Por eso las flores nos ven, nos sienten, nos huelen, igual que nosotros a ellas.
Pero a la vez tambien necesitan de nuestras miradas y atención.
Muchas flores parecen realmente ojos, iris, pupilas, radares, enormemente sutiles y perceptibles del entorno próximo, y del entorno lejano, del cosmos, y de otros planetas, para comunicarse con los vegetales de las praderas de esos otros astros lejanos repletas de flores que igualmente sostenidas por sus sofisticadas e hipersensibles antenas naturales, que son sus tallos, y con sus brazos extendidos y manos abiertas que son sus ramas y hojas, se dirigen igualmente hacia el cielo, hacia el cosmos, hacia sus hermanas flores que pueblan todo el universo, las cuales al sentir sus presencias les invitan a contemplar el mundo en el que viven, sus montañas, sus ríos y mares, su cielo y su Sol que les alimenta cada dia dándoles calor y vida.
Nos sorprenderíamos si pudiéramos ver en una pantalla lo que ve y siente una flor.
Tal vez se pueda conectando unos finos cables a su tallo, hojas y pétalos.
Aunque si lo hiciésemos tal vez la flor tomase el dominio de nuestra pantalla, ordenador, máquinas y mundo en el que vivimos, pues no hay que olvidar que como la captamos nos capta. Tal vez la flor haría lo mismo con nosotros, nos pondría cables para captarnos y atendernos aún mas y mejor.
Si eso sucediese seria mejor que a una flor no se le fuese a ocurrir meternos a nosotros en un florero, que en ese caso no se llamaría un florero sino un humanero.
Sería patético ver a un grupo de personas asomando sus cabezas con sonrisas paralizadas por encima de un vaso gigante con agua en donde están metidas, como las flores dentro de un florero. Esa podria ser la escena de un espeluznante relato de terror.
Lo cual nos lleva a preguntarnos:
¿Lo estaremos haciendo bien con lo de los ramos de flores… o tal vez seria mejor ir a olerlas al campo?
Igualmente terrorífico sería si viésemos a un humanoide perro de algunos metros de alto que anda por la calle llevando a un humano atado por el cuello con una cuerda.
Tampoco sabemos exactamente lo que siente un perro, o un gato, o un ratón… o cualquier otro animal. Si lo supiésemos también nos sorprenderíamos.
¿Qué ve un gato cuando cierra los ojos?
Cuando cierro los ojos suelo ver un gran Ojo que viene a por mi y me lleva a pasear por el universo y a visitar los planetas.
Al ver un gato o incluso un perro, o una paloma, que estando despiertos cierran los ojos me da la sensación de que también están viendo el universo, los planetas y sus habitantes, estableciendo un contacto de amistad con ellos.
La vida de cualquier ser no hay que cortarla sino dejarla fluir, para que asi ese ser que por despertar nuestros sentidos también nos siente no termine haciendo lo mismo con nosotros a otro nivel, es decir, cortando nuestra vida y metiéndola en un florero.
¿Cual es el simbolo y el mensaje de llevar flores a los difuntos?
Pues que pasarse el tiempo cortando vidas y metiéndolas en un “florero” conduce a que alguna vez a uno le pase lo mismo.
Por eso en el final de la vida se llevan flores como el simbólico trofeo de lo que uno ha estado persiguiendo durante la vida, que es lo mismo que le ha conducido al final de sus días, y que es el cortar vidas y meterlas en un “florero” dicho también a modo simbólico, es decir, que se puede decir igualmente que cortar vidas es bloquear la fluibilidad de cualquier tipo de vida con el consecuente error de que el bloquear una vida para poseer su flor también hará que esa flor se marchite.
Lo cual por reacción natural hará que despues esa flor nos marchite a nosotros.
Bloquear la vida no es siempre bloquear la vida de una flor, es bloquear toda la infinidad de formas de vida del mundo en el que estamos.
Incluso el bloquear nuestra propia vida.
Por ejemplo bloquear nuestra ilusión de vestir un traje de colores por el miedo de que se vayan a reir de nosotros.
O bloquear el deseo de cantar igualmente por el “¿Qué dirán?”
O bloquear nuestras propias respuestas por el temor a sentirnos desnudos.
O bloquear el reconocimiento hacia la labor de alguien por el temor de ser manipulados.
En fin… hay una infinidad de bloqueos hacia nuestra propia vida que realizamos por temor a una cosa o a otra, y que en definitiva es por falta de confianza en nosotros mismos, en la luz.
El problema mas serio que se presenta al auto-bloquearnos por el temor hacia ciertas facetas de nuestra vida, no es solo el hecho de que si bloqueamos nuestras ganas de cantar ya no cantamos, o de que si bloqueamos nuestras ganas de pasear por el campo ya no lo hacemos… etc. … no es solo el canto o el campo o el baile o cualquier cosa lo que perdemos al auto-bloquearnos hacia esa cosa determinada, sino que lo que bloqueamos también con ello son partes de los ciclos biológicos de nuestro cuerpo los cuales están asociados a nuestros impulsos de vida, por lo que si bloqueamos esos impulsos de vida entonces los ciclos biológicos de nuestro cuerpo también se bloquean, es decir, que se bloquea nuestra circulación sanguínea, nuestra respiración, y los demás fluidos corporales y funciones biológicas corporales, y ese bloqueo de la fluibilidad de la vida de nuestro cuerpo nos enferma.
No solo nuestros deseos auto-bloqueados por temor bloquean la salud de nuestro cuerpo sino también los deseos erróneos, es decir, los deseos que llegan a nosotros en una situación de violencia y confusión la cual estimula en nosotros un falso deseo que es algo que en realidad no deseamos pero que esa situación caótica nos ha hecho creer que si que lo deseamos, y entonces ese deseo no es un deseo verdadero sino un deseo desequilibrado, obsesivo y violento, contra nosotros mismos y contra los demás.
Ese tipo de deseos erróneos los detectaremos fácilmente pues son aquellos que cuando vamos tras ellos nos paralizan la respiración.
Con ese dato pillamos al falso deseo, pues si bloquea un fluido corporal como es la respiración es porque es un falso deseo.
Los falsos deseos no son deseos nuestros, sino que son deseos ajenos a nosotros que se han introducido en nosotros durante una situación caótica haciéndonos creer que esos deseos son realmente nuestros y que por eso debemos de luchar a capa y espada tras la realización de esos deseos.
Pero son deseos falsos que como tales bloquean nuestras funciones vitales y también bloquean nuestros deseos verdaderos, los cuales si que son nuestros de verdad y si que nos dan vida, pues forman parte de nuestra vida misma, y que son deseos que no nos hacen perder nuestra paz interior, ni nuestro amor y aceptación igualitaria hacia todos por igual, nuestro compartir nuestra vida con la vida de todos y con el universo entero como un gran ser viviente, sano, feliz y eterno.
Esos son los deseos verdaderos.
Son los que no bloquean nuestras funciones vitales.
Los que no bloquean nuestra respiración.
Los que no nos hacen perder la paz interior.
Los que no nos desequilibran.
Los que no nos producen sentimientos violentos ni hacia nosotros ni hacia los dem;as.
Los que nos mantienen la salud, la felicidad y el bienestar basico humano y de todo ser viviente.
Los que no bloquean la capacidad de atender ni hacia uno mismo ni hacia los demás.
Un abrazo
Fernando Ortolá
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