alguien que forma parte de su grupo, le escucha y hace lo que él le dice en cuanto a organización material… entonces el encomendado se siente bien, y se lo agradece de hermano a hermano, de igual a igual, y no ha hecho acto de presencia ninguna jerarquía destructiva sino todo lo contrario, se mantiene la igualdad y el bienestar de todos y entre todos.
Es muy importante comprender bien este punto, porque por encima del guía espiritual natural (del chamán) existe otro guía mayor y de mayor poder en la pirámide jerárquica material (un extraterrestre más evolucionado por ejemplo), el cual a parte de su cargo de director en la materia es sin embargo un hermano más y pone dirección jerárquica material totalmente al servicio de la igualdad entre todos, igual que el fabricante de zapatos distribuye sus zapatos a todos por igual.
Ese guía espiritual (o chamán) mayor transmite su poder a través del guía espiritual (o chamán) menor, para que éste distribuya su mensaje y guía a los demás de un modo directivo, jerárquico y piramidal en la materia pero con una finalidad de igualdad entre todos.
El guía espiritual no puede transmitir a la gente la doctrina espiritual del momento, pues esta aparece por sí sola en el interior de todos, cada cual la descubre por sí mismo y en sí mismo.
Pero sin embargo la doctrina espiritual del momento que aparece por sí sola dentro de todos si que nos dice a todos por igual que en el exterior, colectivo y material de nuestras vidas debemos de seguir a quien habla de la doctrina verdadera, de la igualdad entre todos y dedica su tiempo al estudio de la igualdad y a su aplicación.
Ese que habla de la doctrina verdadera actual, de la igualdad, es el guía natural que el Padre Universal da a cada grupo de gente, y cuando le escuchamos, respetamos y hacemos lo que nos dice estamos siguiendo a nuestro propio corazón y a la doctrina verdadera igualitaria que está inscrita en él, en nuestro corazón, en nuestro interior, y somos nosotros mismos, tenemos salud, nos sentimos bien, pues estamos Ahí en la doctrina verdadera, en lo que el Padre Universal a través de nuestros respectivos corazones nos está pidiendo a todos que hagamos, que es seguir al guía espiritual verdadero de cada grupo (el chamán) a través del cual y por una pirámide jerárquica de distribución material los guías mayores transmiten a los guías menores su poder de sanar y de hacer milagros, para que los encomendados a estos crean en ellos y en el plan que él les transmite en nombre de los guías naturales mayores (chamanes mayores) y del Padre Universal, y que es el plan de traer la igualdad, el bienestar y el amor para todos por igual sin excepción de nadie, para que todos puedan realizar por igual y plenamente el universo en el que estamos.
A ese plan de igualdad entre todos le llamo el Proyecto Alfa por ser el primer proyecto en el que todos debemos de pensar cada mañana al despertamos y hacia donde debemos de encaminar nuestras vidas.
Las doctrinas espirituales (mensajes, instrucciones concretas) que el Padre Universal (llámese equis) da a la gente van cambiando a través del tiempo a medida que la humanidad va evolucionando.
No es siempre la misma doctrina.
Por lo que no es bueno aplicar doctrinas de tiempos pasados a través de traducciones de textos de esas antiguas culturas que si bien son interesantes para el estudio de esos tiempos pasados sin embargo las prácticas que mencionan no son aplicables para nuestros tiempos presentes en los cuales rigen las nuevas doctrinas anunciadas por los guías espirituales respectivos de cada grupo de convivencia (chamanes).
La espiritualidad o doctrina espiritual verdadera se transmite siempre por si sola al interior de todo ser viviente, a todos por igual, pues la espiritualidad y sus atributos como la jerarquía es uno de ellos están al servicio exclusivo de la igualdad.
Por eso nunca puede existir una doctrina jerarquía que verdaderamente se transmita de un modo jerárquico.
Es decir que la doctrina espiritual es inmonopolizable.
Lo que sí que se transmite jerárquicamente son las instrucciones materiales y especificas que la doctrina espiritual verdadera nos da a todos, como son por ejemplo las instrucciones materiales del guía espiritual (chamán) y cuando las seguimos alcanzamos la salud en nuestras vidas y la igualdad verdadera entre todos, pues las instrucciones materiales y piramidales del guía espiritual están totalmente al servicio de la igualdad y del bienestar de todos por igual.
Por eso cuando un guía espiritual natural (chamán, curandero, etc.) te da la mano puede sanarte de enfermedades, pues al Padre Universal le concede el poder de hacerlo, pero con un propósito, para que ese guía espiritual natural transmita realmente la doctrina verdadera, es decir que hable a los demás de la igualdad entre todos, y ofrezca métodos concretos, materiales y específicos que al ser aplicados se produzca una igualdad y bienestar en todos por igual.
Pero muy seguido el guía espiritual natural no es respetado, solo se aprovechan de su poder de sanación pero le menosprecian, no escuchan sus consejos, e impiden que él detenga la guerra de poder existente entre algunos, por el oscuro y primitivo deseo de seguir llevando a cabo ese primitivo combate.
Lo cual conduce a que quienes por esa cuestión están en contra del guía espiritual lo opaquen, le hagan el vacío, lo pongan tras el telón, sustituyéndolo por el por el falso dirigente, el que no es elegido por el Padre Universal, el falso rey, el falso guía, al cual le reconoceremos fácilmente pues hace todo lo contrario a la forma de actuar esencial del verdadero guía natural.
El verdadero guía se transmite de un modo jerárquico (con pirámide material de distribución jerárquica) pero está al servicio de la igualdad entre todos
El falso guía lo hace al revés, se transmite a través de una propuesta de igualdad material (las promesas de democracia) para conseguir una jerarquía (tener más riquezas y privilegios que otros).
Realizando la síntesis cenuitica esencial se puede resumir así este fenómeno social:
Guía verdadero: a través de la jerarquía alcanza la igualdad.
Guía falso: a través de la igualdad alcanza la jerarquía.
El guía verdadero, el guía espiritual natural, es fácil de reconocer, pues sus palabras transmiten verdad, igualdad, salud, bienestar y libertad.
Pues el poder mayor de los guías mayores se transmite a través de él y hacia quienes le escuchan y creen en él, hacia la gente de su grupo, los cuales son sus encomendados, y de estos se transmite más abajo en la pirámide jerárquica material, a otros que a su vez transmitirán la luz a otros de más abajo y así sucesivamente en una gran pirámide jerárquica y material puesta totalmente al servicio de la igualdad entre todos los seres.
Pero la pirámide o la organización jerárquica piramidal es totalmente material, con sus directores y subdirectores, guías mayores y menores, por eso la energía física de sanación y de hacer milagros se transmite con mucha potencia a través de esa distribución piramidal en la materia, pero al servicio total del bienestar e igualdad entre todos los seres.
En mi caso:
La luz de Kinomi se transmite a través de mi a quien le hablo de él, de un modo piramidal, y de la gente a quienes les he transmitido la luz de Kinomi se transmite a otros también de un modo piramidal, aunque esa distribución piramidal y jerárquica es puramente organizativa, es la jerarquía al servicio de la igualdad, pues todos somos hermanos, soy hermano de mis encomendados y de los encomendados de los encomendados etc.
Vivimos en una pirámide de hermanos.
La pirámide es el edificio que más respeta la igualdad, pues todos los pisos deben de soportar el mismo peso proporcional a la respectiva capacidad de aguante de cada piso.
Es decir que la pirámide es el auténtico yugo más ligero, el menos pesado de soportar.
Cuando en la jerarquía de la espiritualidad de un grupo humano de gente los guías espirituales empiezan a poner la espiritualidad al servicio de los intereses materiales de ciertos individuos y en detrimento de la mayoría es cuando ese grupo humano de gente se sale de la felicidad, de la libertad y de la salud, y el guía espiritual se transforma en el chaman, brujo o triste curandero marginado y sustituyéndolo aparece el falso rey, el dictador, transformándose así ese grupo de gente en una sufriente dictadura.
¿Sientes ser tu el Chamán o Chamana de tu barrio?
Si es así te aconsejo que te pongas en contacto conmigo urgentemente, para hacer el reparto de funciones en la gran pirámide organizativa necesario para poder caminar juntos tras el Proyecto Alfa por el beneficio de todos por igual.
La doctrina verdadera no se transmite jerárquica y piramidalmente de unos a otros, pues se encuentra inscrita en el corazón de todo ser viviente, lo único que se comunica piramidal y jerárquicamente es la materia, los productos que cada uno fábrica, para hacer llegar esos productos a todos por igual, lo cual es una jerarquía piramidal y material puesta totalmente al servicio de la igualdad.
La doctrina espiritual de cada momento no se transmite y menos jerárquicamente pues ya se halla inscrita dentro del corazón de todo ser viviente por el simple hecho de existir.
Cuando la doctrina espiritual empieza a transmitirse jerárquicamente por ejemplo a través de iniciaciones de selección jerárquica concediendo privilegios de supervivencia solo a unos supuestos elegidos y a otros no, eso significa que ese grupo de gente en donde se realiza esa acción se ha corrompido, degradado, apartado del camino verdadero y de su doctrina que está inscrita en el corazón de todos, se ha invertido, se ha vuelto ciego de materialismo, ha olvidado el espíritu y ha robado a este sus funciones.
En ese caso se puede salir de esa oscuridad volviendo a estar Ahí tal como el Ahí da siempre la posibilidad a todos de estarlo.
El guía espiritual de cada grupo no transmite la doctrina espiritual pues esta ya esrá dentro de todos... sino que lo que transmite es la organización material piramidal para que esta pueda ser usada por todos como herramienta para que todos puedan poner en práctica la doctrina espiritual humana que está siempre inscrita en los corazones de todos pues es la vida misma que les mantiene en la existencia y sin ella no vivirían.
Un guía espiritual natural no puede por sí mismo con sus palabras y propuestas de igualdad hacer que otra persona esté Ahí, en la paz, la armonía, la salud, etc. sino que es esa persona misma que está ante él quien por sí misma decide seguir estando Ahí o no, pues si no le escucha por impedírselo el propio ego de superioridad jerárquica sobre los demás entonces... dejará de estar Ahí por rechazar el mensaje de igualdad que el Padre Universal le da a través del guía espiritual natural que en un momento dado le ha puesto ante él a través de las circunstancias de la vida.
Si esa persona ante la que se le presenta el guía ya estaba Ahí antes de encontrarlo dejará de estar Ahí si por cualquier mal sentimiento o energía no acepta al guía, pues con ello habrá dejado de escuchar al Padre Universal.
En el caso de que quien se encuentra con un guía ya estuviese Ahí antes de encontrar al guia y le escucha entonces simplemente seguirá estando Ahí.
Pero si quien encuentra a un guía no estaba Ahí y a causa de eso tenía enfermedades y al ver al guía le acepta plenamente entonces sanará de todo pues el Padre Universal le transmitirá su energía de sanación a través del guía.
En todos esos casos y variantes que se puedan presentar el guia continuará presentándose como un hermano sin superioridad hacia los demás y continuará siendo un hermano, un igual, aunque al realizar su función de guía comunicando la igualdad a los demás fluya a través de él una potente energía física de sanación distribuida de un nodo jerárquico y procedente del Padre Universal, pero él continuará siendo un igual y hermano a los demás, con esa jerarquía material puesta totalmente al servicio de la igualdad.
Por eso si la vida te ha hecho a ti guía espiritual verdadero (chamán) del grupo de gente en el que estas debes de mantenerte en la transmisión del mensaje igualitario que nace dentro de ti, con paz, sin que este sea excesivo para que sin querer no domines a alguien cayendo así en una jerarquía puesta al servicio de la jerarquía, de uno mismo, lo cual es muy doloroso.
Tampoco debes de dejar de realizar tu función por miedo a “el qué dirán” y no transmitir a los demás tu mensaje de igualdad, pues entonces los demás te marginaran y la energía de sanación del Padre Universal se transmitirá a través de ti de un modo inestable, e igualmente se producirá una situación de dolor que también hay que evitar.
Lo óptimo es que si eres un guía espiritual natural de tu grupo continúes realizando tu función de guía, hablando de la igualdad y la paz aunque de un modo pacifico, y real, material, practico, con los hechos, para que todo el mundo entienda tu mensaje, y la sanación del Padre Universal se transmita a través de ti de un modo continuo y óptimo, sin producirse trastornos, sin endemoniados ni martirios, sin dominantes ni dominados, sin sádicos y masoquistas, sino en un ambiente sano de hermanos, igualdad, bienestar, salud y libertad.
La igualdad perteneces al espíritu:
La igualdad de derechos y de privilegios que debe de existir entre todos.
La igualdad como principio es algo ausente, inexistente en la materia, ya que un principio es algo inmaterial que no se puede tocar pero que sin embargo existe y es un atributo de lo ausente, de la jerarquía.
La jerarquía pertenece a la materia:
Una jerarquía material puesta al servicio de la igualdad, para a través de una pirámide jerárquica poder distribuir los recursos materiales básicos a todos por igual.
El caos se produce cuando se invierten esos factores, es decir cuando…:
La jerarquía se pone en el espíritu:
Pues eso produce que unos tengan más derechos y privilegios que otros, por nada (por algo ausente e inexistente),... simplemente por el deseo primitivo de dominio de unos sobre otros. Un ejemplo de este error esencial es el llamado capitalismo.
La igualdad se pone al servicio de la materia:
Pues eso produce que por ejemplo a todos se les de los mismos zapatos y de la misma medida, lo cual es imposible ya que cada uno tiene una forma distinta y diferente tamaño de pie. Un ejemplo de este error esencial es el llamado comunismo.
Conociendo esas relaciones esenciales entre la jerarquía y la igualdad tanto en su forma natural como en su forma invertida se pueden comprender muchas de las cosas que suceden en nuestro mundo.
El estar Ahí ayuda a que las esencias no se inviertan y se mantengan en el orden natural de siempre, para que todos como siempre dispongan por igual de toda la salud, la paz, la libertad, el amor y la felicidad que a todo ser viviente le corresponde tener por ley natural y universal.
Un abrazo
Fernando Ortolá
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